Nuestro Pastor Nos estubo predicando en Hechos 8 :26-40 Tiene dos puntos
1)La Evidencia Del Evangelio
2)El Mensage Del Evangelio
[0:00] Bueno, mis hermanos, bienvenidos, saludos.
[0:20] Personas que están hoy aquí por primera vez, sean bienvenidos. Y vamos a continuar con el libro de Hechos. En el día de hoy vamos a estar viendo el capítulo 8, los versículos del 26 al 40.
[0:37] Hechos, capítulo 8, del 26 al 40, vamos a estar viendo. Voy a darle unos cuantos minutos para que lo busquen en su Biblia.
[0:48] Hechos, capítulo 8, del 26 al 40. Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo, Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
[1:15] Entonces, él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todo sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar.
[1:35] Volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías, y el espíritu dijo a Felipe, acércate y júntate a ese carro.
[1:52] Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo, Pero entiendes lo que lees. Él dijo, y cómo podré, si alguno no me enseñare.
[2:07] Y rogó a Felipe, que subiese y se sentara con él. El pasaje de la escritura que leía, era este. Como oveja a la muerte fue llevado, y como cordero mudo delante del que lo trasquila.
[2:26] Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia, mas su generación quien la contará.
[2:39] Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe, Te ruego que me digas, de quién dice el profeta esto, de sí mismo, o de algún otro.
[2:52] Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco, aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?
[3:10] Y Felipe dijo, Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo dijo, Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
[3:22] Y mandó parar el carro, y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.
[3:37] Pero Felipe se encontró en Azoto, y pasando anunciaba el evangelio, en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesárea. Vamos a orar, hermanos.
[3:51] Señor, gracias, por el privilegio, de poder predicar tu palabra, tu palabra que es santa, tu palabra que transforma.
[4:06] Tú eres el autor de esta santa palabra, tú eres el autor del evangelio, y sin tu ayuda no podemos predicar tu palabra. Señor, yo te pido que tu Espíritu Santo, aplique esta palabra, en el corazón de todos nosotros, los que no te conocen, para arrepentimiento y fe, y los que ya te conocemos, para seguir creciendo en la fe, seguir creciendo en santidad.
[4:31] Quítanos las distracciones, cualquier cosa que nos quite la concentración, cualquier preocupación que tengamos, quítanosla, Señor, desde nuestro corazón, y que nosotros estemos atentos, desde un principio hasta el fin, a esta santa palabra que va a ser predicada, en el nombre de Jesús.
[4:50] Amén. Yo recuerdo, mis hermanos, que siendo yo niño, viviendo en la República Dominicana, dos de mi tía fueron a vivir con nosotros por un tiempo, y ellas eran cristianas, ellas son cristianas, hubo una que partió con el Señor, hay otra que aún vive, y las dos eran cristianas, y ellas se preocupaban, por llevarnos a nosotros a la iglesia, nosotros, tres hermanos, que estábamos creciendo juntos, de padre y madre, mis otros hermanos no iban, pero ellas siempre me llevaban, a la iglesia, y se preocupaban, y siéndole honesto, yo no quería ir a la iglesia, y yo me encontraba esas horas, que eran largas esas horas, cuando yo estaba en la iglesia, y los domingos me despertaba temprano, ellas me llamaban y me llevaban a la iglesia, y siéndole honesto, yo no entendía nada, de lo que estaba sucediendo, en esa iglesia, había maestros, de escuelas bíblicas, que nos enseñaban a nosotros, los niños, y yo me acuerdo, de las figuras, que ellos ponían, para ayudarnos a nosotros, a comprender, pero mis hermanos, yo no entendía, absolutamente nada, y con el tiempo, fui convenciendo, a mis padres, para que, yo no siguiera yendo, a la iglesia, y lo logré, no seguí, dejé de asistir, a la iglesia, y, quizás, pienso, quizás, alguien debió acercarse, o preguntarme, tú estás entendiendo, lo que nosotros, estamos enseñando, tú estás entendiendo, lo que, nosotros, lo que tú, estás leyendo, en la biblia, pienso ahora, sobre todo, después de leer, este, estos versículos, que nosotros, vamos a ver ahora, que quizás, hubiese, sido muy importante, nosotros, estamos en el libro, de los hechos, nosotros, estamos viendo, la primera iglesia, nosotros, estamos viendo, como hubo, un conflicto, en la primera iglesia, cuando las, viudas, que, hablaban, el griego, se quejaron, de que eran, desatendidas, eran, ellas decían, que, las viudas, que hablaban, el hebreo, eran mejor atendidas, con relación, a la distribución, de los alimentos, y a la distribución, de la ofrenda, y los apóstoles, de Cristo, dijeron, no es justo, que nosotros, nos descuidemos, en la predicación, de la palabra, para atender, estos asuntos, entonces, le, vino la idea, de elegir, a diáconos, eligieron, siete diáconos, y nosotros, recordamos, estos diáconos, nos vienen, los primeros, que nos vienen, a la mente, es Esteban, acuérdense, que Esteban, es el primer diácono, que menciona, y después, mencionan a Felipe, y precisamente,
[8:06] Esteban, fue asesinado, fue, lo mataron, por predicar, el evangelio, eso nosotros, lo vimos, y nosotros, vimos, que posiblemente, Pablo, el apóstol Pablo, Saulo, en ese entonces, él estaba presente, cuando ocurrió, este asesinato, cuando ocurrió, este crimen, otro de los apóstoles, que nosotros, otro de los diáconos, perdón, que nosotros, recordamos, es Felipe, se dice, acuérdense, que en Jerusalén, hubo una gran percusión, una gran persecución, contra los cristianos, y tuvieron que, dispersarse, salir corriendo, salir huyendo, los apóstoles, se quedaron en Jerusalén, pero muchos, discípulos, del ser, muchos cristianos, muchos, muchas personas, salieron, estos diáconos, salieron, y precisamente, Felipe, Felipe, llegó a Samaria, y en Samaria, empezó a predicar, el evangelio, y nos dice, la palabra, que hubieron, grandes milagros, grandes señales, personas, que estaban, endemoniadas, fueron libertadas, fueron libertadas, del dominio, de esos demonios, que ejercían, sobre ellos, y dice, que la ciudad, se llenó, de gran gozo, hubo un gran gozo, en la ciudad, y, y, continúa, continuamos hoy, con, el diácono, con, con Felipe, en estos versículos, nosotros vamos a ver, que, el señor, nos continúa, hablando, de Felipe, de este, de este diácono, que predicaba, el evangelio, que hacía milagros, que libertaba, personas, de la posesión, demoníaca, y vamos a seguir, viendo hoy, a Felipe, en su ministerio, de la predicación, de la palabra, de llevar el evangelio, a diferentes lugares, y nosotros vamos a ver, hoy, dos puntos, mis hermanos, nosotros vamos a ver, la urgencia, del evangelio, y, ese sería, el primer punto, y el segundo punto, sería, el mensaje, del evangelio, y empezamos hoy, con el versículo, 26, de este capítulo, 8, miren, como empieza, yo quiero, que tengan su biblia, abierta, mis hermanos, dice, un ángel, del señor, habló a Felipe, diciendo, levántate, y ve hacia el sur, por el camino, que desciende, de Jerusalén, a Gaza, le estaba durmiendo, posiblemente, el ángel, se le presentó, y le dijo, que se levante, y que se, le dio el lugar, le dijo el lugar, donde él, se iba a dirigir, pero,
[10:39] Felipe, estaba siendo, exitoso, en el ministerio, que había iniciado, en la predicación, de la palabra, que había iniciado, aquí, en esta ciudad, en Samaria, acuérdense, que muchas personas, hombres, mujeres, dice, se convirtieron, al señor, él estaba siendo, él estaba siendo, exitoso, imagínense, una persona, que esté en una iglesia, él ya tenía una iglesia, que estaba creciendo, que estaba creciendo, enormemente, imagínense, una persona, que esté al frente, de una iglesia, y que la iglesia, esté creciendo, que muchas personas, se vayan integrando, a la iglesia, y que de repente, Dios le mande a salir, y lo que nos llama, la atención, de Felipe, que en ningún momento, en ningún momento, puso una objeción, en ningún momento, se opuso, a hacer lo que Dios, le estaba mandando, a hacer, le dijo, Felipe, levántate, y ve hacia el sur, por el camino, que desciende de Jerusalén, y Gaza, el cual es desierto, aquí la palabra, nos dice, que este camino, precisamente, es un camino, hostil, un camino, duro, era desierto, este camino, y el versículo 27, nos dice, entonces, que él se levantó, y fue, no puso, ninguna objeción, no puso, no, no se opuso, a hacer lo que Dios, le mandaba, y vuelvo, y les repito, él estaba teniendo, una iglesia, bastante exitosa, donde había, muchas personas, que estaban escuchando, el mensaje, de salvación, habían, estaban escuchando, el mensaje, de que Cristo, vino al mundo, y murió, por los pecados, de todos nosotros, de que Cristo, nos liberta, de la esclavitud, del pecado, porque, en verdad, hay una urgencia, hay una urgencia, en, predicar el evangelio, mis hermanos, hay una urgencia, el mundo, necesita de Cristo, el mundo, necesita escuchar, el mensaje, del evangelio, posiblemente,
[12:37] Felipe, sabía, que si el Señor, lo mandó, a alguna, a esa región, era por la urgencia, que hay, de la predicación, del evangelio, mis hermanos, el mundo, necesita, a Cristo, el mundo, necesita, escuchar, la buena noticia, del evangelio, nosotros, estamos viendo, cómo está el mundo, mis hermanos, nosotros, estamos viendo, cómo aumenta, cada día, la maldad, nosotros, estamos viendo, cómo están, las naciones, en guerra, cómo, nosotros, estamos viendo, cómo hay familias, divididas, cómo, nosotros, estamos viendo, matrimonios, que están destruidos, matrimonios, que son una pariente, pero, que en el fondo, esos matrimonios, que están destruidos, nosotros, estamos viendo, cómo los jóvenes, no respetan a sus padres, nosotros, estamos viendo, cómo, cómo hay una violencia, constante, en todo, en todo momento, en todos los lugares, mis hermanos, y el tiempo, es malo, y los días, son cortos, el tiempo, es malo, y los días, son cortos, nosotros, no sabemos, en qué momento,
[13:44] Dios, nos va a mandar a buscar, nosotros, no lo sabemos, no sabemos, cuándo va a ser, el último día, que nosotros, vamos a estar aquí, en esta tierra, y, y nos recordamos, inmediatamente, de, de, de este accidente, que hubo, este accidente, donde un helicóptero, chocó, con un avión, esto fue en esta semana, en estos días, me parece, que murieron, más de 60 personas, una tragedia, mis hermanos, los, los, los del helicóptero, creo que murieron todos, y del avión, murieron todos, también, más de 60 personas, y, lamentablemente, cayeron, en un, en un, en unas aguas, que estaban, estaban, congeladas, estaba, la hipotermia, posiblemente, mató a muchos, imagínense, esas personas, salieron, quizás, estaban, pensando, que iban a llegar, sin ningún tipo, de problema, cuando nosotros, viajamos, por lo regular, nosotros, pensamos, que no vamos, a tener ningún tipo, de problema, y que vamos, a llegar, a llegar bien, y, hay la historia, de una persona, que iba a viajar, con su perro, y, porque, no aceptaron, el perro, él no pudo viajar, no pudo viajar, y, no perdió la vida, esa persona, mis hermanos, se lo repito, de nuevo, los días, son cortos, y, los tiempos, son malos, estamos viviendo, tiempos, tiempos, bien difíciles, y, hay una urgencia, de nosotros, de que se predique, el evangelio, es una urgencia, mis hermanos, que nosotros tenemos, de predicar, el evangelio, porque, lo que el mundo, necesita, el mundo, necesita a Cristo, el mundo, necesita, a Cristo, mis hermanos, prediquemos, el evangelio, en todo momento, en todo tiempo, es, es como, vuelvo y pongo el ejemplo, discúlpeme, por ponerlo, de nuevo, es como, un carro, que va a un precipicio, donde un puente, se ha sido, destruido, imagínense eso, que nosotros, haríamos, si nosotros, llegamos primero, y nos damos cuenta, nosotros, nos detendríamos, pondríamos el carro, en el medio, para el que venga, no caiga, en ese precipicio, mis hermanos, necesitamos, predicar el evangelio, en todo tiempo, y en todo momento, entonces, dice, en el versículo 27, que,
[16:09] Felipe, se levantó, y fue, él no puso, objeción, fue obediente, a Dios, obediente, a la palabra, de Dios, estaba, obedeciendo, a lo que Dios, le había mandado, levántate, y él dice, que él se levantó, y fue, y que pasó, y sucedió, que un etíope, eunuco, cuando él se levantó, que iba caminando, por donde, el señor le mandó, por donde el señor, le ordenó, él vio, a un etíope, eunuco, dice que era, funcionario de Candace, pero aquí hay algo, que nosotros, tenemos que pararnos, a ver, porque, un etíope, eunuco, aquí hay muchas palabras, que quizás, nosotros no entendemos, que quizás, no comprendemos, necesitamos, que Dios, nos ayude, este, este etíope, sabemos que Etiopía, es una nación, es una nación, de África, acuérdense, que en ese tiempo, se consideraba, a Etiopía, como, que estaba, como, en los confines, del mundo, que estaba, como, en lo más lejos, del mundo, por así decirlo, y, este, nos llama, muchas cosas, la atención, de este etíope, primero, posiblemente, quizás, sea el primer gentil, que va, a recibir, el evangelio, de nuestro Señor Jesucristo, podríamos pensar, en eso, que posiblemente, iba a ser, el primer gentil, que iba, a recibir, el evangelio, de nuestro Señor Jesucristo, nos llama la atención, que dice, que era, eunuco, eunuco, que significa esto, muchas veces, las personas, que eran encargados, de cuidar, el harén, donde los reyes, tenían todas sus esposas, eran castrados, ya ustedes saben, se imaginan, ya saben por qué, no tengo que, darle mucha explicación, de esto, eran castrados, y así, los reyes, estaban más tranquilos, mientras ellos, estaban cuidando, a todas sus esposas, estaban tomando cuidado, de todas sus esposas, posiblemente, este eunuco, aunque haya eunuco, la misma Biblia, lo dice, que, que, que nacen, siendo eunucos, hay otros, que por causa del Señor, se comportan, como si fuera eunucos, que nunca se casan, nunca tienen, relaciones, relaciones íntimas, pero este hombre, vemos varias cosas, entonces, vemos que era, de raza negra, posiblemente, de raza negra, que era de, de África, que era, eunuco, pero, otra cosa, muy importante, este hombre, que nos menciona, aquí, la palabra de Dios, sabía leer, él estaba leyendo, estaba leyendo, el rollo, del libro de Isaías, y eso es, eso no, debe de llamar la atención, porque, en ese tiempo, no todo el mundo, sabía leer, entonces, esto nos dice, que esta persona, era una persona, que había estudiado, que sabía leer, y que era una persona, importante, porque él iba, en un carruaje, donde iban muchas, había muchas personas, que iban junto con él, y él iba, en un carruaje, entonces, sabía leer, era eunuco, era de raza negra, posiblemente, de África, y algo, que nos llama, mucho la atención, a nosotros, y era, que él venía, de adorar, en Jerusalén, wow, él tenía inquietud,
[19:29] Dios, le había puesto, en su corazón, el buscarlo, él tenía inquietud, de conocer a Dios, y aquí nos lo dice, claramente, que este, él, él está, él venía, miren como, en el, en la parte final, del versículo 27, y dice, y había venido, a Jerusalén, para adorar, él había ido, a Jerusalén, a adorar a Dios, pero, se ve el amor, que tenía por Dios, porque acuérdense, que en Deuteronomio, en Deuteronomio, capítulo, 23, Deuteronomio 23, versículo 1, dice, miren lo que dice, no entrará, en la congregación, de Jehová, el que tenga, amagullados, los testículos, o amputados, su miembro, viril, o sea, posiblemente, cuando él venía, desde, desde Etiopía, a Jerusalén, para adorar a Dios, que eran muchos kilómetros, ese era un trayecto, posiblemente, de dos semanas, para venir, a adorar a Dios, él no podía, entrar en el templo, quizá, posiblemente, estaría en el atrio, de los gentiles, en el patio, vamos a decirlo así, para que se entienda, y miren, todo lo que él hacía, él tenía sed de Dios, él quería, conocer a Dios, él estaba leyendo, la palabra de Dios, él estaba leyendo, lo que correspondería, ahora, el antiguo, testamento, o, posiblemente, estaba leyendo, solamente, el rollo, del libro, de Isaías, o, posiblemente, él tenía, completo, todos los rollos, de, del antiguo, testamento, eso nos dice, también, que económicamente, él, no tenía, esas, dificultades económicas, sabía leer, tenía, estaba leyendo, esto, estos rollos, no eran, no eran, no eran gratuitos, eran bien difícil, de conseguir, entonces, él tenía, una posición, él tenía, una posición económica, que no era difícil, no era, no era, no estaba, pasando, quizás, dificultades económicas, pero, nos dice, otro dato, con relación, con relación, a este, eunuco, etiopí, de etiopía, perdón, nos dice, algo también, y es que, él era el encargado, dice aquí, nos lo dice, en el versículo, 28, él, dice, en el versículo, 27, perdón, el cual estaba, sobre todos, sus tesoros, él era funcionario, de Candace, reina de los etiopí, etiopíes, entonces, y este título, la reina de Candace,
[22:08] Candace no es un nombre, es un título, precisamente, es un título, que se da, que se le daba, a la madre del rey, de etiopía, porque sucede esto, porque está sucediendo, esto, porque se consideraba, el rey, de etiopía, como, muy sagrado, muy divino, como si fuera, como si fuera, el mismo Dios, entonces, ellos decían, nuestro rey, es tan sagrado, es tan divino, que eso es pecado, todo eso, es tan sagrado, es tan divino, que él no se puede hacer cargo, de los asuntos, seculares, del reino, entonces, en este caso, nombraban, a su madre, como la reina, de etiopía, que era la que se encargaba, de, las, de administrar el reino, posiblemente, para que se entienda mejor, ella, era la que se encargaba, de administrar el reino, y el título, que ella tenía, el título, se llamaba, Candace, o, como si fuera, por ejemplo, el faraón, que el título, era el faraón, ese era el título, que ella tenía, entonces, este etiopí, etiopí, de etiopía, él era, o este eunuco, él podría ser, como el ministro de finanza, vendría siendo, en este tiempo, como el ministro de finanza, o sea, él tenía una posición, bastante elevada, tenía una posición, bastante alta, y Dios, había puesto, en su corazón,
[23:31] Dios, puso en su corazón, el buscarlo, Dios, puso en su corazón, el adorarlo, imagínense, todos los kilómetros, en ese tiempo, con un camino, desértico, con todas las dificultades, que había, y él, se trasladaba, de etiopía, a jerusalén, para, adorar a Dios, y nosotros, nosotros, que vivimos, cerca de la iglesia, y muchas veces, nosotros, no vamos, a la iglesia, muchas veces, por cualquier, cualquier cosa, nosotros, dejamos de ir a la iglesia, y miren este hombre, este hombre, aún sabiendo, lo que decía, en Deuteronomio, que no, no entrará, en la congregación, de Jehová, que tenga amagullados, los testículos, aún sabiendo, todo esto, la distancia, que tenía que recorrer, todas las dificultades, posiblemente, un camino, bien difícil, posiblemente, podrían ser asaltados, todas esas cosas, inclusive, en ese trayecto, podía hasta perder la vida, y él, iba al templo, a adorar a Dios, y nosotros, que hacemos, piensa, pensemos, ahora, porque estas palabras, nosotros las estamos leyendo, pero estas palabras, tienen que, tienen que llegar, a nuestro corazón, y nosotros, tenemos que aplicar, esta palabra, tenemos que preguntarnos, estoy yo, haciendo, el esfuerzo necesario, para visitar, la casa de Dios, para ir a adorar a Dios, para darle la reverencia, que Dios merece, estoy yo, viniendo los miércoles, de seis y media, a siete y media, a adorar a Dios, a orar, a orar junto, con los hermanos, miren todo lo que hacía, este eunuco, el etiopí, miren todo, todo, todo lo que él hacía, por adorar, y alabar a Dios, entonces, dicen el versículo 28, él volvía sentado, en su carro, y leyendo al profeta Isaías, wow, este hombre, este hombre verdaderamente, que Dios había, tocado su corazón, que Dios había, estaba obrando en él, porque miren, él iba sentado, en su carro, todo ese trayecto largo, y él iba leyendo, la palabra de Dios, él venía leyendo, al profeta Isaías, es algo grandioso, lo que él está haciendo, y sigue diciendo, en el 29, y el espíritu dijo a Felipe, acércate, y júntate, a ese carro, posiblemente Felipe, iba, iba, iba, iba, iba caminando, y posiblemente, aceleró, empezó a correr, él estaba obedeciendo, a Dios,
[26:10] Felipe, y cuando el espíritu, le dijo, acércate, y júntate, a ese carro, posiblemente, él tuvo que correr, él tuvo que acelerar, el paso, para llegar, y acercarse, al carruaje, donde estaba, el etiopí, el etiopí, de etiopía, perdón, etiopía, etiope, gracias, el etiope, muchas gracias, entonces, tuvo que acercarse, para, para estar de cerca, al etiope, y, cuando, él se acercó, le oyó, que leía al profeta, Isaías, él oyó, que él estaba, él, él escuchó, esto nos enseña, nosotros, que verdaderamente, Felipe, tenía un conocimiento, también, de la palabra de Dios, él tenía un conocimiento, de la palabra de Dios, porque él se dio, automáticamente, se dio cuenta, de que él estaba leyendo, la palabra de Dios, y sabía, que libro estaba leyendo, y muchas veces, nosotros, buscando los libros, no sabemos, cuál es el orden, y él solamente, lo escuchó, muchas veces, nosotros decimos, ve acá,
[27:17] Mateo va primero, Revelación va después, Génesis, donde que está, a veces, a veces, ni Génesis, podemos encontrar, imagínense, y él solamente, lo escuchó, y dijo, está, él está leyendo, al profeta, Isaías, y, acudiendo, Felipe, le oyó, que leía al profeta, Isaías, y dijo, y, miren, qué pregunta, le hizo, pero entiendes, lo que lees, él está diciendo, ve acá, pero, tú estás entendiendo, lo que tú estás leyendo, y, ¿por qué le hizo esa pregunta?
[27:49] Por la urgencia, de, del evangelio, de, de llevar el evangelio, a las personas, de predicar el evangelio, a las personas, y fue una pregunta, pertinente, la que le hizo, tú estás entendiendo, lo que tú estás leyendo, y nosotros, le preguntamos, a los hermanos, le preguntamos, mi hermano, tú entendiste el sermón, tú entendiste lo que se predicó, tú entendiste lo que se enseñó, en la escuela bíblica, mis hermanos, tenemos que hacerlo, tenemos que acercarnos, a los hermanos, y preguntarles, tú estás entendiendo, lo que, tú entendiste la adoración, los versículos, que se leyeron, tenemos que hacer esto, mis hermanos, y miren, como le respondió, el etíope, lo dije bien ya, dice, entiende lo que le, pero él dijo, y como podré, si alguno, no me enseñare, wow, y como podré, si alguno, no me enseñare, si alguien, no me enseña, como, como yo, como yo podré, y rogó a Felipe, que subiese, y se sentara con él, él le dijo a Felipe, imagínense Felipe, corriendo al lado, él en su carruaje, y le, y le dijo, ve acá, tú estás entendiendo, lo que tú lees, y le dije, como yo voy a entender, si no hay quien me enseñare, mis hermanos, y aquí nosotros vemos, también la urgencia del evangelio, cuántas personas, en el mundo hay, que no conocen del evangelio, cuántas personas, hay en el mundo, que no entienden, quizá lo que están, leyendo, y Dios, nos ha dado, la oportunidad a nosotros, nos ha dado, el privilegio, de poder entender, su palabra, con la ayuda, del Espíritu Santo, no porque seamos, más inteligentes, que nadie, sino, por medio, de su Espíritu Santo,
[29:40] Dios nos ha dado, el privilegio, de nosotros, poder entender, y comprender, su palabra, mis hermanos, que bueno sería, que esto que Dios, nos ha dado, nosotros podamos, compartirlo, con las demás personas, de explicarle, el evangelio, de enseñarle, el evangelio, de estudiar, con, con, con, con otras personas, la palabra de Dios, entonces, el pasaje, de la escritura, que leía, era este, este es el pasaje, en el versículo 32, dice, y precisamente, desde Isaías 23, los versículos del 6, al 7, dice, como oveja, como oveja, a la muerte, fue llevado, piensen en esto, como oveja, a la muerte, fue llevado, y como cordero mudo, delante, del que lo trasquila, así, no abrió, su boca, en su humillación, no se hizo justicia, más su generación, quien lo contará, porque fue quitada, de la tierra, su vida, el pasaje, de Isaías 53, que, que, que, que él, que él estaba leyendo, entonces, este sería el primer punto, la urgencia del evangelio, el mensaje, del evangelio, cuál es el mensaje, del evangelio, sería el punto número 2, y respondiendo al eunuco, dice, en el versículo 34, dijo a Felipe, le dijo, te ruego que me digas, después que, él leyó este pasaje, le dijo, el profeta, está hablando de él mismo, o está hablando de algún otro, miren esto, cuando él leyó, esto, le preguntó, le hizo esa pregunta, él está hablando de sí mismo,
[31:23] Isaías está hablando de él mismo, o está hablando de otro, entonces, Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció, el evangelio, de Jesús, cuando él le hizo esa pregunta, Felipe, entonces, le predicó, el evangelio, de Jesús, porque precisamente, Dios, es el autor, del evangelio, y, la importancia, de que él le predicara, el evangelio, de Jesús, es, porque, todos nosotros, mis hermanos, todos nosotros, somos pecadores, todos nosotros, somos pecadores, todos nosotros, necesitamos, un salvador, todos nosotros, necesitamos, de Cristo, nosotros, nacemos, en pecado, nosotros, somos pecadores, nosotros, necesitamos, el evangelio, del Señor, nosotros, necesitamos, el evangelio, de Dios, ninguno, de nosotros, los que está aquí, presente, puede decir, que no es pecador, entonces, nosotros, necesitamos, un salvador, y ese salvador, es nuestro Señor,
[32:40] Jesucristo, y ese es el evangelio, el evangelio, es la buena noticia, de que nosotros, siendo pecadores, Cristo, Cristo murió, por nosotros, siendo nosotros, pecadores, Cristo, murió, por nosotros, por nosotros, miren, como dice, en romanos, dice, por cuanto, todos pecaron, y están destituidos, de la gloria, de Dios, todos nosotros, somos pecadores, y como le decía, necesitamos, un salvador, necesitamos, un redentor, y el único, que puede salvarnos, el único, que puede darnos, vida, que nos puede libertar, de la esclavitud, del pecado, es nuestro Señor, Jesucristo, no hay en ningún otro, hay salvación, yo quiero, mis hermanos, que ustedes vayan, al libro de romanos, el capítulo 3, al versículo, al versículo 22, romanos, capítulo 3, del versículo 22, en adelante, lo vamos a estar leyendo, del versículo 23, en adelante, lo vamos a estar leyendo, perdón, romanos, capítulo 3, vamos a estar leyendo, del versículo 23, miren, miren como dice, por cuanto, todos pecaron, y están destituidos, de la gloria, de Dios, nosotros, todos, nosotros, merecemos, la paga del pecado, es la muerte, todos, nosotros, merecemos, la ira de Dios, el castigo de Dios, tú y yo, somos pecadores, y la única forma, que nosotros, podemos ser salvos, es por medio, del arrepentimiento, y la fe, en nuestro Señor, en Jesucristo, no hay ninguna, otra forma, en la cual, nosotros, podamos ser salvos, y aquí lo dice, en su palabra, la Biblia, está llena, de este mensaje, del Señor, dice, en el versículo 24, de Romanos 3, siendo justificados, gratuitamente, por su gracia, mediante la redención, que es, en Cristo Jesús, siendo, lo leo de nuevo, siendo justificados, gratuitamente, por su gracia, mediante la redención, que es en Cristo Jesús, que nos está diciendo Dios, nosotros, nosotros somos, declarados justos, delante de Dios, por medio, de la fe, en nuestro Señor,
[35:13] Jesucristo, somos declarados justos, delante de nuestro Dios, por medio, de nuestra fe, en nuestro Señor, Jesucristo, y es una gracia, que Dios, aplica, podríamos decirlo, a nosotros, es un don, inmerecido, nosotros, no merecemos, que Cristo, haya muerto, por nosotros, y Dios, le plació, por su amor, por su justicia, Dios, envió a su Hijo, a morir, por nuestros pecados, imagínense, mis hermanos, que Dios, que Dios, nos hubiese salvado, de la ira venidera, de la condenación, eterna, sin que Cristo, haya muerto, por nuestros pecados, imagínense, por un momento, esto, que Dios, nos salva, sin que Cristo, venga, y muera, por nuestros pecados, nosotros, íbamos a ser, lo primero, que íbamos a decir, pero, este Dios, no es justo, porque yo, pequé, y yo no pagué, por mis pecados, se lo voy a poner, un ejemplo, más sencillo, imagínense, que alguien, le quite la vida, a una persona, y lo mate, y el juez, diga, yo soy, yo te voy a dejar libre, yo soy un juez bueno, yo te voy a dejar libre, tú te puedes ir, para tu casa, no ha pasado, absolutamente nada, los familiares, de esa persona, que fue muerta, son los primeros, que van a decir, este juez, no sirve, este juez, no es justo, y Dios, al enviar a nuestro Señor,
[36:52] Jesucristo, a morir, por nuestros pecados, hay una combinación, de su amor, y de su justicia, su amor, porque envió, nadie, y amó Dios, tanto al mundo, que envió a su hijo, a morir por nuestros pecados, y su justicia, porque, los pecados, que nosotros cometimos, fueron pagados, por Cristo, en la cruz, Cristo pagó, en la cruz, por nuestros pecados, y este es el mensaje, del evangelio, mis hermanos, este es el mensaje, que el mundo, necesita entender, este es el mensaje, que nosotros, necesitamos predicar, el mensaje, de que Cristo murió, por pecadores, que nosotros, no lo merecíamos, mis hermanos, amigos, que están aquí presentes, nosotros, no lo, no lo merecíamos, miren como dice, en el versículo 21, de Romanos, dice, a quien Dios, puso como propiciación, por medio de la fe, en su sangre, Cristo fue, el cordero, que fue sacrificado, por nuestros pecados,
[37:53] Cristo dio su vida, por nosotros, yo quiero, mis hermanos, que nos vayamos, con eso, en nuestro corazón, Cristo dio su vida, por nosotros, Cristo siendo Dios, se sacrificó, por nosotros, murió, por nosotros, fue triturado, fue molido, padeció, por nosotros, entonces, eso debe de producir, en nosotros, debe de producir, en nosotros, una transformación, de todo, de todo nuestro ser, debe de producir, en nosotros, un deseo, de nosotros, adorar a ese Dios, debe de producir, en nosotros, un deseo, de predicar su palabra, de conocerlo, como estaba, el etiopé, el etiop, el etiop, el etiop, de etiopía, debe de producir, en nosotros, ese deseo, de nosotros, predicar su palabra, miren como, él estaba, buscando, en los, en los libros, de la Biblia, leyendo, buscando, conocer ese Dios, caminando, todo ese trayecto, para adorar a Dios, y miren como, sigue diciendo, en, en Romanos, en Romanos 25, a quien Dios, puso como propiciación, por medio de la fe, en su sangre, para manifestar, su justicia, aquí nosotros, vemos la justicia, de Dios,
[39:14] Dios, nos declara justo, por medio, de nuestro Señor, Jesucristo, cuando nosotros, nos arrepentimos, de nuestros pecados, y ponemos nuestra fe, en nuestro Señor, Jesucristo, y miren dice, sigue diciendo, a causa, de haber pasado, por alto, en su paciencia, los pecados, pasados, los pecados, pasados, nuestros pecados, pasados, presentes, y futuros, son perdonados, cuando nosotros, nos arrepentimos, y depositamos nuestra fe, y tenemos fe, en nuestro Señor, Jesucristo, dice, con la mira, en el 26, de manifestar, en este tiempo, su justicia, a fin de que, él sea el justo, y el que justifica, al que, al que es, de la fe, de Jesús, quienes son justificados, quienes son declarados, justos, delante de Dios, aquellos, que tienen, fe, en nuestro Señor, Jesucristo, aquellos, que creen, que Cristo, es el Hijo de Dios, que vino, y murió, por nuestros, por nuestros pecados, pecados, la única forma, que tú y yo, podemos ser justos, delante de Dios, es cuando nos arrepentimos, de nuestros pecados, la única forma, que nosotros, podemos librarnos, de la ira, venidera, del castigo eterno, es cuando nosotros, confiamos, y creemos, que Cristo, es el Hijo de Dios, y esto es precisamente, lo que nosotros, estamos viendo aquí, en este libro, de los hechos, en el capítulo 8, del libro, de los hechos, y miren, como, sigue, diciendo, en el versículo, sigue diciendo, en el versículo, 34, ya, ya,
[41:04] Felipe, le predicó, y le explicó, a quien se estaba, refiriendo, este, este capítulo, 23, del libro, de Isaías, entonces, dicen, el 35, entonces, Felipe, estoy de nuevo, en hechos, entonces, Felipe, abriendo su boca, y comenzando, desde esta escritura, le anunció, el evangelio, de Jesús, y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco, aquí hay agua, que impide, que yo sea bautizado, wow, verdaderamente, la palabra, siguió transformando, el corazón, de este, de este eunuco, y, la palabra, su corazón, estaba siendo transformado, por el poder, del Espíritu Santo, inmediatamente, el vio, el agua, y dijo, que impide, que yo sea bautizado, le preguntó, que impide, que yo sea bautizado, si aquí hay agua, y entonces, Felipe dijo, si crees, de todo corazón, bien puedes, le dijo, si tú crees, tú puedes entonces, ser bautizado, cuando el vio el agua, le dijo, que impide, que yo sea bautizado, no, pero si tú crees, tú puedes ser bautizado, y miren, cómo le respondió, el eunuco, miren, cuál fue su respuesta, creo, que Jesucristo, es el hijo de Dios, creo, que Jesucristo, es el hijo de Dios, y mandó, a parar el carro, dijo, cuando él le dijo esto, eh, verdaderamente,
[42:29] Felipe se dio cuenta, que él podía ser bautizado, le respondió, contundentemente, estas palabras, la importancia de la predicación, de la palabra, la importancia del mensaje, de salvación, la importancia de predicar el evangelio, estas palabras, transformaron el corazón, esas palabras, también transformaron nuestro corazón, nosotros teníamos un corazón endurecido, endurecido por el pecado, y esas palabras, que nos predicaron, que me predicaron a mí, que le predicaron a ustedes, transformaron nuestro corazón, esa palabra, el Espíritu Santo, la usó, para transformar nuestro corazón, y mira, quienes somos, estamos ahora, arrepentidos de nuestros pecados, por esa obra, que hizo Dios, en nuestro corazón, al nosotros escuchar, la palabra, de Dios, y por eso, mis hermanos, es importante, que nosotros invitemos personas, invitemos personas, a la iglesia, para que, se expongan, a la palabra de Dios, por eso es importante, que nosotros prediquemos, la palabra de Dios, cuando estemos, en nuestro trabajo, cuando estemos, en reuniones, familiares, cuando estemos, hablando con amigos, cuando estemos, viajando, imagínense, ese accidente, que ocurrió, este avión, que ya estaba a punto, me parece, de aterrizar, imagínense, que algún cristiano, esté, en ese avión, que creo, que había una persona, que eran cristianos, imagínense, que, que el que esté al lado, le hubiese, que ese cristiano, lo hubiese predicado, y que esa persona, tenga la oportunidad, de conocer, a nuestro Señor Jesucristo, y arrepentirse, de su pecado, ustedes ven, es una urgencia, de nosotros, predicar la palabra, es una necesidad, de nosotros, en todo tiempo, predicar la palabra, la palabra del Señor, entonces, él mandó a parar el carro, y fueron, y él fue, dice que ambos, se descendieron, paró el carro, descendieron, y el eunuco, fue bautizado, él fue bautizado, el eunuco, cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor, arrebató a Felipe, y el eunuco, no le vio más, y siguió gozoso, su camino, oigan esto, el gozo, de la salvación, dice aquí, en la parte final, del versículo 39, y siguió gozoso, en su camino, el conocer, al Señor, nos da gozo, el conocer, lo que Cristo hizo, nuestro, lo que ha hecho, por nosotros, lo que nuestro Señor,
[44:58] Jesucristo, ha hecho por nosotros, eso nos da gozo, dice aquí, que él estaba gozoso, porque, una vez que nosotros, nos arrepentimos, de nuestros pecados, cuando nosotros, confiamos en Cristo, como nuestro Redentor, y nuestro Salvador, el Espíritu Santo, mora en nosotros, y el fruto del Espíritu, el gozo, el gozo, es parte del fruto, del Espíritu, como tú estás, tiene tu gozo, en la vida, que ha producido, en ti, el conocer, que Cristo, dio su vida, por pecadores, que Cristo, dio su vida, por ti, que produce eso, en tu corazón, que produce eso, en tu vida, entonces, sigue diciendo, en el versículo, número 40, pero Felipe, se encontró, Felipe, fue arrebatado, después de eso, el eunuco, no lo vio más, y dice, pero Felipe, se encontró, en Azoto, y pasando, anunciaba el evangelio, en todas las ciudades, hasta que llegó a César, Felipe, predicaba el evangelio, mis hermanos, en dondequiera que iba, acuérdense, que él salió, salieron huyendo, de Jerusalén, por la persecución, que se desató, y dondequiera que él iba, era predicando el evangelio, predicando el evangelio, mis hermanos, sigo insistiendo, necesitamos predicar el evangelio, mis hermanos, necesitamos predicar el evangelio, porque el tiempo es corto, los días son malos, los días son difíciles, necesitamos predicar el evangelio, el mensaje del evangelio, que Cristo dio su vida por pecadores, de que hay esperanza en Cristo Jesús, hay esperanza en Cristo Jesús, estudiamos nuestra Biblia, aprendámonos nuestra Biblia, porque cuando estemos predicando, nosotros no vamos a predicar, lo que salga de nuestro, no vamos a predicar, cosas que sean nuestras, sino lo que vamos a predicar, es la palabra de Dios, nosotros por eso, necesitamos estudiar la palabra, necesitamos memorizar los versículos, si hay algunos capítulos, algunos versículos, que no entendemos, podemos acercarnos, a otros hermanos, que tengan más conocimiento, y nos pueden ayudar, porque necesitamos, predicar el evangelio, porque acuérdense, que lo que transforma, al hombre, es la palabra de Dios, es escuchar el evangelio, eso es lo que transforma al hombre, si yo me paro, o Edgar o Charles, se paran aquí a predicar, cosas de nosotros, eso no va a producir, ningún efecto, porque lo que transforma, el corazón de las personas, es escuchar, la palabra de Dios, el Espíritu Santo, usa esa palabra, para transformar, los corazones, para llevarnos a Cristo, para unirnos, a Cristo, mis hermanos, nosotros hemos visto, entonces, hoy dos puntos, vimos la urgencia, de predicar el evangelio, y vimos también, el mensaje del evangelio, entonces, cuáles aplicaciones, nosotros como iglesia, nos llevamos, a leer nosotros, estos versículos, del 26 al 40, cuáles aplicaciones, qué cosas, nosotros vamos a salir de aquí, cuando estemos fuera, cuando estemos en la noche, acostado hoy, y qué vamos a reflexionar, qué vamos a pensar, qué vamos a aplicar, en nuestras vidas, nosotros, tenemos, lo que como iglesia, nos vamos a llevar, que lo he dicho, pero lo voy a volver, a repetir, nosotros tenemos, que ver, que es importante, que nosotros, prediquemos la palabra, y que, cuando nosotros, predicamos, la palabra de Dios, nosotros, estamos siendo, obedientes, estamos siendo, obedientes, porque nuestro Señor, nos mandó a predicar, el evangelio, en todos momentos, esa fue, la gran comisión, que nuestro Señor Jesucristo, nos dejó, que prediquemos, el evangelio, en todo momento, en todo tiempo, saquemos un espacio, para predicar, para predicar el evangelio, entonces, nosotros como iglesia, tenemos que ser obedientes, esto fue lo que Felipe hizo,
[48:49] Felipe tenía una iglesia, una iglesia, con muchísimos miembros, con muchísimas personas, y él dejó la iglesia, y fue obediente al Señor, cuando el Señor le dijo, levántate, y ve por un camino desértico, como que uno dice, ven acá, pero dejó una iglesia, con tantos miembros, con tantas personas, y Dios lo mandó, para predicar el evangelio, a una persona, y algunos, algunos estudiosos, de la Biblia, dicen, que este, un eunuco, estoy evitando, la otra palabra, se han dado cuenta, dicen, que este eunuco, etíope, cuando le, cuando, dicen que él fue, él propagó el evangelio, él fue, él fue un evangelista, en toda la región, en la región de, de África, y, nosotros tenemos que hacer lo mismo, lo mismo que hizo Felipe, nosotros tenemos que, que predicar, el evangelio, en todo momento, nosotros tenemos que saber, que solamente, en Cristo hay salvación, nosotros tenemos que entender, que, nosotros somos, declarados justos, delante de Dios, por nuestra fe, en nuestro Señor Jesucristo, y, si tú estás aquí, y estás sin Cristo, tú tienes que arrepentirte, de tus pecados, depositar tu confianza, en nuestro Señor Jesús, arrepiéntete, porque los tiempos, son difíciles, los tiempos, son malos, y, necesita creer en Cristo, necesita de Cristo, vamos a orar hermanos,
[50:32] Señor te damos, te damos gracias, por, por, por tu palabra, te damos gracias Señor, por las enseñanzas, que nos das, ayúdanos Señor, como iglesia, a predicar tu evangelio, en todo momento, en todo tiempo, ayúdanos, a ser obedientes Señor, ayúdanos, a ser fiel a ti, gracias Señor, en el nombre de Jesús, amén.
[50:55] Amén.