En el dia de hoy, nuestro pastor Edgar Vizcaino predica sobre Hechos 22:17-21. El tiene tres puntos.
[0:00] Mis hermanos, vamos a seguir en el texto de Hechos capítulo 22.
[0:25] En el texto de Hechos capítulo 22, versículos 17 al 21.
[0:44] Y leo.
[1:14] Yo dije, Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti. Y cuando se derramaba la sangre de Esteban, tu testigo, yo mismo también estaba presente y consentía en su muerte.
[1:35] Y guardaba las ropas de los que le mataban. Pero me dijo, ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.
[1:47] Y la manera de introducción decir que había un señor muy notable, profesor universitario en una universidad muy prestigiosa.
[2:08] Y tenía planes de viajar y conocer. Tenía inquietudes por la pintura, la escritura.
[2:20] Y él fue a Rusia y allí en Rusia visitó un museo muy famoso llamado el Museo de la Ermita. En la ciudad de San Petersburgo.
[2:34] Y allí vio una obra muy famosa llamada El Hijo Pródigo. Alguno de ustedes la habrá oído mencionar. De un famoso pintor holandés del siglo XVII.
[2:48] conocido como Rembrandt, el autor. Y esa obra es una pintura muy destacada y conocida a nivel global.
[3:01] Él se quedó impactado por la obra. Él había ido a Rusia específicamente a contemplar esa obra, al museo donde está el original de la obra. Y allí él se quedó por horas sentado en frente de la obra.
[3:16] En una silla hasta que los de seguridad del museo tuvieron que decirle que iban a cerrar, que tenía que partir.
[3:27] Pues el hombre empezó a cambiar. Eso lo empezó a transformar mucho. Porque de una manera muy especial, él empezó a ver cómo se veía allí el amor de Cristo. Manifestado en el padre que recibía al hijo.
[3:42] Que había malgastado sus bienes. En esa representación artística en la pintura. Y esto empezó a cambiar la vida del hombre de una manera muy particular.
[3:58] De hecho, él empezó a meditar en esto, a reflexionar. Él había crecido como una persona muy religiosa. Pero ahora empezó a ver más la compasión de Dios, el amor de Dios, el perdón de Dios.
[4:12] Y eso empezó a tener un efecto muy poderoso en su vida. Que empezó a transformarlo. Y más adelante le diré cómo terminó todo. Y bueno, vamos a nuestro texto de hoy.
[4:28] Y veremos tres puntos. Veremos cómo Dios cambia nuestros planes. Ese es el número uno. Dios cambia nuestros planes. El número dos. El rechazo que viene.
[4:42] Cuando una persona trata de hacer las cosas para Dios, fielmente. Y el número tres. Dios manda a que su mensaje sea promulgado, diseminado.
[4:59] Y en estos versículos, nuestro hermano Charles, predicando el domingo antes pasado, los que estuvieron presentes de ustedes. Podrán recordarse que estos fueron ya los últimos versículos de un texto muy extendido, el domingo antes pasado.
[5:16] Y nosotros queremos enfatizar algunos detalles. Y vemos cómo el apóstol Pablo comienza en este texto, que no es más que una continuación de lo que naturalmente ha estado aconteciendo en el capítulo 22.
[5:30] Y para que tengamos un poquito de contexto, recuerden que Pablo aquí narra su conversión. Narra su conversión de una manera especial, algo realmente extraordinario.
[5:44] Y cómo él comienza ahora de ser judío que rechazaba el cristianismo abiertamente y era hostil y agresivo con los cristianos.
[5:57] Y cómo el Espíritu Santo lo estaba llevando a ser no meramente un creyente, sino alguien en quien Dios había puesto una encomienda, una responsabilidad de llevar esta palabra.
[6:28] Y en ese contexto, vemos aquí en el versículo 17, que Pablo retorna a Jerusalén. Y si ustedes nuevamente recuerdan un poquito, en los versículos anteriores, habían hermanos que le habían dicho que no fuese a Jerusalén.
[6:48] Pero Pablo quería retornar allí. Tenía el evangelio que llevar, quería seguir diseminando la palabra y estaba dispuesto a llevarlo a cualquier costo.
[7:02] Y nos dice el versículo 17, y me aconteció, vuelto a Jerusalén, ya Pablo había llegado. Recuerden que a los hermanos lo despidieron, con mucho amor y lágrimas.
[7:16] Y muy probablemente sabían que no volvían a ver su rostro. Pablo parte, porque Pablo por el Espíritu Santo, siente que Dios lo está llevando allí, en obediencia al Señor.
[7:31] Y cuando llega a Jerusalén, nos dice el texto que él estaba orando, en el templo. En ese templo de Israel, donde el pueblo de Dios, los judíos, se congregaban, y donde Dios había prometido que su presencia estaría de una manera muy particular.
[7:52] Y nos dice que le sobrevino un éxtasis. Y es importante detenernos aquí, y hacer un par de precisiones con respecto a esta palabra, que significa estar fuera de sí, aturdimiento, un asombro grande, que hace que una persona esté en un estado hasta de cierta confusión.
[8:17] Pero, yo pienso que el término, en la manera en que se aplica aquí en la Escritura, no necesariamente confiere lo que está pasando.
[8:29] porque, es muy importante, que tomemos el contexto, siempre donde se usa la palabra en la Biblia. Y si nosotros vemos, yo entonces traté, cuando estaba preparando el mensaje, de ver dónde estaba esta palabra.
[8:44] Ahora, en Grecia, en el griego antiguo, la palabra no tenía ese mismo significado, exactamente, que nosotros podemos darle hoy. Y entonces vi fácilmente, que en Hechos 10.10, cuando Cornelio, y en Hechos 11.5, cuando Pedro estaba orando, que el Señor le dijo a Pedro, de una visión, recuerdan, del lienzo que bajaba, con todo tipo de animales, había animales inmundos, que le dijo, Pedro mata y come.
[9:19] Ahí fue donde Pedro, dice la Escritura, que Pedro estuvo en un éxtasis. Y, en el capítulo 10, versículo 10, Cornelio, dice que era un hombre piadoso, que oraba siempre, y daba limosna.
[9:36] Yo no lo seguí buscando, por razón de tiempo, pero a mí me parece, que Cornelio estaba orando también. Que incluso dice, el Señor, el Señor ha escuchado tus oraciones.
[9:48] Yo no anoté los dos textos, pero cuando Cornelio estaba ahí, que el Señor le apareció, el Señor le envió un mensaje directo, le dice que tus oraciones, han subido a mi presencia, o el Señor ha escuchado tus oraciones.
[10:03] A mí me parece, en ese contexto, en Hechos 10, que Cornelio estaba orando, y Pedro, el texto lo dice claramente, que estaba orando también. Y ahora tenemos, a Pablo, que estaba orando.
[10:18] Entonces, este éxtasis, que nosotros vemos aquí, en este contexto, del libro de Hechos, es, cuando una persona experimenta, la presencia de Dios, de una manera muy particular, en el contexto de la oración, en el contexto de buscar, el rostro de Dios.
[10:34] Y aquí Dios, le habla a Pablo, y más directamente, es la persona, de nuestro Señor Jesucristo, que se le manifiesta. Porque miren, como le dice, en el versículo 17, que luego que le sobrevino, el éxtasis, en el 18, le vi, que me decía, date prisa, y sal prontamente, de Jerusalén, porque no recibirán, tu testimonio, acerca de mí.
[11:03] El Señor Jesucristo, le estaba confirmando a Pablo, ustedes recuerdan, lo que los hermanos, le habían dicho, de que, en Jerusalén, lo iban, a apresar, iba a ser afligido.
[11:18] En el versículo 20, en el capítulo 21, al final, si ustedes, cuando tengan tiempo, lo pueden buscar en sus casas, Agabo, un hermano profeta, tomó el cinto de Pablo, y, se lo puso alrededor, de las manos, y los pies, diciendo que, del varón, a quien pertenece, este cinto, de esta forma, le harán, en Jerusalén.
[11:44] O sea, era un signo, de que Pablo, iba a ser apresado, de aflicción. Y vemos la confirmación aquí, porque el Señor, le dice ahora a Pablo, en el capítulo, en el versículo 18, sal pronto, de Jerusalén, porque no recibirán, tu testimonio.
[11:59] Pero no era, que no lo iban a recibir, meramente, sino, que lo iban a agredir, que muy posiblemente, lo iban a matar. Y los hermanos, estaban llorando, y aquí nosotros vemos, de paso, cuando una profecía, es de Dios, que se cumple.
[12:16] Ahora, el Señor Jesucristo, le dice a Pablo, sal, pronto, de aquí. pero, pero lo que está implicado ahí, es, ellos no van a recibir, tu testimonio, y en realidad, Pablo, podía perder su vida.
[12:30] Pablo ahora, sin embargo, al ser del Señor Jesucristo, que le habla, hace caso, del mandato, y, parte de Jerusalén.
[12:42] Miren, como entonces, nos dice, en el versículo, 19, el texto, que, el Señor, dijo, y yo dije, Señor, ellos saben, que yo cancelaba, y azotaba, en todas las sinagogas, a los que creían, en ti, y cuando se derramaba, la sangre de Esteban, tu testigo, yo mismo, también estaba presente, y consentía, en su muerte, y guardaba, las ropas, de los que le mataban.
[13:22] Y, miremos ahí, como, el apóstol Pablo, trata, antes de partir, en cierta forma, de razonar, con el Señor, diciéndole, pero, ellos van a recibir, mi testimonio, porque ellos van a ver, el cambio radical, que ha tomado mi vida.
[13:42] Pero ya el Señor, le había dicho, sal, porque ellos, no lo van a recibir, miren el conflicto, que hay ahí, y ese podría ser, nuestro primer punto, Dios cambia tus planes, cuando Dios cambia tus planes, el apóstol Pablo, recuerden que los hermanos, le estaban diciendo, te van a amarrar, van a sufrir en Jerusalén, pero el amor, que Dios había puesto en él, lo había llevado a él, a desestimar, hasta su vida, y morir, por causa del Evangelio, y él se fue, recordemos que él se fue, y le dijo a los hermanos, que hacéis, rompiéndome el corazón, si yo no solamente, estoy dispuesto, a sufrir por el Señor Jesús, sino también, a morir por él, y entonces parte, ahora el Señor Jesús, Cristo le dice, sal de aquí, y todavía, yo pienso que Pablo, estaba como razonando, porque le dicen, pero cuando ellos vean, el cambio que yo he dado, ellos van a comprender, lo que está pasando, y ahí nosotros vemos, como Dios puede cambiar, planes que uno puede tener, con buena intención, hasta para Dios, y guiarlo por otro camino, eso es lo primero, como Dios, cambió el plan, que Pablo tenía, de ir a Jerusalén, ese deseo ferviente, de llevar a la nación, de Israel, donde estaban concentrados, la mayor parte, de judíos, porque recuerden, que el templo, estaba allí, el templo, era el centro, de la vida, de la nación de Israel, el templo, era donde la gloria, de Jehová, les había sido prometida, prometido a ellos, que se iba a revelar, donde moraba, la presencia misma, de Dios, y el pueblo de Israel, ese era el sueño, el anhelo, el deleite, de sus almas, estar cerca, del templo, y Pablo, pensando, que le puede hablar a ellos, llevarle el mensaje, y ahora el Señor Jesucristo, le está diciendo, sal, porque ellos no lo van a recibir, pero ahí vemos, algo más también, como, si Dios, no es el que transforma, el corazón, para recibir su mensaje, no hay testimonio, que valga, para cambiarlo, porque si ellos, piensan, en quien era Pablo, porque ellos estuvieron presente, recordemos, cuando Esteban, en Hechos 7, y si ellos, piensan, quien era Pablo, que arrastraba a los creyentes, los sacaba, de la sinagoga, para que fueran entregados, a prisión, torturados, hasta perder la vida, ellos van a decir, pero wow, cuéntanos tu testimonio, y nosotros pensamos, muchas veces, que, hay una persona, que cambia radicalmente, y Dios lo usa eso, pero si, el Espíritu Santo, no transforma, el corazón de esa persona, para verse ellos mismos, como pecador, como, alejado de Dios, y que solamente,
[16:39] Cristo, les puede dar vida, esa conversión, no va a tomar lugar, Dios, le cambia los planes, a Pablo, sabiendo, que Pablo, no iba a poder convencer, a los judíos, de Jerusalén, y al contrario, él iba a perder su vida, si se quedaba allí, porque, porque, vemos que, la transformación, de corazón, que toma lugar, que produce nueva vida, solamente, toma lugar, cuando el Espíritu Santo, aplica, esa palabra, al corazón del hombre, y es por eso, que la salvación, pertenece a Dios, porque la salvación, no es, un cambio, en la conducta, de la persona, o en el entendimiento, de la persona, exclusivamente, sino es, un nuevo corazón, que transforma, a la persona, de forma que ahora, tiene deseos, que no tenía, tiene virtudes, que no tenía, tiene anhelos, que no tenía, tiene afectos, que no tenía, de pasar a, no leer la escritura, no orar, no buscar a Dios, ahora esas cosas, toman, el primer lugar, en la vida de esa persona, con sus pecados, con todo, pero empieza a discernirse, una nueva agenda, empieza a discernirse, un cambio, en la manera de pensar, y, imaginémonos, como haces tú, cambiar a una persona, de mente, solamente un cambio, una creación nueva, de esa persona, el apóstol Pablo, ve ese cambio, en su vida, y quiere transmitirlo, a los hermanos, pero solamente Dios, puede hacer, que eso sea efectivo, en el corazón, de otro hombre, y nosotros, nosotros vemos aquí, que Dios, muchas veces, puede cambiar, nuestros planes, usted va a un lugar, se muda, con el deseo, de hacer, una actividad específica, por razones familiares, por razones, de las múltiples razones, podemos, ponerles ahí, y allí, pasan cosas, que usted no esperaba, y en el caso, de Dios, una persona, se puede mudar, a un lugar, con la mente, de un trabajo, familia, lo que usted quiera, y Dios termina allí, atrapando el corazón, de esa persona, y esa persona, estaba yendo a ese lugar, y Dios tenía, un propósito específico, de obrar, en la vida, de esa persona, de la misma manera, si ya, usted profesa, que conoce al Señor, que Dios lo ha salvado, es importante, que usted trate, de, alinear, mi hermano, mi hermana querida, tus agendas, tus planes, con Dios primero, porque de esa manera, tú te estás, de parte tuya, alineando con Dios, porque tú estás buscando, lo primero, su reino, que es lo que él te ha dado, que es lo que él, te ha prometido, que es para lo que él, te ha rescatado, y así mismo, como nosotros vemos aquí, en Pablo, que Pablo a pesar, de que pensaba, que él podía, predicar, y llevar su testimonio, al pueblo de Israel, en Jerusalén, no lo iba a poder hacer, si ese no era, en ese momento, el plan de Dios, y Dios tenía, otros planes para él, muchas veces, nosotros, cambiamos, de un lugar a otro, buscando, diferentes, motivos, y razones, que son lícitas, o un trabajo,
[20:40] o estar más cerca, de un familiar, pero muchas veces, es, prudente y sabio, buscar consejo, buscar sabiduría, buscar la opinión, de alguien que te ame, y que conozca, la palabra de Dios, porque muchas veces, puede ser, que a pesar de que, aparentemente, hay algo, que pueda traer, beneficio a tu vida, en lo externo, en lo humano, no sea lo mejor, para ti espiritualmente, y muchas veces, vemos nosotros, un ejemplo, clásico, un misionero, donde se va un misionero, donde muchas veces, no va a estar mejor, en su vida, no va a ser lo mejor, para sus niños, si es casado, no va a ser lo mejor, para su condición económica, un lugar, donde no conoce, la lengua, un lugar, donde no conoce, las personas, donde no conoce, la cultura, pero porque el misionero, está seguro, de que Dios, lo quiere ahí, porque la iglesia, ha orado, lo está mandando, el pueblo de Dios, y él va a llevar, el mensaje del evangelio, se dan cuenta, ese es un ejemplo, que eso es, para el que Dios llame, no todo el mundo, puede ser misionero, donde vemos, que, la bendición, y la voluntad, de Dios, es lo primero, ante los planetas renales, de otra, manera, la gran mayoría, que no van a ser, misioneros, a lugares distantes, deben pensar, yo quiero estar, donde yo estoy, creciendo espiritualmente, y pedirle al Señor, que, te ayude hermano, hermana querida, a que a medida, que los años, vayan pasando, las decisiones, que tú tomes, sean, siempre, pensando, en la voluntad, de Dios, como lo primero, para tu vida, que nos dice, la escritura, en primera, tesalónica, que la voluntad, de Dios, es, vuestra santificación, que crezcamos, a la imagen, de nuestro Señor,
[22:44] Jesucristo, para eso, que tú fuiste salvo, entonces, muchas veces, una persona, decide irse, para un lugar, si es Dios, que lo está llevando, el Señor, lo va a preservar, pero muchas veces, la persona arranca, y solamente, piensa, bueno, X o R, situación financiera, lo que fuere, y la persona, muchas veces, llega allí, y empieza a estar mal, espiritualmente, y no tiene, donde congregarse, o no tiene, hermano, con quien compartir, o no tiene una iglesia, y así, muchas cosas, por el estilo, si esa persona, termina, enfriándose, mucho, o apartándose, en realidad, ese cambio, no le fue espiritualmente, bueno, ese cambio, tomó como primera, premisa, como fundamento, algo humano, meramente terrenal, Dios va a ser su voluntad, y la voluntad de Dios, no va a ser quebrantada, pero, a medida, que el tiempo pasa, debes orar, hermano, que en tu vida, lo primero sea, la voluntad de Dios, porque, para lo que Dios te salvó, cuando dice, en Efesios, que,
[24:00] Dios te salvó, porque, te hizo hechura suya, en Cristo Jesús, para buenas obras, Dios te salvó, para que tú, con tu vida, disemines el mensaje, con tus acciones, con tu conducta, donde, tú veas, que tu alma, está siendo nutrida, que tú estás, creciendo, espiritualmente, piénsalo bien, si, es allí, que Dios te quiere, y como Dios, te puede usar, porque, muchas veces, y yo creo que aquí, muchos de ustedes, pueden, quizás, pensar en algún ejemplo, de eso, cuántas personas, con muy buena intención, vienen incluso, a este país, espiritualmente, y espiritualmente, yo sé que muchos de ustedes, saben, aquí no es fácil, muchas veces, caen en un estado, en una ciudad, donde no hay iglesias, donde es muy difícil, donde le quedan, súper lejos las iglesias, y el alma, de esa persona, languidece, muchas personas, y terminan, espiritualmente, muy mal, entonces, yo pienso, que el cambio, de planes, que Dios, nos muestra, en su palabra, siempre es un cambio, que cuando viene de Dios, toma como prioridad, tu bienestar espiritual, porque así como Dios, no, eximió a Pablo, de muchísimos sufrimientos, tampoco, eximirá, a sus hijos, de eso, pero sin embargo, vemos, que en medio, del sufrimiento, y la circunstancia, en la que Pablo, llevó el mensaje, de la palabra de Dios, y su testimonio,
[25:41] Dios, lo hizo crecer, más y más y más, al punto que el apóstol Pablo, es un ejemplo, para nosotros, eso implica, que esos sufrimientos, estaban dentro del control, y la voluntad de Dios, porque, porque Dios lo conformó, y lo hizo un ejemplo, para la iglesia, de Cristo, a través del planeta, de lo que es un hijo, hijo de Dios, y como un hijo de Dios, debe conducirse, en medio, de la aflicción, cuando una persona, entra en circunstancias, difíciles, y la persona, termina mal espiritualmente, la persona, obviamente, en ese momento, no estaba caminando, con Dios, sino que estaba caminando, conforme a su propia fuerza, y sabemos, que no hay quien, resista, una carrera, como esta, si Cristo, no lo está llevando, entonces, el cambio de planes de Dios, es un cambio bendito, porque conlleva, conformidad, a la voluntad de Dios, que la persona, está siendo guiado, por el Espíritu Santo, y que la persona, en medio de eso, va a crecer, y que hace eso, que el cristiano, se va poco a poco, aferrando, más y más, a la voluntad de Dios, a lo que Dios, le ha revelado, más que a circunstancias, cambiantes, de esta vida, que van a determinar, lo que la persona hace, no que es, pecado, ilógico, porque hay circunstancias, pero siempre, debe la persona, buscar, sabiduría, debe orar, escudriñar la palabra, buscar consejo, de otro, porque, la escritura, muy claro lo dice, que en la sabiduría, está la victoria, y, si es de Dios, el crecimiento espiritual, y la bendición de Dios, estará con la persona, en el sentido, de que va a crecer, y conformarse más, a la voluntad de Cristo, y el Hijo de Dios, cuando acepta, y es transformado, por el Señor, lo que quiere hacer, es su voluntad, y ahora, la agenda, del cristiano, debe ser, la agenda de Cristo, en aquí Señor, y,
[27:53] Dios va a estar contigo, Dios te va a dar, lo que necesita, que nos dice, Mateo 6, 33, buscar primeramente, el reino de Dios, y su justicia, y las demás cosas, serán añadidas, Dios no va a dejar, que sus hijos, perezcan de hambre, Dios no va a dejar, que a su hijo, le falte el pan, pero, para poder descansar, en Dios, ahí, en ese, momento, esa fe, bíblica, tiene que estar, para decir, por fe, yo lo hago, porque si la persona, confía en él, yo voy a resolver yo, porque yo no sé, si Dios, me va a dar pan, no va a crecer, pediduralmente, que pasa, cuando la persona, confía, y ve la respuesta, de Dios, siendo fiel, a su promesa, su fe, se agiganta, pero esa fe, nunca va a crecer, si en medio, de la prueba, no es fiel, y confía en Dios, porque nos dice, pero claramente, sin fe, es imposible, agradar a Dios, cuando, la persona, se enfrenta, una situación, que tiene que decir, la verdad, y la persona, miente, porque piensa, que le va a ir mal, como su fe, va a crecer, si la persona, ya está usando, el pecado, para poder salir, de la situación, y no confiando, en que Dios, honra a sus hijos, no puede crecer, si la persona, cree, bueno, tengo que irme de aquí, coge palasca, yo no sé, si allá hay iglesia, lo que sea, pero para allá me voy, porque tengo que comer, fulano, mira, y se va, la persona, nunca esperó, quizás, tal trabajo, lo que sea, porque no confió, en el Señor, el punto es, que el cambio, de planes, que sucede, en la vida, del cristiano, cuando van, acompañado, de un deseo, de hacer la voluntad, de Dios, tiene su bendición, y Dios, no falla, a su promesa, que va a sostener, a su hijo, y nosotros, debemos pensar, en esto, porque, miren, miren, como Dios, le cambió, sus planes, a Pablo, y Pablo, pensó, que quizás, podía, hacerlo, estaba dispuesto, no era, por falta, de amor, pero,
[30:07] Cristo, tenía, otros planes, con él, miren, como nos dice, en el versículo, 19, y yo dije, señor, ellos saben, que yo encarcelaba, y asaltaba, en toda la sinagoga, y que, a los que creían, en ti, y cuando se derramaba, la sangre de Esteban, tu testigo, yo también estaba presente, y consentía, en su muerte, eso nos lleva, a nosotros, al punto dos, como vimos, el rechazo, que iba a venir, por Pablo, ser fiel a Dios, y, la fidelidad al Señor, aunque él tenía, un testimonio, extraordinario, no iba, a cambiar la realidad, de que el hombre, rechaza a Dios, en su corazón, y este, este mensaje, y a medida que yo lo veía, yo veía mucho, la soberanía, y el plan de Dios, en todo esto, cuando, cuando al final, del mensaje, ya yo lo tenía preparado, y busqué el comentario, para ver, si no estaba como, perdido, en lo que estaba haciendo, vi que el comentarista, decía como que, aquí vemos una combinación, de la soberanía de Dios, y la responsabilidad humana, y nosotros vemos como, el apóstol Pablo, a pesar de, ese cambio tan radical, no iba a poder hacer nada, y, al contrario, lo que, de parte de ellos, vendría, sería un rechazo, muy fuerte, a su persona, y el apóstol Pablo, vivió ese rechazo, de una manera, intensa, y de una manera, cruda, y de una manera, violenta, porque nosotros sabemos, por la escritura, todas las aflicciones físicas, que Pablo pasó, prisión, latigazos, torturas, no sabemos, fue Dios, que lo preservó, en una ocasión, lo dejaron por muertos, recuerdan cuando, él fue a predicar, y, le cayeron a pedrada, y lo dejaron por muertos, y varias veces, creo que fue, cinco veces menos, cinco veces, le dieron, treinta y nueve, cuarenta latigazos, menos uno, como él dice, porque había una creencia, que el que le daban, cuarenta latigazos, podía matarlo ya, imagínese, el apóstol Pablo, con cuarenta latigazos, o sea, treinta y nueve, y no tenía esposa, no tenía hijos, no tenía nadie, que lo cuidara, ese hombre de Dios, había puesto un amor en él, muy especial, y, estaba dispuesto a morir por Cristo, y a sufrir por él, y a pesar de ese testimonio, había muchos rechazos, y su vida corría peligro, y, gracias al Señor, nosotros no tenemos aquí, que pasar por un rechazo así, pero, tú a ver sutilmente, personas que, no te van a buscar quizás, personas que, no se van a sentir igual, cuando tú, tomas una decisión, por amor a Dios, hasta las personas, más cercanas a uno, pueden, rechazarte, y eso es doloroso, muy doloroso, y a veces, sucede que, en la misma familia, hay personas que están, muy opuestas, a la causa del Señor, y eso produce, fricción, y es lo que Cristo, nos dice a nosotros, en el Evangelio, que, yo no vine a traer paz, sino espada, y uno dice, pero ven acá, como espada, y dice, a poner la hija, contra la madre, el padre, contra el hijo, el hijo, contra el padre, en qué sentido, no espada física, sino que va a haber, separación, y si usted quiere, la persona va a estar, en guerra a veces, con el creyente, por causa, del amor a Dios,
[34:11] hay muchas veces que, alguien se convierte, y eso le cae a la persona, al esposo, la esposa, un hijo, de una manera, horrenda, lo toman, como algo, maligno, y ese rechazo, que va a traer, la fidelidad al Señor, pero es mejor, recibir el rechazo, del mundo, que el rechazo, de Cristo, en el último día, pero esa realidad, de temerle, más a Dios, y de temer, el rechazo, de Dios, en el último día, solamente, se hace una realidad, cuando usted está, caminando, poco a poco, delante, de la presencia, de Dios, porque aunque, una persona, lo sepa, mentalmente, en el momento, el temor, el deseo, de no desagradar, a nadie, el deseo, de estar, en comunión, con aquello, que desea, lo lleva, muchas veces, a, ceder, y, está de acuerdo, con algo, o hacer algo, que sabe, que no debe hacer, en el trabajo, con temor, al, empleador, por temor, a perder el trabajo, y, hace lo que no debe, porque quiere, agradar, a los hombres, entonces, es una decisión, vemos ahí, porque, el cristianismo, es, para personas, en realidad, que están redimidos, y arrepentidos, y convertidos, porque la religión, no podría, hacerlo, entonces, nosotros vemos, que ese rechazo, es inevitable, gracias al Señor, muchas veces, no pasa, muchas veces, un testimonio, fiel, puede, el Señor, utilizarlo, para hacer, que se convierta, alguien, pero, muchas veces, no, ese es el caso, por eso, es que, estos, no son temas, agradables, de hablar, pero, es la realidad, que Dios, nos presenta, en su palabra, y es bendita, porque a través, del testimonio, fiel, es como Dios, utiliza, a sus hijos, para que sean, instrumentos, en sus manos, de traer, el mensaje, de esperanza, a un mundo, que está perdido, porque, muchas veces, una persona, inconversa, un familiar, inconverso, entiende, perfectamente, cuando tú, le dices, oye, si, mira esto, que lo otro, y te ríe, de algún chiste, colorado, una cosa, que no debe ser, en el momento, lo entiende, pero después, por atrás, escríbelo, oye, pero, mi primo, no es como el compañero, que yo tengo de trabajo, que no se me ríe, y tú, lo ves en el momento, que él dice, no, que fulano, no es fanático, lo que pasa, que fulano, es así, hermano, mi hermana, no lo creas, ellos se dan cuenta, y de una vez, notan la diferencia, fulano, pero mira, van a aceptarlo, cual cosa, que tú consideras, que no debe ser, que no es, agradable a Dios, pero, bueno, yo creo que, fulano dijo, que él no va, porque, los creyentes, no están metidos, en esa cuestión, que si yo que, pero yo veo, que mi familiar, va, sin problema, y de una vez, le viene el contraste, como ver acá, pero tú no eres igual, que fulano, entonces, que pasa, que, yo creo, que eso, debe llevarnos, a meditar, en que, la bendición más grande, es, si algo padecemos, padecerlo por Cristo, porque eso tiene una, con, una reencompensa, incomparable, ese rechazo, por Cristo, es un símbolo, cuando se hace, bíblicamente, de que la persona,
[38:13] está andando, bíblicamente, no quiere decir, que usted lo va a buscar, y, quiere el Señor, que no venga, porque, quien quiere eso, nadie, tú no quieres división, en tu familia, tú no quieres, con amigos queridos, que no te, saluden, pero si tú, sabes en tu corazón, que es por tu ser, le fiel a Dios, y hermano, dale gracias, al Señor, porque, el Espíritu Santo, está manifestando, su obra en ti, el hombre inconverso, no puede entender, las cosas del Señor, y esta parte, es difícil, de ver, yo lo creo, porque lo dice la Biblia, pero es difícil, porque la persona, entiende, y te escucha, pero, primero, Corintios, 2, 14, dice, que el hombre natural, todos nosotros, cuando nacemos, que no conocemos a Dios, el hombre natural, no puede, percibir, las cosas, que son, del Espíritu de Dios, cuando estamos, cuando estamos, hablando de percibir, imaginémonos, que ustedes me ven aquí, porque ustedes tienen la vista, sana, pero si aquí hay alguien, no vidente, la persona, no me está viendo, porque la vista, no funciona, si una persona, nace, con incapacidad, de oír, esa persona, no habla, porque no oye, por eso, es que muchas personas, que nacen con sordera, son mudos, porque no escuchan, el lenguaje, no pueden hablar, cuando la escritura, habla, que el hombre natural, no puede discernir, la cosa del Espíritu de Dios, es que, lo espiritual, el pecado, entenderlo de forma, que una persona, se arrepiente, y se convierta, tiene que ser, con el Espíritu de Dios, la persona, en su mente, entiende, o si yo soy pecador, porque, aquí dice, no mentira, y yo he hablado mentira, pero eso no pasa, del entendimiento mental, para que eso, entre en el corazón, de la persona, y la persona, lo acepte, y la persona, sienta dolor, por su pecado, y diga, pero mira lo que Cristo hizo, tiene que haber, un nuevo nacimiento, tiene que haber, esa venda espiritual, tiene que quitarse, que dice, en la segunda parte, del texto, porque el hombre natural, no puede percibir, las cosas que son, del Espíritu de Dios, y no la puede entender, porque se han de discernir, espiritualmente, que es eso, con el Espíritu Santo, por eso, el Espíritu Santo, es el que da vida, o si nosotros, por ejemplo, pensamos, en segunda, los Corintios, capítulo 4, versículo 4, donde, el apóstol Pablo, dice que, el Dios de este siglo, con D minúscula, quien es ese, el Dios de este siglo, ha cegado, o cegó, el entendimiento, de los incrédulos, para que no les resplandezca, la gloria de Dios, en la faz de Jesucristo, una persona, que no está convertida, no puede ver a Cristo, como, bello, precioso, digno de arrepentirse, de entregarle su vida, de vivir para él, de morir por él, eso es imposible, la persona puede, oye, un buen maestro, un buen profesor, es un hombre bueno, mira que él vino, pero no lo puede ver, como un salvador, hasta que, el Espíritu Santo, no entre en esa persona, y lo transforme, y es por eso, que, el mensaje, de la palabra de Dios, debe ir acompañado, de la presencia, del Espíritu Santo, para que el poder de Dios, produzca, esa transformación, en el corazón del hombre, y nosotros vemos que, eso es lo que Dios, ha prometido, en su palabra, el apóstol Pablo, hablando de los creyentes, en Tesalónica, les dice que,
[42:15] amados, conocemos de Dios, vuestra elección, porque vuestro evangelio, no vino a vosotros, solamente en palabras, sino en poder, en el Espíritu Santo, o sea que, la obra es de Dios, el creyente, riega la semilla, pero el crecimiento, lo da Dios, porque es un milagro, pero nosotros, no debemos ver, ese rechazo, meramente como eso y ya, porque Dios, tiene propósitos, detrás de eso, y recuerda lo que le decía, que, cuando yo estaba preparando, el sermón, veía que, oye, pero la soberanía de Dios, está aquí mucho, porque también, en el rechazo, que sucede, cuando, tú le predicas a alguien, y esa persona, pierde la vida, sin arrepentirse, ese mensaje, que tú le llevaste, le va a ser de juicio, en el día final, o sea que, en uno se para vida, y en otro se para muerte, dependiendo, de la respuesta, de la persona, el apóstol, nos dice a nosotros, creo en, primero de los corintios, capítulo 1, versículo 18, que la cruz, es locura, a los que se pierden, oye, la cruz, recuerden, que es lo que es la cruz, el evangelio, el evangelio, la palabra de la cruz, de la muerte de Cristo, la cruz, es locura, no di que bueno, que yo no estoy seguro, locura, tú me estás hablando, de una estupidez, yo no entiendo, lo que tú me estás diciendo, es locura, a los que se pierden, más a vosotros, el apóstol Pablo, hablando de los hermanos, en Corinto, a los que, son salvos, es, poder de Dios, y, muchas veces, usted lo puede buscar, cuando la escritura, habla de poder de Dios, está hablando, de la obra, del Espíritu Santo, de la obra, del Espíritu Santo, de la obra, del Espíritu Santo, por eso es, que esa predicación, tiene que estar acompañada, de, de oración, y de dependencia, de Dios, y por eso, es que tú le puedes predicar, a alguien, que tú creas, que es muy inteligente, que es muy, negativo, porque si Dios, va a obrar en ese corazón, mi hermano, va a venir, va a venir, y no importa, sea quien sea, porque es Dios, que lo va a traer, es Dios, que va a transformar ese corazón, y eso es un estímulo, para predicar la palabra, en todo lugar, porque si es la voluntad de Dios, esa persona vendrá, entonces nosotros vemos, que, no solamente, el rechazo es, el inconveniente, o el dolor, o la tristeza, que usted puede experimentar, por un familiar, un amigo, sino que también,
[45:06] Dios, tiene un propósito ahí, si una persona, lo rechaza, eso le puede ser, para juicio, a la persona, pero también, hay algunos, que van, a escuchar, y el Espíritu Santo, va a obrar, y serán salvos, pero, aún más que eso, la mano de Dios, está detrás, y Dios, está logrando, su propósito, aún en ese rechazo, y, si nosotros, nos ponemos a pensar, muchas veces, pasan cosas, y tenemos en la Escritura, muchos ejemplos, de situaciones, que van, al revés, que traen, dolor, y aflicción, y tristeza, y sin embargo, Dios, a través de eso, logra, su propósito, y cuando yo estaba, pensando en eso, me llegó a la mente, José, recuérdense, que pasó con los hermanos, los hermanos, los venden, a Egipto, les tienen envidia, para los hermanos, él estaba muerto, y que pasa después, cuando José, pasa toda esa aflicción, que José, llega a un lugar, de prominencia, entonces, llega una hambruna, y José, es, el medio, que Dios usa, para preservar, a la nación de Israel, ellos, quisieron, que le dijo José, en Génesis 50, 20, ustedes lo quisieron, para mal, pero Dios, lo quiso para bien, para salvar, a muchos pueblos, lo que ellos hicieron, fue un pecado grave, y sin embargo,
[46:36] Dios, a través de eso, iba a salvar al pueblo de Israel, de que se muriera de hambre, preservarlos, y traer al Mesías, a través de eso, miren, como los planes de Dios, obran, en cosas que son, aparentemente, inversas, muchas veces, que hizo Dios, cuando, los babilonios, llevaron al pueblo de Israel, cautivo, ustedes recuerdan, cuando la invasión, de Nabucodonosor, 586 años, antes de Cristo venir, los babilonios, esos ejércitos, eran crueles, y sanguinarios, rodearon la ciudad de Israel, quemaron la ciudad, quemaron el templo, saquearon, se llevaron, todos los hombres clavo, y cautivo, por 70 años, para Babilonia, y a quien levantó Dios, que dice Dios, en Isaías 45, a Ciro, otro impío, de los medopersas,
[47:43] Dios los levanta, vence a los babilonios, y le ponen el corazón, manda a los judíos, para Israel de nuevo, a que construyeran, los muros, y el templo, y todo, y a su nación de nuevo, dice, Dios le dice, Ciro mi siervo, pero Ciro era cristiano, y dice, aunque no me conociste, porque, porque Ciro estaba haciendo, la voluntad de Dios, sin quererlo, entonces, muchas veces, hermano, lo que tú, fielmente, puedas pasar, por amor a Dios, no lo vea, como un desperdicio, porque Dios, tiene un propósito, detrás de eso, que pasó aquí, cuando volvemos, a nuestro texto, con Pablo, Pablo, bueno, ya no le puedo predicar, a mis hermanos, los judíos, que pena, y que no dice, el versículo 21, pero me dijo, ve, porque yo, te enviaré lejos, a los gentiles, ese rechazo, del pueblo de Israel, que hizo Dios, con eso, lo llevó a los gentiles, y que hizo con eso, la promesa, que Dios le hizo a Abraham, se recuerdan allá, en Génesis, capítulo 22, y capítulo 12, en tu simiente, serán benditas, todas las naciones, bajo el cielo, ese era el plan, el decreto, la promesa, de Dios, desde el principio, y andando, el tiempo, en la historia, el rechazo, del pueblo, de Jerusalén, hace que Dios, mande, a Pablo, a los gentiles, y entonces, se cumple, la promesa, de Abraham, y miren aquí, como estamos, hasta muchos, de nosotros, redimidos, por el Señor, entonces, nosotros, vemos, que cuando Dios, cambia tus planes, cuando tú eres rechazado,
[49:41] Dios, Dios tiene un propósito, santo, justo y bueno, en eso, por eso, que hay que ver, todo el cuadro, completo, de lo que Dios nos ha revelado, y eso nos llevaría, al tercer punto, que sería, Dios manda, a diseminar, su mensaje, y a diseminar, su palabra, nosotros vemos, que hay un propósito, de Dios, detrás de todas, esas cosas, miren como, nos dice, en Génesis 22, 18, en tus simientes, serán benditas, todas las naciones, de la tierra, por cuanto, obedeciste mi voz, y desde Génesis, capítulo 12, bendeciré, a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren, maldeciré, y serán bendita, en ti, toda la familia, de la tierra, y miren, como a pesar, de la oposición, a pesar, de la persecución, a pesar, de la aflicción, a pesar, del rechazo, la voluntad, de Dios, es llevada a cabo, de una manera, inevitable, y fiel, y nosotros, vemos ahí, que Dios, tiene un propósito, que se va a cumplir, y más, en la vida, de sus hijos, para que, en medio, de la aflicción, hermano, tu fe, no falte, tu fe, no se debilite, es duro, pero Dios, te va a ir conformando, a su imagen, que pasa, cuando tú, tienes que orar, que te duele, que ese amigo, del alma, que tú tienes, un familiar, se enfría contigo, porque tú, le has estado predicando, no te, no te trae placer, no te trae gozo, tú dices, oye, pero mira, yo que lo hice, con buena intención, y lo que hice, fue que lo aleje de mí, te va a traer lágrimas, te va a traer tristeza, porque ellos no saben, cuando tú lo quieres, pero Dios en eso, te está formando, a su imagen, te hace ser paciente, te hace ser benigno, te hace mostrarle amor, aunque te muestre, sequedad y frialdad, y que hace con eso,
[51:52] Cristo te va conformando, a su imagen, en ese proceso, entonces nosotros vemos que, Dios tiene un plan, grande con eso, que nada, lo puede evitar, y es por eso, que el mensaje, tú debes llevarlo, mi hermano, mira, es un mandato, que Dios le da a Pablo, ve, es un imperativo, no una sugerencia, y ora, mi hermano, mi hermana, para que Dios te haga, cada vez que tú puedas, predicarle la palabra a alguien, y llevar esa palabra, porque, uno no sabe, en quien Dios va a obrar, y quien se puede convertir, pero es a través de ese mensaje, ve, el Señor mandó a Pablo, a los gentiles, a llevar la palabra, y hoy, el cambio, el cambio misionero, comienza en nuestras propias casas, y con el vecino, con el compañero de al lado, de trabajo, con el de al frente, con nuestros propios hijos, para llevar ese mensaje, de salvación, obedeciendo, al mandato de Dios, porque,
[52:57] Dios tiene un propósito, y, todas las circunstancias, en las que nosotros, nos vemos involucrados, Dios está consciente de ella, y Él está obrando, para nuestro bien, eterno, aunque con dolor aquí, y es por eso que, no debemos descansarnos, ni descansarnos, ni desmayar, sino descansar en Dios, para seguir con este mensaje, hasta el final, y miren como el apóstol Pablo, hablando en, Romano capítulo 11, esos capítulos, de Romano 11, 9, 10, 11, son capítulos, muy conocidos en la Biblia, son profundos, hablando del rechazo de Israel, a Dios, y el apóstol Pablo hablando, pero, que pasa, fracasó la promesa de Dios, preguntaría tú, porque no se convirtieron, todos los judíos, y mira como dice, en el capítulo 11, versículo 30, pues como vosotros, también en otro tiempo, erais desobedientes a Dios, los gentiles, hablando de la iglesia en Roma, que estaba constituida, por gentiles mayormente, no por judíos, pero ahora, habéis alcanzado, la misericordia, por la desobediencia de ellos, o sea, los judíos rechazan, el evangelio, recuerden que hubo persecución, en Jerusalén, recuerden cuando la muerte, de Esteban, hecho capítulo 7, están todos los discípulos, junticos ahí en Jerusalén, a Esteban lo matan, todo el mundo sale corriendo, y que pasó con eso, se regó la palabra, en todas esas ciudades, porque llegaron ellos, el, el, la muerte de Esteban, resultó, para la salvación, de muchos, en las otras ciudades, entonces Pablo, le está diciendo, ahora a los hermanos, en Roma, le escribe, le escribe, a la iglesia de Roma, en el capítulo 11, versículo 30, de Romanos, pues, como vosotros también, en otro tiempo, los gentiles, cuando estaban sin Dios, eran desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado, vicedicórdia, por la desobediencia de ellos, de los judíos, que se resistieron al mensaje, no lo aceptaron, y los discípulos, se fueron a otros lugares, los judíos, que se habían convertido primero, los poquitos, así también, ahora, estos, ahora, los judíos, han sido desobedientes, para que, por la misericordia, concedida a vosotros, a los gentiles, llevándole el evangelio, ellos también, alcancen misericordia, ahora los gentiles, vayan a llevar esa palabra, ahora los judíos, quizás se conviertan, a través de los gentiles, o el mensaje, le muestra, que el mensaje de Dios, transforma, porque Dios, sujetó a todos, ser desobediencia, para tener misericordia, de todos, y en el, versículo 33, miren como entonces, era el plan de Dios, que la desobediencia, de los judíos, iba a resultar, en bendición, para los gentiles, llevándole el mensaje, y ahora, cuando los gentiles, se convierten, los judíos, pueden ver, la obra de Dios, y de alguna forma, eso va a obrar, en muchos judíos, al final de los tiempos, y que Pablo, se da cuenta, que Dios tiene, un plan, perfecto, elaborado, desde el principio, que va a llevar a cabo, y como termina Pablo, ese capítulo, o profundidad, de las riquezas, de la sabiduría, y de las ciencias, de Dios, cuan insondables, son sus juicios, e inescrutables, sus caminos, porque donde se veía, pérdida, y que no había esperanza, cuando Cristo murió, lo que habían, dos o tres seguidores, y que ha pasado ahora, ese evangelio, se ha diseminado, al mundo entero, porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas, alza la gloria, por los siglos, de los siglos, amén, entonces,
[56:45] Dios ha mandado, a predicar ese evangelio, su palabra, a todo el mundo, hermano, sé fiel, pide al Señor, que te dé fortaleza, órale, para que el Señor, te haga un portavoz, de ese mensaje glorioso, entonces, en conclusión, vimos tres puntos, Dios cambia nuestros planes, tendrá rechazo, si vive fielmente, y Dios ha mandado, a predicar su palabra, aplícalo, ve, que es un mandato, no temas, el ser rechazado, si Dios te cambia tu vida, es porque el Espíritu Santo, está hablando en ti, pero es el cambio, más bendito, porque es un cambio, para vida eterna, y si tú estás aquí, sin Cristo, Dios te llama, que te arrepienta, para que escape, de la muerte eterna, de la condenación, que espera el hombre, por causa del pecado, y le entregues tu vida, para que tengas paz, salvación, vida eterna, y esperanza, que solamente, se encuentra en Cristo, vamos ahora, mi hermano, para despedir su palabra, gracias Señor, por tu amor, y misericordia, ayúdanos a amarte, y aplique esta palabra, en tu corazón, y que seamos fieles a ti Señor, en Cristo lo pedimos, amén, amén,
[57:54] Gracias.