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Los que estaban presentes dijeron, ¿al sumo sacerdote de Dios injurias? [2:03] Pablo dijo, no sabía hermanos que era el sumo sacerdote, pues escrito está, no maldecirás a un príncipe de tu pueblo. Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en concilio. [2:19] Diciendo, Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo. Acerca de la esperanza de los muertos, de la resurrección de los muertos se me juzga. [2:32] Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos. Y la asamblea se dividió. Porque los saduceos dicen que no hay resurrección. [2:44] Ni ángel, ni espíritu. Pero los fariseos afirman estas cosas. Y hubo un gran vocerío. Y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían diciendo, ningún mal hallamos en este hombre. [2:57] Que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no necesitamos, no resistamos a Dios. Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos. [3:17] Y le llevasen a la fortaleza. A la noche siguiente, se le presentó al Señor y le dijo, Ten ánimo, Pablo. Pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma. [3:33] Vamos a orar. Bendito Señor y Dios nuestro, tú que reinas, delante de ti venimos en esta tarde a adorarte en todo lo que vamos a hacer. [3:46] Es nuestro anhelo, nuestro deseo, que tú seas grandemente exaltado, y que tu Hijo sea grandemente glorificado. Es nuestro anhelo, es nuestra súplica, ayúdanos, asístenos con tu Santo Espíritu, no solamente a este servidor que va a presentar tu palabra, sino a cada uno de los que están ahí sentados, que van a recibir este maná del cielo. [4:11] Glorificate, damos gracias en Jesucristo. Amén. ¿Quién reina? [4:27] Nabucodonosor. Yo voy a usar esta ilustración, que muchos conocen en las Escrituras, del rey de la Gran Babilonia. Y yo hago la pregunta, ¿Quién reina durante el tiempo de Nabucodonosor? [4:42] ¿Quién realmente era quien reinaba? En la Biblia vemos en el Sermón del Monte, en una porción, que el Señor Jesús nos dice que estrecha es la puerta, perdón, dice, entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta, y el paseoso es el camino, que lleva a la perdición. [5:06] Y muchos son los que entran por ella, pero estrecha es la puerta, y angosto el camino, que lleva a la vida, y son pocos los que la hallan. [5:20] Cuando Sadrach, Mesach y Abednego, estando en la cautividad de Babilonia, fueron delatados, maliciosamente, delante del rey, que había mandado a erigir una estatua de 27 metros de altura, una estatua de 27 metros, y tres de ancho, y la había colocado en un lugar, para que al son de la bocina, de la trompeta, y del ruido, todos los seres vivientes se postraran, estos tres hombres, que eran hombres de Dios, no obedecieron la orden, de postrarse a adorar, la grandiosa imagen de oro, del rey Nabucodonosor, que había mandado a hacer. [6:09] Como fueron delatados, fueron llevados ante el rey, y entonces el rey los interroga, y les pregunta, que si era verdad, que le iban a tocar la trompeta y la bocina, para que se postraran a adorar, la imagen que le había hecho. [6:34] Recuerden que, hasta ese entonces, Daniel, y Sadrach, y Abednego, tenían un lugar de preeminencia, en el reinado de Nabucodonosor, porque recuérdense que Daniel, había tenido un sueño, que había revelado, se había convertido, en la mano derecha prácticamente del rey, y había intercedido, por Sadrach, y Abednego. [7:02] Ellos tenían, a pesar de que habían tenido, un poquito, unos inconvenientes al principio, cuando llegaron, tenían un lugar de preeminencia, en el reinado. Pero ahora, con esta acusación, maliciosa, obviamente, de los enemigos de Dios, y de los envidiosos, lo ponen en mal, adelante del rey, indicando esto, que fueron puestos en estrecho. [7:25] y, el rey, los trae, los trae, y dice, y es verdad, Sadrach, Mesach, y Abednego, que vosotros, no honráis, a mi Dios, ni adoráis, la estatua, que yo he levantado, es verdad eso. [7:49] Ellos dijeron, es aquí nuestro Dios, a quien nosotros servimos, nos puede librar, de ese horno de fuego, que era la consecuencia, del que no adorase la estatua, el Dios, al que nosotros servimos, nos puede librar, de ese horno de fuego, y de tu mano, nos librará, y si no, sepas, oh rey, que nosotros, no serviremos, a tus dioses, ni adoraremos, la estatua, que tú has levantado. [8:25] Ese fue un desafío, intolerable, para el rey más grande, de la tierra, en aquel entonces, el rey Nabucodonosor, y mandó a calentar, el horno, siete veces más caliente, que como estaba, y lo arrebataron, para tirarlo, en el horno de fuego, y ustedes saben, en que, como terminó la historia, ellos no perecieron, en el horno de fuego, perecieron lo que los lanzaron, pero no ellos, y cuando los mandan, a salir del horno, ardiendo, dice la escritura, que ni aún, sus cabellos, se habían quemado, y que sus ropas, ni siquiera olían a humo, salieron vivos, entonces rey, dice, bendito sea Dios, el Dios de ellos, el rey Nabucodonosor, entonces, cambió, cambió de parecer, y dijo, bendito sea, el Dios de ellos, el Dios de sus siervos, que confiaron en él, no cumpliendo, el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos, antes, antes, que adorar, a otro Dios, que a su Dios, entonces, quien reinaba, cuando Nabucodonosor, era rey, el Dios del cielo, lo que vamos a ver hoy, yo le llamé, yo le titulé, [9:58] Dios, está, conmigo, en la aflicción, y habrán dos puntos, con muchos subpuntos, pero los dos puntos principales, son, el primero, es, aborreciendo a Dios, y no, al hombre, y el segundo punto, astucia aplicada, divide, y vencerás, voy a, introducir, haciendo un breve recuento, de lo que se había dicho anteriormente, porque hoy estamos llegando, en el versículo 30, al final de un capítulo, y básicamente, lo que había pasado, recuerden, recuérdense, que Pablo estaba en Jerusalén, había habido un tumulto, le querían quitar la vida, cuando ellos oyeron, que Pablo, Dios le había dado, la instrucción, de que le fuera a predicar, a los gentiles, siendo ellos judíos, eran un escarnio, una, a la chusma, a los inferiores, y se enojaron, contra Pablo, porque él le dijo, que Dios, le había instruido, a ir a llevar el evangelio, a esos, y alzaron su voz, se hizo el tumulto, se hizo el escándalo, dijeron, que no, que no era justo, que ese hombre quedara vivo, en la tierra, estaban airados, contra Pablo, daban voces, tiraban las ropas al aire, etcétera, ustedes han oído hablar de eso, ya en otros mensajes anteriores, pero el tribuno, que era un, oficial romano, de alto rango, lo llevó a la fortaleza, lo protegió, y tenía la inquietud, de averiguar, quién es este Pablo, y comenzaba a hacerle preguntas, vamos a ver más adelante, más detalles, en cuanto a eso, lo protege, quería saber, por qué había sido condenado, no entendía, por el tumulto, y el griterío, se da cuenta, que Pablo, era ciudadano romano, y que no podían, golpearlo, ni hacerle daño, y más detalles de esto, como les dije, en otro mensaje anterior, ustedes pueden, obtenerlo, si quieren más detalles, en cuanto a eso, que ya hemos visto anteriormente, esta era la situación, donde el apóstol Pablo, se encontraba en este momento, estaba en la fortaleza, apresado, para protegerle la vida, el tribuno, lo protegió, y lo llevó, pero, al día siguiente, decide, sacárselo a los judíos, con la intención, de investigar, e indagar, más a fondo, acerca de quién era, este supuesto Saulo, [12:49] Pablo, el tribuno, entonces, está indagando, y buscando respuesta, en Hechos 21, versículo 3, dice, entonces, llegando al tribuno, le prendió, le mandó a atar, con dos cadenas, y, estoy haciendo un recuento, del tribuno, porque quiero que ustedes, tengan en mente, este personaje, el tribuno, el tribuno, el tribuno, era un alto, oficial romano, porque él tiene una parte, muy importante, en esta porción, que estamos viendo, y el tribuno, yéndonos, a un pasaje anterior, dice, que el tribuno, lo primero que hizo, fue que lo mandó a atar, con dos cadenas, en medio del tumulto, le pregunta, que quién era, y que qué había hecho, y no podía entender, por el desorden, en el versículo, capítulo 22, 23, dice, y mandó el tribuno, a que lo metiesen, en la fortaleza, y ordenó, que fuera examinado, con azotes, vamos a examinarlo, con azotes, a ver si él dice, quién es, y por qué es este problema, este desorden, fíjense, que el tribuno, estaba muy, empecinado, en averiguar, acerca de este hombre, en el capítulo 22, más adelante, dice, y el tribuno, le dijo, dime, y es verdad, que tú, eres un ciudadano romano, porque se enteró, que era ciudadano romano, porque lo mandó a golpear, y en realidad, [14:22] Pablo, era ciudadano romano, entonces, ahí se asustan, porque no se le podía golpear, a un ciudadano romano, sin haberlo, antes acusado, entonces, el tribuno, estaba intrigado, con Pablo, y en, en el hecho 22, 30, que era el versículo, primero, que nos tocaba, para el día de hoy, dice, que a ese día siguiente, el tribuno, desierto, por la, quería saber la causa, por la cual, le acusaban los judíos, le soltó de las cadenas, y mandó a llamar, a los principales, sacerdotes, y a todo el concilio, y sacando a Pablo, se lo presentó a ellos, para aclarar, Pablo, es, judío, porque, que desciende, del pueblo de Israel, de la descendencia, del linaje, en la carne, y también, practicante, los acusadores, también son judíos, que lo están acusando, porque hay un desacuerdo, el centurión, es romano, pero el centurión, piensa, bueno, yo voy a llamar, a la, a la, a la crema innata, de la, de la religión judaica, para que me investiguen, a Pablo, porque yo quiero saber, que, quien es este hombre, entonces, eso es lo que él hace, e invita, a los, principales sacerdotes, y a todo el concilio, y le saca a Pablo suelto, vamos a ver, si se descubre, el dilema, de quien es este hombre, resulta, que eso, es lo que sucede, este, tribuno, su nombre era, [16:11] Claudio Licias, que lo vamos a ver, un poquito más adelante, en el mismo libro, en el mismo capítulo 23, ese era llamado, Claudio Licias, entonces, yo pregunto, o nos podemos preguntar, ¿y por qué, tanto odio, a uno de, en contra de uno, de sus hermanos judíos, por qué los mismos judíos, están aborreciendo, a otro judío, a uno de sus hermanos, por qué tanto odio, pudiéramos preguntarnos, el Dios, que esos judíos acusadores, pretendían servir, era el mismo Dios, que Pablo servía, o no, o no, porque los judíos, técnicamente, adoran al único Dios, verdadero, al Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, al creador del cielo, de la tierra, entonces, ¿por qué había este problema? [17:05] y no era un problema sencillo, ellos querían despedazar a Pablo, y matarlo, por eso fue que hubo que quitárselo de sus manos, no era sencillo el problema, era serio, el problema es, que en esos judíos acusadores, no había realmente vida, era una religión, de, dana, una religión de tradición, una religión, que mi papá era judío, y yo soy judío, porque la, la Biblia fácilmente, la Biblia nos enseña, que, que no es el verdadero, judío, el que lo es, porque fue circuncidado en la carne, porque fue circuncidado, o porque lo heredó, por la familia, sino el verdadero judío, es el que, tiene una circuncisión del corazón, en el cual Dios, ha hecho una transformación, y adoran al Dios verdadero, entonces, obviamente, aquí se notaba, quién era quién, porque un hijo de Dios, no quiere quitarle la vida a otro, ni odiarlo, o sí o no, y esta multitud de judíos, querían quitar a este hombre, de la faz de la tierra, pero el centurión, en medio de esta intriga, se dan cuenta, manténgase con eso en su mente, él está mirando todo, y le busca a, a los sacerdotes, le busca a toda esa gente, y lo suelta Pablo, ahí se los pongo, investiguenlo, vamos a decir, y qué sucede, bueno, una cruda realidad, algo sucedió, en Hechos 23, uno dice, que una vez Pablo estaba ahí, suelto, delante de todos esos líderes, de la religión judía, él dice, que mirándolos fijamente, [19:09] Pablo los miró, fijamente, y le dijo, varones, hermanos, yo, con toda buena conciencia, he vivido delante de Dios, hasta, el día de hoy, y el sumo sacerdote, cuando oyó esto, Ananías, ordenó, a los que estaban, junto a él, que le golpeasen en la boca, y le dieron una trompea en la boca, lo mandó a golpear, y dijo, Pablo, se dirige a ellos, asegurándoles, que él estaba viviendo, con una buena conciencia, delante de Dios, y estaba andando, en obediencia a Dios, sí o no, sirviéndole al Señor, estando dispuesto, a dar su vida por el Señor, él dice, yo con toda buena conciencia, estoy viviendo delante de Dios, y ahí está, todo eso, sacerdote, y religioso, de la alta clase, voy yendo a este Pablo, diciéndoles, que él, al supuesto Dios, que ellos también servían, lo estaba sirviendo, con una limpia conciencia, ahí fue cuando el, sacerdote, lo mandó a golpear, no sé si fue una trompada, lo que fuera, pero, que le golpearan en la boca, obviamente, este, esto que estaba padeciendo Pablo, este sufrimiento, este odio, no era contra Pablo, necesariamente, no era contra el hombre, como digo, era contra Dios, sí o no, era una forma de manifestar, su odio contra el Dios verdadero, porque Dios, no vivía en sus corazones, de ninguno de estos, religiosos, no importa, el rasgo que tuvieran, la mayoría de esos, acusadores, como les digo, eran practicantes, judíos, quizás pertenecían, a los fariseos, a los saduceos, a los esenios, o a los celotes, quizás iban a la sinagoga, aprendían la cosa de Dios, quizás conocían mucho, las escrituras, pero no había nada, en el corazón, [21:50] Dios no vivía, en sus corazones, y eso también, pudiera pasar, con nosotros, con algunos, llamados cristianos, no sólo es cristiano, el que simplemente, lo profesa, sino el que lo es, del corazón, resultando, en una transformación, divina, obrada, por el Espíritu Santo, para ser un verdadero cristiano, tiene que haber, una transformación, del corazón, que solamente Dios, mediante su Espíritu Santo, puede hacerlo, no podemos, hacerlo, por nuestra propia cuenta, sin la ayuda, e intervención, divina, y el centurión, así, con una pregunta, interrogando, y qué es esto, pues esa fue, la cruda realidad, el Señor, no nos ha dicho, que, por ser cristiano, no vamos a sufrir, todo lo contrario, el apóstol Pablo, era un siervo, escogido de Dios, no estuvo, exento del sufrimiento, ni de la persecución, tampoco estuvo, exento del sufrimiento, del Señor Jesucristo, el mismo Dios, hecho hombre, ni a ninguno de nosotros, se nos ha prometido, que vamos a ser librados, o estar exentos, de la persecución, o del aborrecimiento, por su nombre, por causa de su nombre, pero, ¿cómo podemos nosotros, los creyentes, soportar, toda esa aflicción, y aún tener gozo, y permanecer fieles, ¿cómo es que nosotros, podemos lidiar, con todas esas, cosas, y permanecer, siéndole fieles al Señor, ¿pueden acaso, las pruebas, o las persecuciones, destruirnos, y apagar, el candelero, de nuestra fe, [24:08] Filipenses 1.6, dice, estando persuadido, dice el apóstol, que el que comenzó, la buena obra, en vosotros, la perfeccionará, hasta el día, de Jesucristo, hay alguien, que esté encargado, de que nosotros, lleguemos, al fin, a la meta, en nuestro Dios, por eso, es que tenemos, que estar seguros, que estamos en Cristo, que no es un cristianismo, de profesión, ni que yo voy a la iglesia, y que yo voy a, a mejorar, mi vida, y que lo otro, sin Cristo, no va a llegar, no puedes, de los versículos, de 3 al 5, vemos, que, hubo una respuesta, de Pablo, de parte de Pablo, de Saulo, cuando le sucedió, este evento, Pablo responde, entonces, Pablo le dijo, después que le dieron, ese golpe, le dice, [25:10] Dios te golpeará a ti, pared blanqueada, estás tú sentado, para juzgarme, conforme a la ley, y quebrantando la ley, me mandas a golpear, los que estaban ahí presentes, le dijeron, al sacerdote de Dios, injurias, y Pablo le dijo, no sabía, hermanos, que este era, el sumo sacerdote, pues, escrito está, no, maldecirás, a un príncipe, de tu pueblo, y hay un pasaje, en Éxodo 22, que dice, no injuriarás, a los jueces, ni maldecirás, al príncipe, de tu pueblo, entonces, cómo podemos solucionar, este evento, nosotros sabemos, como creyentes, que el que te quiere una mejilla, le da la otra, lo vemos en el Semón del Monte, y que, el mismo Señor, cuando estaba siendo acusado, pudiendo haber tenido defensa, de parte del Padre, no, se defendió, pero, yo voy a citar aquí, [26:20] Matthew Henry, el comentarista, lo que él, lo que él explica, en cuanto a eso, lo que él dice, dice que, voy a citarlo, dice, él atribuye, una buena razón, para esta acusación, o esta respuesta, que Pablo le da, a este supuesto, líder religioso, que debería conocer, la ley, y aplicarla, porque la estaba violando, al mandar a golpear a Pablo, sin ni siquiera, haberlo acusado, o condenado de nada, también estaba, el que lo mandó a golpear, estaba violando, la ley de Dios, entonces Pablo, le responde, de esa manera, y dice, Matthew Henry, dice, porque, voy a citar, esto es Matthew Henry, que está diciendo, dice, porque, porque, porque te sientas allí, de la, porque, porque, porque te, porque te sientas allí, como presidente, de la suprema, judicatura de la iglesia, le está hablando, al, al que lo mandó a golpear, como tú te sientas ahí, como el supremo líder, de la iglesia, pretendiendo juzgarme, según la ley, para condenarme, por la ley, sin embargo, me ordenan, a que me castiguen, antes de que se pruebe, si hay en mí, algún delito, contrario a la ley, nadie debe ser golpeado, a menos, que sea digno de esto, [27:48] Deuteronomio 25.2, es contra la ley, humana, divina, natural y positiva, impedir que alguno se defienda, y condenarlo, sin ser escuchado, cuando Pablo fue golpeado, por la plebe, porque él no fue el que lo golpeó, le dijo a los, oficiales que lo golpearan, dice, pudo, él pudo haber dicho, padre, perdónalo, porque no saben lo que hace, verdad que sí, pudo haberlo dicho, pero, era inexcusable, para un sumo sacerdote, que debería conocer, las palabras de Dios, que no lo juzgara, conforme a la ley, entiende, el sacerdote, violó la ley de Dios misma, y vamos a ver más adelante, que hay ocasiones, donde, la verdad tiene que ser, expuesta, porque hay un, hay justicia, nosotros, hay una justicia, Cristo nunca se defendió, a sí mismo, pero, cuando él vio, que en el templo, recuerdan, se estaban burlando, de su padre, haciendo negocios, él tomó, el látigo, y las mesas, y los cambistas, y los que vendían palomas, y demás, y la volteó, y dijo, la casa de mi padre, será llamada, casa de oración, o sea, que hay momentos, donde la verdad, debe ser, expuesta, o Juan el Bautista, lo hemos mencionado antes, había un acto, de adulterio, y él le dice, al rey, que no podía tener, la mujer, de su hermano, y saben que, recuerdan, lo que le sucedió, a Juan el Bautista, terminó, sin cabeza, le cortaron la cabeza, pero, no tuvo temor, a veces nosotros, nos amedrentamos, y a veces, no tenemos problemas, porque no, tenemos miedo, no queremos decir, la verdad a veces, para que no nos, vaya mal, si o no, sean honestos, yo, seamos honestos, nosotros, entonces, después de eso, [29:58] Pablo, todavía tiene el problema, que tiene sus, acusadores, ahí, en medio, y tenía que resolver, el problema, como se iba, a librar, de esta situación, porque era para matar, lo que estaban, lo querían, entonces, él usa, el mensaje, de la resurrección, como un argumento, a favor de su fe, en los versículos, 6 al 10, dice, que entonces, Pablo, notando, que en ese grupo, que estaba ahí, habían fariseos, y habían saduceos, y él, les dice, varones, hermanos, yo, soy fariseo, hijo de fariseo, acerca de la esperanza, y de la resurrección, de los muertos, a mí se me juzga, cuando dijo esto, se produjo una disensión, entre los fariseos, y los saduceos, me paro ahí, un momentico, antes de seguir leyendo, [31:05] Pablo está usando, una astucia divina, porque recuérdense, que él es el culpable, en todo esto, aparte de que ahora, le dieron una trompada, o lo que fuera, en la boca, y están, los líderes enojados, con él, y la multitud también, como se iba a ir a librar, de esta situación, entonces, verdad que sí, era, necesitaba sabiduría divina, pero él, al saber, que los fariseos, creían, en la resurrección, en el espíritu, y otras cosas, y los saduceos no, dice, hermanos, yo estoy aquí, en otra palabra, les predica, acerca de la resurrección, de los muertos, en otra palabra, su fe en Jesucristo, que había resucitado, de los muertos, aparte de que va a usar, el argumento, como divide and conquer, divide, y vencerás, que es un dicho, en inglés muy conocido, divide, cuando tú divides, a las multitudes, tú conquistas fácil, porque todo el mundo, está uno en contra del otro, y eso es lo que vemos, en el mundo, en el día de hoy, los blancos, los negros, los que trabajan, las mujeres de los hombres, ellos quieren dividir, a todo el mundo, para que todo el mundo, pelee el uno contra el otro, y ellos entonces, digan, estos no tienen poder, contra nosotros, y lo conquistan, no conquistan fáciles, no hay unidad, la unión, hace la fuerza, un dicho, en francés, tremendo, la unión, hace la fuerza, pero si estamos divididos, nos dan un empujoncito, y nos caemos, está todo el mundo dividido, que de paso, [32:40] Satanás, es muy astuto, y eso hace, en las iglesias, muchas veces, las divide, unos creen en esto, los otros creen en los otros, y cuando tú vienes a ver, ya no hay una unidad, tampoco hay, un frente, para hacer frente, a la maldad, la verdad, bueno, la cosa es, que entonces Pablo, les dice, yo estoy aquí, problema mío, en otras palabras, es que yo predico, y creo, en la resurrección, de los muertos, obviamente, si Jesucristo, se le apareció, lo salvó, le había dado su testimonio, y Cristo le habla, e incluso lo manda a predicar, a los gentiles, eso quiere decir, que Jesucristo, el hijo de Dios, había muerto, y había resucitado, y Pablo, estaba teniendo problemas, porque por causa, de ese Jesucristo resucitado, es que lo tienen ahí preso, y lo quieren matar, entonces, al él decirle, eso hermano, es que yo estoy aquí, para proclamar, la resurrección, de tres muertos, entonces, ahí, los fariseos, y los saduceos, comenzaron a pelearse, no, que nosotros no creemos, se da cuenta, le flojó, lo dividió, hay lugar para todo, fue en una forma, piadosa y buena, que lo usó, no fue para, era para poder, lograr su objetivo, y entonces, se divide la asamblea, para los saduceos, ellos no creen en la resurrección, ni en ángeles, ni en espíritu, pero los fariseos, afirman esas cosas, y entonces, se armó, un vocerío, dice aquí, un gran vocerío, entre ellos, entonces, lo puso a pelear uno con otro, y levantándose los escribas, de parte de los fariseos, contendían diciendo, ningún mal, hallamos en este hombre, oiga, oiga eso, después que lo querían matar, sale un grupo y dice, bueno, ningún mal hallamos en este hombre, que le parece, esa sabiduría, esa sabiduría, de lo alto, entonces, y dicen, obviamente, ellos estaban medio, dice, no me haya dado ningún mal en este hombre, que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, nos resistamos a Dios, nos resistamos a Dios, porque tú sabes, y habiendo, grande disensión, el tribuno, de nuevo, aquí vemos al tribuno, otra vez, otra vez, perdón, el tribuno, teniendo temor, de que Pablo, fuera despedazado, por ellos, wow, despedazado, esa es la palabra, que usa la Biblia, se lo querían comer vivo, a Pablo, lo querían en pedacito, para que no fuera despedazado, mandó, que lo bajasen, los soldados, y que se lo llevaran, que se lo arrebatasen, de en medio de ellos, y que se lo llevaran, a la fortaleza, fíjense, [35:45] Dios está usando, a un inconverso, para proteger, a un creyente, ven, Dios usa medios, ese hombre importante, ese hombre era el jefe, de un gran ejército, de hombres, que estaban a su cargo, era un hombre, de suma importancia, de influencia, en el imperio romano, él envía a los soldados, a recatar a Pablo, de mano, de sus perpetradores, y la última porción, de ese pasaje, en el versículo 11, nos dice, que a la noche siguiente, se le presentó, todo el señor a Pablo, y le dijo, ten ánimo, Pablo, pues como has testificado, de mí, en Jerusalén, así es necesario, que testifiques, también en Roma, aquí hubo, un descansito, un descanso, como yo mencioné, a ese título, uno de los subtítulos, hubo una cruda realidad, ustedes creen, que fue fácil, todo lo que el apóstol Pablo, pasó, hay una realidad, dura, en la vida, de un cristiano, mientras más fieles, somos al señor, más dificultad, vamos a tener, no solamente, de los impíos, hasta, hasta de nuestros hermanos, porque cuando uno, quiere hacer, la voluntad de Dios, de, inmediatamente, empiezan los comentarios, que es un legalista, que es lo que se cree, y que, o sea, [37:35] Jesucristo fue aborrecido, y era el hombre más santo, y no lo toleraban, el hombre más santo, que ha existido en la tierra, y ven como terminó, entonces, hay algunas cosas, que pudiéramos aprender, nosotros, de todo esto, tengamos en mente, que Dios está con nosotros, en medio de la aflicción, en todo eso, Dios no estaba escondido, escondido, fíjense, que, no lo que mencioné hoy, pero, a él lo habían agolpeado, la multitud, lo agolpeó, recuerden, que ahí fue cuando el tribuno, empezó, y lo mandó a rescatar, la primera vez, ya lo estaban agolpeando, para matarlo, no para, para que se caiga, era para matarlo, y Dios, usó los medios, o sea, [38:37] Dios, siempre está presente, Dios, está conmigo, siempre, en medio de la aflicción, el sendero, el sendero, es tortuoso, verdad que sí, es difícil, en Filipenses 3, 8, sabiendo nosotros, que la puerta, y el camino, son angostos, y que Dios, nos ha prometido, persecución, el que quiera, vivir piadosamente, recuerden, en Cristo Jesús, que dice, padecerá persecución, pero, que dice Romano 8, 27, dice, así pues, sigamos confiados, adelante, así que pues, que sigamos confiados, adelante, el Señor reina, y está nuestro, parece que no puse la cita aquí, dice, pero, el Señor reina, y está a nuestro lado, el Señor no nos deja, la puerta es estrecha, el camino es angosto, pero no estamos solos, el tribuno, un personaje importante, como les mencionaba, varias veces ya, quería indagar, estaba buscando respuestas, y quien sabe, lo que Dios, estaba haciendo, en ese hombre, en su corazón, porque él estaba mirando, obviamente, estuvo, pudo percibir, ciertas injusticias, si o no, él pudo probablemente, dislumbrar, que había un problema, ahí, que no estaba bien, algo que no andaba bien, [40:16] Dios, quien reina, usa instrumentos, en este caso, para preservarle la vida, al apóstol Pablo, y así también, lo hace Dios, con nosotros, sus hijos, si o no, siempre aparece, un buen samaritano, a los creyentes, Dios siempre, le mete la mano, si o no, si usted es creyente, usted sabe, que Dios, no lo va a desamparar, no he visto justo desamparado, ni uno de sus descendencias, que mendigue pan, pero Dios usa a veces, los inconversos, o, yo le voy a preguntar, si usted tiene un trabajo, son sus jefes cristianos, fieles al Señor, puede ser que sí, pero quizá un poco porcentaje, eso quiere decir, que Dios usa a los inconversos, para proveernos a nosotros, el pan de cada día, porque si mi jefe, no tuviera trabajo, y no lo bendice, yo no tuviera empleado allá, ¿verdad que sí? [41:26] ¿verdad que no? O sea que Dios usa, medios, para proveerle a sus hijos, y a lo mejor, Dios está bendiciendo a su jefe, porque quiere tenerlo a usted ahí, dándole el pan de cada día, algún día, ¿saben qué? [41:44] Muchas cosas serán reveladas, así que si el jefe no es creyente, debería tener temor de Dios, y tratarnos bien, la cruda realidad, porque es cruda, la persecución, el sufrimiento, sufrimiento, persecución, aflicción, es el pan de diario, y es bueno que ustedes, por si se estuvieran preguntando, sí, pero los inconversos sufren, también es cierto, todo el mundo sufre, como las chispas se levantan al aire, así el hombre nació para la aflicción, dice la escritura, pero el creyente va a sufrir, aparte de, las leyes de la naturaleza, que todo tiene consecuencias, si usted no estudió, o si usted es perezoso, le va a dar más trabajo a la vida, esas son leyes naturales, consecuencias naturales, como el pastor te diría, hay consecuencias naturales, si usted es perezoso, le van a crecer caldo y espina, en el jardín suyo, no va a ir a arrancarlo, va a tener dificultad en la vida, pero, todos tendremos, los creyentes, por causa de nuestro amor al Señor Jesús, vamos a ser aborrecidos, porque el hombre aborrece a Dios, como les digo, [43:10] Dios está conmigo en la aflicción, cuando, a Pablo lo abofetearon, y lo agolpearon, y lo querían cortar en pedacitos, eso se lo querían hacer a Dios, era el Señor que le querían, cortar en pedazos, y quitarlo de la faz de la tierra, que hacen los países, cuando, viene un reinado, comunista o socialista, como la vez, una de estas veces pasadas, que hablamos de la carta de un comunista, ellos odian a Dios, ellos quieren ponerse en el lugar, que se puso Nebucodonosor, por encima de Dios, y decir que ellos son, quien reina, y hay una frase, que me viene a la mente, en este momento, que pudiera casi ser blasfema, un dicho, que hace muchos años oí, que le decían a alguien en Cuba, pídele a Dios pan, para que te lo dé, ahora pídele a Fidel pan, ven que blasfemia, porque él podía dárselo ahí, en ese momento, como que Dios no pudiera darle pan, pero, el hombre quiere destruir a Dios, y si usted es un creyente, que profesa fe en Cristo, y que tiene principios bíblicos, si su iglesia tiene principios bíblicos, y usted, alguien se molesta, y dice que no quiere volver a su iglesia, porque son muy rígidos, porque tal cosa, porque predican tal y lo otro, la verdad de la palabra de Dios, y se van, se molestaron, fue contra Dios, el Dios que nos ha dejado su verdad revelada, y su palabra, la respuesta intensa que Pablo dio, como les mencioné, hay momentos, y son duros muchas veces, cuando tenemos que decir la verdad, no de que yo, no tengo pelo en la lengua, yo le digo a cualquiera la verdad, no, no estamos hablando de eso, eso es una ira disfrazada, una venganza disfrazada, cuando usted tiene que decirle, al que le da una, devolverle, eso es, una venganza, la venganza es mía, dice el Señor, y yo pagaré, ahora, hay verdades, que hay que decirlas, y a veces, usualmente requieren mucha necesidad, mucha oración, hasta ayuno, cuando hay que decirle a alguien la verdad, y uno, wow, yo sé que va a pasar si se lo digo, ¿verdad que sí? [45:31] Uno lo piensa mil veces, pero, el Señor está a nuestro lado, esa es la ventaja, el Señor no nos deja solos, el Señor no dejó a Pablo, le dieron una bofetada, le dieron en la boca, lo iban a matar, pero ahora vemos al final, que hubo paz, cuando hubo la disensión, y el mismo Señor le habla esa noche, y le dice, que, ten ánimo Pablo, en otra palabra, yo estoy aquí contigo Pablo, ten ánimo, pues como tú has testificado en Jerusalén, tú también vas a ir a Roma, no era el tiempo de Pablo todavía para irse, Dios quizá no nos va a hablar a nosotros, de la igual manera, porque no lo vamos a oír, pero el Señor le habló directamente a Pablo, y le dijo, Pablo, yo estoy aquí contigo Pablo, tú vas a llegar a Roma, no te van a despedazar, esa disculpa intensa, como les digo, pidámosle a Dios, que nos dé sabiduría, y que encomendemos al Señor nuestro camino, en el Salmo 37, 5 dice, encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él, y Él hará, el Señor está a nuestro lado, si somos suyos, si somos sus hijos, en cuanto a la, a esa respuesta, de Pablo, wow, fue impactante, que nos dé sabiduría a Dios, para saber cuándo hablar, y, cuándo callar, quizá a veces es más fácil hablar, a veces, para algunos que les gusta hablar mucho, pero también hay que saber callar, porque si es el momento, de poner la otra mejilla, es el momento, de poner la otra mejilla, pero necesitamos que Dios nos dé sabiduría, cuando Pablo usa el mensaje, de la resurrección, como argumento, obviamente, oremos para que Dios, nos dé, nos dé esa sabiduría, de qué hacer, en un momento de tranque, cómo Dios le iluminó la mente a Pablo, predicó el evangelio, y dividió la multitud, y lo dejaron ir, wow, eso, un con todo, como quien dice, y, el Señor cuida, de nosotros, y siempre lleva a cabo, su plan, el Señor cuida de nosotros, y siempre lleva a cabo, su plan, [48:17] Pablo tenía que ir a Roma, todavía, porque Dios tenía, todavía, que iba, él iba a dar testimonio, allá en Roma, también, de su conversión, y otras cosas, y un milagro, y otras cuantas cosas, que iban a pasar camino, allá, todavía, el propósito de la vida de Pablo, no había concluido, en la tierra, porque quien es que reina, y quien es que está en control, Nabucodonosor, no, Dios está sentado en su trono, y es reina, cuando Pablo lo querían despedazar, o ya lo estaban golpeando, para matarlo, Dios estaba reinando, en Pablo todavía, parecía que lo iban a matar, ya, y él pudo haber dicho, bueno, hasta aquí llegó mi amor, como dicen, pero no era su momento, en conclusión, quien es que reina, Nabucodonosor, es que reina, en Babilonia, en el capítulo 4, lo que yo leí, lo que yo comenté al principio, estaba en el capítulo 3, de Daniel, y en el capítulo 4, vemos que hubo, hubo otra situación, que aconteció, con el rey, [49:22] Nabucodonosor, y fue, que él se glorió, con la gran Babilonia, que yo he edificado, no le dio la gloria a Dios, Dios lo humilla, lo convierte en una bestia, como una bestia salvaje, él estaba viviendo, en el campo, al rocío de la noche, él amanecía afuera, como una bestia, se le, perdió, perdió la razón, después que Dios le recobra, la razón, él dice algo, él, él, él le da la gloria a Dios, y dice, bendito, primero, recuérdense, la humillación, fue porque él, usurpó, la gloria de Dios, y se la atribuyó a él, diciendo, mira esta grande Babilonia, que yo he edificado, el rey, este rey poderoso, toda esta gloria, yo con mis manos, la he edificado, y Dios le dijo, no, tú vas a ser, humillado, entonces Dios lo humilla, después que pasó el tiempo de la humillación, entonces, vuelve la razón del rey, [50:26] Abucodonosor, y entonces dice estas cosas, y dice, él dice que él bendijo, alabó, y glorificó al Altísimo, a Dios, al que vive para siempre, cuyo dominio, esto es Salomón, esto es Abucodonosor hablando, cuyo dominio y reino, es por todas las edades, diciendo, todos los habitantes de la tierra, son considerados como nada, él hace, según su voluntad, en el ejército del cielo, en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, ni le diga, ¿qué haces? [51:09] wow, eso fue el rey Salomón, el rey Abucodonosor, después que fue humillado, dijo, él es el que reina, dice que los habitantes, dice, no hay nada, que detenga su mano, y que le digas a Dios, ¿qué haces? [51:26] esa fe que tuvo Daniel, Daniel era uno de los, Daniel Mesac, Sadrán Mesac, Abednego, Daniel era uno de los cuatro, cautivos, con Sadrán Mesac y Abednego, los que fueron lanzados al horno de fuego, Daniel, estaba ahí, era uno de ellos, no de que fue lanzado al fuego, pero era parte del grupo, dice la Biblia, que Daniel, decidió no contaminar, su corazón, ellos fueron llevados a la corte del rey, y el rey le dice, intruyame a esos jovencitos, en toda la enseñanza del reino, para yo, en otra palabra, que me sirvan a mí, y Daniel representando, a sus compañeros, dice que él decidió no contaminarse, en su corazón, y que él no iba a comerse esa comida, ni el vino que le daba el rey, quizás santificado, ofrecido, quizás a los ídolos, paganos, él dijo, él decidieron no contaminarse, en otras palabras, ya de ahí comenzó, a decidir, por qué puerta, iba a entrar Daniel y su compañero, por la puerta ancha, por la puerta estrecha, porque imagínense, le iban a dar el privilegio, de comer de la comida del rey, y ellos deciden, no, nosotros no nos vamos a contaminar, con esa comida, danos vegetales, ellos decidieron en su corazón, no contaminarse, o sea, que estamos viendo, hay una disposición, del corazón de ellos, pero también dice las escrituras, que, a esos cuatro muchachos, en Daniel 1, 17, a esos cuatro muchachos, porque eran jóvenes, eran jovencitos, no eran adultos, probablemente eran adolescentes, que, a esos cuatro jóvenes, [53:15] Dios les dio conocimiento, inteligencia, en todas las letras, y las ciencias, y Daniel tuvo entendimiento, en toda visión y sueños, ellos decidieron entrar, por la puerta estrecha, y por el camino angosto, y ahí vemos, la disposición de ellos, de ellos, y la gracia de Dios, bendiciéndolos, porque pudieron, Sadrach, Sadrach, Sadrach, y Abednego, decirle al Rey, que Dios lo libraría, de su mano, y si no, y si Dios no lo libraba, de su mano, ellos tampoco se iban a apostar, a adorarle, ni a servir, a esa imagen, que le había hecho, entonces, ellos estaban, en el camino, la gracia de Dios, estaba con ellos, ellos en su propia fuerza, no hubieran podido, soportar, ni resistir, ni hablarle, cara a cara, al Rey, a decirle, que no le iban a obedecer, en su cara, el Señor mismo, así como, protegió a Sadrach, a Mesach, y a Abednego, también protegió a Pablo, ustedes creen que Pablo, andaba por la puerta ancha, o por la puerta estrecha, ustedes creen que Pablo, andaba por el camino ancho, o por el estrecho, dice, [54:39] Pablo, sé vivir humildemente, y tener abundancia, en todo, por todo, estoy enseñado así, para ser saciado, o para tener hambre, o tener abundancia, para padecer necesidad, todo lo puedo en Cristo, que me fortalece, despojémonos, pues, de todo el peso, y del pecado, que nos asedia, y corramos, con paciencia, la carrera, que tenemos por delante, para andar, por el camino estrecho, no se puede andar, con mucha, y por la puerta estrecha, es bien estrechito, el sendero, que lleva al cielo, mientras menos, mientras menos, cosas tenemos encima, más fácil, y la puerta estrella, no se puede andar, entrar con toda la riqueza, y con todo lo lujo, y no, no, no, hay que despojarse, dice, despojémonos del peso, y del pecado, que nos asedia, y corramos la carrera, porque queremos llegar, el mismo Señor Jesús, dice la Escritura, que se despojó, se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, [55:48] Jesús sabía, que como ser humano, tenía que entrar, por la puerta estrecha, y andar por el camino, que era angosto, hasta el mismo Señor Jesús, porque conocéis, porque ya conocí, conocéis la gracia, de nuestro Señor Jesús, que por amor a vosotros, se hizo pobre, el Señor Jesús mismo, se hizo pobre, siendo rico, el Señor es celoso, de los suyos, el Señor es celoso, de sus hijos, los protege, como a la niña, de sus ojos, tanto creyentes, como no, vamos a tener aflicción, como dije antes, en este mundo, Sadrach, Mesach, y Abednego, tuvieron un defensor, Pablo, también tuvo un defensor, y Pablo dice, en 2 Timoteo 11, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron, en Antioquía, [56:57] Listra, y Conio, persecuciones, he sufrido, dice Pablo, pero, de todas, me ha liberado, el Señor, permítame preguntarles, a ustedes, que están ahí, sentados, ¿quién, es tu defensor? [57:19] ¿a quién tú tienes, para que te defienda? el Dios Altísimo, te está invitando, a venir, a hallar descanso, en él, para que te refugies, y te protejas, bajo la protección, de la sombra, de sus alas, y él quiere, que tú eches, tus cargas, sobre él, venid a mí, todos, los que estáis, trabajados, y cargados, y yo, os haré descansar, oremos, Señor nuestro Padre, que está en los cielos, qué hermoso, es nuestro Señor Jesús, qué hermoso, eres, oh Dios, nuestro defensor, nuestro ayudador, nuestro auxilio, nuestro socorro, nuestro todo, gracias, por el Espíritu Santo, que ha desarmado, nuestros corazones, [58:24] Señor, si hay alguno aquí, que no tiene un defensor, que no tiene quien lo consuele, quien lo ayude, en sus aflicciones, en sus angustias, que busquen al Señor Jesús, que promete dar descanso, glorificate, damos gracias, bendice tu palabra, y lo pedimos en Jesucristo, amén. [58:44] amén. amén. amén. amén. amén.