Nuestro pastor Pedro nos estubo predicando en Hechos 8:9-25 el tiene dos puntos
[0:00] Saludos mis hermanos y amigos que nos visitan.
[0:13] En el día de hoy vamos a continuar con el libro de los hechos. Vamos a estar predicando del versículo 9 al versículo 25. Pero voy a leer, voy a empezar leyendo desde el versículo número 4.
[0:26] La última vez que estuvimos aquí, nuestro hermano Edgar predicó de estos versículos del 4 al 8. Yo voy a empezar a leer desde el versículo 4, pero vamos a estar predicando del 9 al versículo 25.
[0:44] Hechos capítulo 8. Hechos capítulo 8.
[1:20] Salían estos dando grandes voces y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Así que había gran gozo en aquella ciudad. Pero había un hombre llamado Simón que antes ejercía la magia en aquella ciudad.
[1:35] Y había engañado, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande.
[1:47] A este oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo, Este es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.
[2:03] Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
[2:14] También creyó Simón mismo. Y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe, y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
[2:26] Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan, los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo.
[2:44] Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.
[2:57] Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero. Les ofreció dinero diciendo, también, dadme también a mí este poder, para que cualquiera quien yo impusiese las manos, reciba el Espíritu Santo.
[3:18] Entonces Pedro le dijo, tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tu parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
[3:36] Arrepiéntete, pues, arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón, porque en miel de amalgura y en prisión de maldad veo que estás.
[3:53] Respondiendo entonces Simón dijo, rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí. Y ellos, habiendo testificado y hablado, la palabra de Dios se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samaritanos anunciaron el Evangelio.
[4:10] Y habiendo, en muchas de las poblaciones de los samaritanos, anunciaron el Evangelio.
[4:21] Mis hermanos, vamos a orar. Amantísimo Padre, Dios te gloria, Dios todopoderoso, Dios eterno, descansamos en ti, confiamos en ti en todo momento, sabemos que tú eres un Dios todopoderoso, un Dios que está en control.
[4:40] Vamos a predicar tu palabra, sin tu ayuda no podemos hacerlo, dependemos de ti, separado de ti nada podemos hacer. Quítanos las distracciones, las preocupaciones, los afanes de este mundo, este mundo caído, y permítenos estar atentos.
[4:57] Estas palabras van a transformar las vidas de muchas personas, nos van a ayudar a crecer en santidad. Descansamos en ti, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Un placer, predicar la palabra de Dios, es una responsabilidad grande, necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo, para nosotros poder predicar su palabra, necesitamos de la ayuda de Dios, separado de Él, nada podemos hacer.
[5:28] Un segundito. Ahora sí.
[5:45] Mis hermanos, Hace mucho tiempo, hace ya muchos años, yo, yo trabajaba en una, en una clínica, en New York, específicamente en el Broms.
[5:58] La clínica estaba empezando, y, había poco trabajo. Yo recuerdo que una vez, yo estaba en el front desk, y llegó, llegó una persona, por su acento, parece que era hindú, no era, no era hispano, y me dijo, que quería leerme las cartas.
[6:19] Yo me sorprendí. Me dijo, me sorprendí primero, porque el lugar donde yo estaba, trabajando, y él llega y me dice, te quiero leer las cartas. Yo le dije, que no, que no estaba interesado.
[6:32] Eso hacen ya, más de, diría yo, diez, más de diez, no más quizás, doce, quince años. Yo le dije, que no, que no estaba interesado. Él siguió insistiendo, me dijo, si yo no te digo la verdad, entonces, no me tienes que pagar.
[6:50] Pero yo le digo, no, yo no estoy interesado. Después de un momento, me dice, yo te voy a leer las cartas. Él andaba con unas cartas, nosotros le decimos baraja.
[7:03] Y, y yo le dije que no, me dijo, no te voy a cobrar absolutamente nada. Y yo le dije, mi hermano, yo le dije que no, que no estoy interesado. Entonces, después de él ver que yo no estaba interesado, se fue.
[7:18] Pero, por la misericordia de Dios, yo no acepté esa propuesta. Pero, mis hermanos y amigos, hay datos que son importantes mencionárselo.
[7:32] Un 50%, un 57% de los latinos, en, en Estados Unidos, creen que las personas pueden ser poseídas por espíritu.
[7:42] Un 44% creen que la magia, brujería y hechicería, puede influir en la vida de las personas. Nosotros podríamos definir la brujería, como un conjunto de creencias y prácticas rituales, atribuido a los brujos o brujas, es decir, a individuos dotados supuestamente de poderes sobrenaturales, fruto de un conocimiento oculto, o bien de pactos con entidades demoníacas.
[8:10] El 40% de la población mundial cree en la brujería, el 40%. Y miren, en Alemania un 13%, aunque estos datos, muchas veces no se dan datos reales, que puede ser más.
[8:25] En Rusia un 56%, en Túnez un 90%. En el 2021 se hizo una encuesta y se vio que el 21% de los encuestados creen en la brujería.
[8:37] Todos nosotros conocemos, nosotros conocemos en nuestros lugares de nacimiento, donde crecimos, conocemos algunas personas que practican la brujería. Nosotros conocemos algunas personas que son hechiceros, algunas personas que leen las barajas, que leen la taza, algunas personas que leen hasta la ceniza del cigarrillo.
[8:56] Y todo esto, mis hermanos, todo esto es condenado por Dios. Nosotros estamos viendo cómo se consultan los astros, por así decirlo, cómo las personas no salen sin ver su horóscopo.
[9:09] Y esto se presenta de una forma tan natural, como que eso es normal, como que eso no es pecado. Nosotros vemos en los dibujos animados, en los que nuestros niños ven, que yo espero que no lo dejen ver, cómo se presentan, como las brujas, los actos de hechicería, como algo cotidiano.
[9:30] En los canales principales hispanos, muchas veces nosotros estamos viendo la noticia, y en algunos programas hispanos, y vemos que consultan el horóscopo, que consultan los astros, hacen muchísimas cosas, que es completamente pecado delante de Dios.
[9:51] Y hoy nosotros vamos a ver un personaje, Simón el Mago, durante la predicación. Y es importante que le prestemos bastante atención a estos versículos que Dios nos ha dado en el día de hoy.
[10:03] Hoy vamos a estar predicando del capítulo número 8, del 9 al 25. Y estamos en el libro de los hechos. Estamos viendo la primera iglesia, la formación de la primera iglesia, los primeros cristianos.
[10:16] Estamos viendo cómo el Espíritu Santo descendió sobre la iglesia. Y un versículo clave para nosotros, en este caminar con el libro de hechos, un versículo clave para nosotros, es el capítulo 1, versículo 8.
[10:33] Cuando nuestro Señor Jesucristo le dice a los apóstoles que estaban en Jerusalén, que no salgan de Jerusalén, y que esperaran el Espíritu Santo, el Espíritu Santo que iba a descender sobre ellos, y después de esto ellos iban a ser testigos de nuestro Señor Jesucristo.
[10:48] Iban a predicar el Evangelio de Cristo, iban a predicar la Palabra de Dios en toda Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta los confines de la tierra.
[11:01] El Evangelio ya se... Acuérdense que el Evangelio estaba creciendo. El Evangelio estaba siendo escuchado en todo Jerusalén. Y se creó un celo, los líderes religiosos de Jerusalén, al ver cómo el cristianismo, cómo la Palabra de nuestro Señor Jesucristo estaba creciendo.
[11:22] Se inició una gran persecución. Hubo una gran persecución. Y recuérdense lo que le dije, que dijo el capítulo 1 del versículo 8, que los discípulos de Cristo iban a ser testigos de Él en toda Jerusalén.
[11:36] En Jerusalén ya se estaba predicando el Evangelio. en toda Judea, en Samaria, y hasta los confines del mundo. Entonces, esta persecución, esta persecución hizo que los cristianos, los creyentes, salieran de Jerusalén.
[11:53] Porque acuérdense que mataron a Esteban. Esteban fue matado, fue asesinado brutalmente, fue matado a pedrada. Y Saulo o Pablo, él estaba ahí, él estaba siendo testigo de esto que estaba sucediendo.
[12:05] Esta persecución obligó a muchos cristianos, a muchos nuevos creyentes, a salir. Y esto, mis hermanos, el pecado de los hombres no impidió que el Evangelio se siguiera propagando.
[12:21] Muy por el contrario, cuando estos hermanos salían, huyéndole a la persecución, inmediatamente por las ciudades donde ellos iban, predicaban el Evangelio, iban predicando el Evangelio.
[12:35] Y, precisamente nosotros, en el día de hoy, en estos versículos que vamos a ver, nosotros vamos a ver dos puntos, mis hermanos. El primer punto que vamos a ver es el poder del Evangelio.
[12:46] Y el segundo punto que vamos a ver es la falsa, una falsa conversión. Entonces, empieza, empieza el versículo, los versículos que vamos a ver, empieza en el versículo número nueve.
[13:00] Pero, antes de nosotros empezar a desarrollar estos versículos, es importante que sepamos de Samaria. Porque, ellos, muchos cristianos, estaban saliendo, huyendo de la persecución.
[13:17] Y nos llama la atención, poderosamente, que los discípulos, los apóstoles, perdón, de nuestro Señor Jesucristo, no salieron de Jerusalén. Ellos se quedaron.
[13:28] La población, muchos hermanos saliendo, y fueron, y dice aquí, nosotros vimos que nuestro hermano Edgar, inclusive estuvo predicando, el domingo que le tocó predicar, vimos a un diácono, que se trasladó, que se fue para la ciudad de Samaria, su nombre es Felipe.
[13:51] Felipe, salió de Jerusalén, y fue, y se fue para Samaria, y fue predicando, predicando el Evangelio. Pero, ¿qué es importante que nosotros sepamos de esta ciudad, de esta ciudad de Samaria?
[14:07] Pienso que es importante, que lo siguiente, acuérdense que, cuando Salomón muere, su hijo, hace muchos, muchos años, antes de que todo esto sucediera, cuando Salomón muere, su hijo asume, el reinado de la nación de Israel, él era el rey, ahí es una combinación, que no estaba bien, pero asume, él fue el rey, asume el reinado, de toda la, de la nación de Israel, por así decirlo.
[14:36] entonces, muchas de las, unas cuantas personas, se acercaron a él, al hijo de Salomón, y le pidieron, que bajara los impuestos, porque había muchos impuestos, excesivos, estaban, estaban oprimiendo al pueblo, y él consultó, las personas que él consultó, eran jóvenes, con poca experiencia, y estos le dijeron, que no se iban, que no debía de bajar los impuestos, que al contrario, debía subirlo, entonces, que sucedió, cuando él hizo esto, la nación de Israel, se dividió, por eso nosotros vemos, que existía el reino del norte, y el reino del sur, en el reino del norte, de las doce tribus de Israel, diez tribus, se fueron, hacia la parte norte, de Jerusalén, formaron el reino, del norte, o Israel, cuya capital, era Samaria, o su capital, era Samaria, entonces, aquí tenemos, el reino del norte, y el reino del sur, cuya, se llamaba,
[15:40] Judea, y su capital, era Jerusalén, hubo una división, que pasó, con el reino del norte, los asirios, cuéllense, ya está dividida, la nación, reino del norte, reino del sur, los asirios, vinieron, invadieron, el reino del norte, y lo conquistaron, y sacaron, una gran población, ellos tenían, por costumbre, hacer esto, cuando conquistaban, una nación, y la dominaban, sacaban la población, la llevaban, para otros lugares, pero quedó, quedaron, una gran cantidad, de judíos, ahí en el reino del norte, pero ellos trajeron, muchos, de Asiria, y hubo una mezcla, hubo una mezcla, entre, los judíos, que quedaron, en el reino del norte, y esos gentiles, o asirios, que vinieron, entonces, formaron, los samaritanos, tenían, origen judío, tenían, origen gentil, o sea, cuando digo gentil, que no eran judíos, y estos, samaritanos, y los judíos, del reino del sur, no se llevaban, no se llevaban bien, los judíos, que no se habían mezclado, no se llevaban bien, porque decían, que, ellos no eran, no eran, descendientes de Abraham, que ellos, que ellos, eran una mezcla, de raza, y no tenían, una buena relación, entre ellos, pero estos, samaritanos, estos samaritanos, que están, en el reino del norte, estos samaritanos, ellos creían, en Dios, eran creyentes, de Dios, número uno, ellos crean, en los cinco libros, del antiguo testamento, número dos, ellos estaban, esperando un mesías, ellos, contrario, a los judíos, del reino del sur, ellos adoraban, en otro monte, no adoraban, no adoraban, en el monte, de Jerusalén, y ellos, decían, que ellos, verdaderamente, eran los que representaban, la religión, la religión, judía, la Biblia, nos habla, nos muestra, varios pasajes, de los, de los samaritanos, hay algunos versículos, que nosotros podemos ver, que nos hablan, de los, de los samaritanos, por ejemplo, en Lucas 10, del 25 al 37, está la parábola, del buen samaritano, cuando, cuando alguien, se le acerca, a, a Jesús, a nuestro señor Jesucristo, y le dice, cómo puede, cómo puede, alcanzar, a la vida eterna, y, y, él le dice, ama a Dios, sobre todas las cosas, y ama a tu prójimo, y le pregunta, quién es tu prójimo, y nuestro, nuestro señor, le dice, la parábola, del, del, del buen samaritano, una persona, fue atracada, y, con heridas, y fue dejada, en el, en el, en el suelo, pasó un levita, pasó un sacerdote, no le hicieron caso, vino un samaritano, le vendó las heridas, y lo llevó a un mesón, y dijo, que iba a pagar los gastos, que, perdón, que incurrieran en él, eso ahí nos habla, de, de los samaritanos, vemos de los samaritanos, también en Mateo, capítulo 10, versículo del 5 al 6, donde nuestro señor,
[18:51] Jesucristo dice, no entréis en ciudad, de samaritanos, sino, id antes, a las ovejas perdidas, de la casa de Israel, entonces, vemos también, de los, que nos habla, de los samaritanos, en Juan, capítulo 4, del versículo 1, al 26, cuando él, ve una mujer, él tiene sed, está cerca, frente a un pozo de agua, llega una mujer, le pide de beber, tiene una conversación, con, con esta mujer samaritana, ella se sorprende, que él siendo judío, que no se llevaban bien, esté hablando con ella, y, y, y, y, y, nuestro señor Jesucristo, le confiesa a ella, que él era el Mesías, entonces, ahora sí, empezamos con el versículo número 9, ¿cómo empieza nuestro versículo?
[19:35] Ya nosotros vimos, lo que, lo que Felipe, un diácono, después de que él se trasladó, de, de Jerusalén, a Samaria, nosotros vimos lo que él hacía, predicando el Evangelio, nuestro hermano Edgar, predicó, de esto, estaba predicando el Evangelio, estaba predicando a Cristo, estaba predicando el Reino de Dios, y hizo muchos milagros, muchos milagros, estaba haciendo Felipe, sanando acojos, expulsando demonios, personas que estaban siendo poseídas, por demonios, estaban siendo, estaban siendo liberados, los cojos eran sanados, y dice, que había un gran gozo, en esta ciudad, entonces, pero, ¿qué pasa?
[20:21] El versículo 9, yo quiero que tengan su Biblia abierta, nos habla de un hombre, llamado Simón, aquí nos habla de Simón, de este personaje, y hay un pero, cada vez que hay un pero, nosotros tenemos que prestarle atención, en la Biblia, y el versículo 9, precisamente, empieza con esto, pero, había un hombre, llamado Simón, que antes, ejercía la magia, en aquella ciudad, y había engañado, a la gente de Samaria, él ejercía la magia, él era, vamos a decir, un hechicero, había engañado, a las personas, él se sentía, que era la persona, más importante, algunos, algunos autores, del siglo, segundo, del siglo, del segundo siglo, dicen que, que este, este mago, este, este brujo, este hechicero, fue el fundador, del gnosticismo, dicen también, que en Roma, en Roma, había una ciudad, que tenían una, una estatua, en honor a él, entonces, miren, cómo sigue diciendo, en el versículo, número 10, a este, oían atentamente, todos, desde el más pequeño, hasta el más grande, esta ciudad de Samaria, nosotros, si volvemos al pasado, rápidamente, nos, nos, recordamos, de Jezabel, nos recordamos, de, era una, una ciudad, donde las fuerzas, demoníacas, tenían una gran influencia, en la población, acuérdense, que Dios utilizó, a Elías, y a Eliseo, para luchar contra, esta apostasía, de esta ciudad, y miren, este hombre, este hombre, dice que, todos los escuchaban, atentamente, desde el más pequeño, hasta el más, más grande, diciendo, este es el gran, poder, de Dios, oigan esto, decir esto, lo consideran, como que él era, un Dios, imagínense, en la oscuridad, que estaba sumergida, esta ciudad, esta región, de Samaria, pero miren, que pasó, pero cuando, en el versículo, número 12, pero cuando, creyeron a Felipe, que anunciaba, el evangelio, del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, eso es lo que nosotros, tenemos que predicar, el reino de Dios, y predicar a Cristo, en todo momento, miren, esta ciudad, que estaba sumida, en oscuridad, esta ciudad, que estaba bajo, influencias demoníacas, desde hace mucho tiempo, que pasó, cuando, cuando, predicó el evangelio, dice, cuando Felipe, predicó el evangelio, pero cuando, creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio, del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, se bautizaban, hombres, y mujeres, wow, se bautizaban, hombres y mujeres, nosotros aquí, estamos viendo, el poder, del evangelio, imagínense, escucharon, escucharon, el evangelio, escucharon, fueron libertados, de las cadenas, del pecado, y se empezaron, a bautizar, hombres y mujeres, y esto es precisamente, lo que el mundo, necesita, porque nosotros, vemos estos versículos, y pensamos en Samaria, muchos años atrás, wow, decimos, wow, mira, como estuvo Samaria, pero mis hermanos, y amigos, que nos visitan hoy, eso es lo que el mundo, hoy, necesita, el mundo necesita a Cristo, nosotros, tenemos que predicar, el evangelio, nosotros insistimos, y seguimos insistiendo, nosotros tenemos, que predicar el evangelio, porque el mundo, necesita a Cristo, porque el mundo, está como está, porque, necesita a Cristo, nosotros estamos, viendo guerras, interminables, nosotros a veces, estamos viendo, enfermedades, estamos viendo, muchísimas cosas, de este mundo, estamos viendo, injusticias, estamos viendo, cómo está el mundo, el amor, se ha desaparecido, nosotros vemos, si hay un accidente, las personas, están preocupadas, por hacer un video, primero, para ponerlo, en sus páginas, no se preocupan, de ver si hay algún herido, que le pueden salvar la vida, que lo pueden ayudar, mis hermanos, estamos viviendo, en un mundo, que es un desastre,
[24:23] y el mundo está, porque está, el problema del mundo, es que necesita, nuestro Señor Jesucristo, y nosotros, tenemos que predicar, a Cristo, y miren que, miren que pasó, en el versículo, en el versículo, número 13, y esto, nos llama la atención, bastante, en este versículo, número 13, dice, también creyó, Simón mismo, y habiéndose, bautizado, estaba siempre, con Felipe, y viendo las señales, y grandes milagros, que se hacían, estaban atónitos, esto nos llama la atención, Felipe, un mago, un hechicero, un brujo, vamos a decirlo así, en otras palabras, que se puedan entender mejor, dice, que, que creyó Felipe, aquí no lo está diciendo, bien claro, dice, también creyó, perdón, Simón, dice que también creyó Simón, inclusive, él se bautizó, porque aquí lo está diciendo, mis hermanos, y habiéndose bautizado, y él, estaba siempre, con Felipe, él se hizo miembro de la iglesia, hoy, se bautizó, primero creyó, dice aquí la Biblia, la palabra de Dios, que él creyó, él se bautizó, y estaba siempre, con Felipe, viendo las señales, y grandes milagros, que, que se hacían, él estaba dentro de la iglesia, y, y, escuchando yo la escuela, la bíblica esta mañana, es como si,
[25:55] Yanko, quien, fue quien, estuvo impartiendo la escuela, la, la escuela bíblica, hoy en la mañana, es como si nosotros nos hubiésemos puesto de acuerdo, y nosotros no hemos hablado en ningún momento, yo dije, guau, pero es como, si la prédica, él, él, es como si fuera una continuación, de muchas cosas, que, que, que él estuvo enseñando, que, de paso, yo le, lo invito a la escuela bíblica, mis hermanos, vengan, vengan todos los domingos, que es muy importante, entonces, él creyó, ahora lo que nosotros tenemos que preguntarnos, será esta una, una, una fe, que salva, porque dice aquí, que él creyó, o fue, o fue, o fue, una fe, no fue una verdadera fe, no fue una fe verdadera, si a ustedes le preguntan, si ustedes ven esto, imagínense que ustedes vayan al pasado, no sepan nada de lo que está sucediendo, y vean a, a Simón el mago, que creyó, que se arrepintió, que estaba con Felipe en todo momento, entonces, ustedes, ustedes van a decir, no, él fue salvo, o, él era un creyente, ese es un creyente, entonces, en el versículo 14, dice, cuando los apóstoles, que estaban, en Jerusalén, oyeron que Samaria, había recibido la palabra de Dios, ellos enviaron, ellos enviaron a Pedro y a Juan, cuando ellos supieron, ellos, acuérdense que, durante la persecución, ellos se mantuvieron, se mantuvieron en Jerusalén, pero cuando ellos escucharon esto, ellos enviaron a Pedro, y enviaron a Juan, para ver que era lo que, lo que estaba pasando, que era, que era lo que estaba pasando, en Samaria, entonces, nos dice aquí, que cuando ellos, llegaron a Samaria, oraron por ellos, para que recibiesen, el Espíritu Santo, porque aún no habían, descendido sobre, ninguno de ellos, sino que solamente, habían sido bautizados, en el nombre de Jesús, nosotros estamos viendo aquí, algo que nos llama la atención, mis hermanos, cuando estamos viendo, que el Señor, nos está enseñando, en Jerusalén, los apóstoles, se dieron cuenta, de lo que estaba sucediendo, en Samaria, que el Evangelio, se estaba predicando, que las personas, se estaban convirtiendo, los, los samaritanos, que eran, que eran, no se llevaban bien, con los judíos, entonces, ellos fueron, y se estaban acordando, de las palabras, de nuestro Señor Jesucristo, me seréis testigo, en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta los confines del mundo, este era el momento, donde el Evangelio,
[28:33] Dios había predestinado, que iba a llegar a la ciudad, a la ciudad de Samaria, y entonces, aquí nos dice, que ellos habían sido bautizados, en el nombre de Jesús, y pero que no habían recibido, el Espíritu Santo, nosotros todos sabemos, mis hermanos, que cuando una persona, se arrepiente de sus pecados, el Espíritu Santo, viene a morar en ello, inmediatamente, pero aquí, nosotros lo sabemos, y lo vemos en Romanos 8, nosotros vemos, que el que, el que, el que es, hijo de Dios, es aquel que está siendo guiado, por el Espíritu Santo, pero porque aquí vemos, que la imposición, de las manos, la imposición, de las manos, y entonces, recibían el Espíritu Santo, nosotros vimos, lo que sucedió, en Pentecostés, que el Espíritu Santo, se derramó, sobre ellos, y nosotros, podemos ver, otras ocasiones, en las cuales, por la imposición, de las manos, el Espíritu Santo, el Espíritu Santo, viene, y a morar, en los creyentes, eso nosotros, lo vimos ya, en Pentecostés, lo estamos viendo aquí, en estos versículos, número, número 8, que los, apóstoles, pusieron las manos, y se derramó, y vino el Espíritu Santo, a morar, sobre ellos, nosotros, lo estamos, lo vimos, lo podemos ver también, en Hechos 19, donde Pablo, en Efeso, también, imponen las manos, y reciben el Espíritu Santo, ¿hay alguna contradicción, en la Biblia?
[29:58] No, porque la Biblia, es la palabra de Dios, cuando nosotros, nos arrepentimos, recibimos el Espíritu Santo, inmediatamente, sí, pero, ¿por qué, por qué, estas, por qué sucede, en esta, en esta, en esta, tres o cuatro formas, que estamos viendo, que, que se, que los discípulos, los apóstoles, de nuestro Señor Jesucristo, impulsían, la mano, y recibían el Espíritu Santo, porque a Dios, le plació, mis hermanos, Dios es soberano, Dios le plació, Dios es soberano, Dios es el Rey, algo, algún propósito, tenía Dios, posiblemente, como sucedió, en Pentecostés, que, que, por la imposición, de las manos, recibieron el Espíritu Santo, cuando estuvieron, parece que, nuestro, nuestro Dios, quien es un Dios soberano, quería, quería, que fuese así, aunque sea, la primera vez, por ejemplo, con los samaritanos, y que fuera así, también, con los gentiles, porque, acuérdense, que Pedro, visita Cornelio, y, también, por la imposición, de las manos, reciben el Espíritu Santo, mis hermanos,
[31:05] Dios es soberano, Dios está en control, de todo, Él es el Rey, del Universo, pero, nosotros, si sabemos, porque nos lo enseña, la Biblia, que ahora, en este momento actual, porque Dios, así lo decidió, porque Dios, es el Rey, Dios, así lo, lo decidió, nosotros, inmediatamente, una persona, se arrepiente, de sus pecados, y, y, y, y Cristo, su Señor, y su Salvador, y su Redentor, inmediatamente, recibe el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo, lo lleva a toda justicia, a toda verdad, y a todo juicio, entonces, hemos visto, el punto número uno, el poder del Evangelio, una ciudad en oscuridad, una ciudad en tinieblas, empieza a escuchar el Evangelio, empieza a escuchar el Evangelio de Cristo, y vemos, como la ciudad, se llena de, de gran gozo, entonces, ahora viene el punto número dos, una falsa conversión, una falsa conversión, una falsa fe, entonces, en el versículo 18, nosotros vemos, cuando vio Simón, cuando Simón vio, que los, apóstoles, que Pedro y Juan, imponían las manos, y, las personas, recibían, el Espíritu Santo, esto le pareció a él, se sorprendió, miren como dice, en el versículo 18, cuando vio Simón, que por la imposición de las manos, de los apóstoles, se daba el Espíritu Santo, mírenlo aquí, su corazón, lo delató, él le ofreció dinero, él le ofreció dinero, a los apóstoles, para el poder, para que le enseñaran, cómo él podía obtener ese poder, imagínense, que nosotros, los estábamos viendo, andando con Felipe, posiblemente, predicando el Evangelio, posiblemente, quizá, estaba haciendo milagros, posiblemente, estaba, sacando, expulsando, demonios, sobre las personas, y miren, cualquiera, que veía a Simón, decía, no, esto es un creyente, y que el Señor, nos está enseñando, que Dios, nos está enseñando, aquí en su palabra, para que nosotros, meditemos, para cuando nosotros, salgamos de aquí, nosotros, meditemos, en lo que estamos viendo, porque, le vuelvo y le leo, versículo 18, cuando vio Simón, que por la imposición, de las manos, de los apóstoles, se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo, oigan como le dijo, dadme también, a mí este poder, para cualquiera, a quien yo, impusiese las manos, reciba, el Espíritu Santo, wow, mis hermanos, y como le respondieron ellos, entonces,
[33:31] Pedro le dijo, tu dinero, perezca contigo, porque has pensado, que el don de Dios, se obtiene con dinero, mis hermanos, que Dios, nos está enseñando, aquí en su palabra, que nosotros, como iglesia, tenemos, que llevarnos, no todos, los que están, en la iglesia, son salvos, no todos, los que están, en la iglesia, tienen una fe, genuina, una fe, que salva, en todas las iglesias, va a haber trigo, va a haber cizaña, en todas las iglesias, hay personas, que vienen, los domingos, al culto, es duro, mis hermanos, lo que yo le estoy diciendo, créanme, no es, no es algo, no es algo, que uno, quizás, quiere oír, pero, tengo que predicarlo, porque es la palabra de Dios, y tenemos que ser fiel, a la palabra de Dios, nosotros, estamos viendo a Simón, Simón el Mago, mis hermanos, la realidad, la realidad, es, que, en la iglesia, hay personas, que no son salvas, hay personas, que se han autoengañado, y piensan, que son salvas, y esto, tiene un propósito, de que nosotros, entendamos esto, que nosotros, veamos esto, hay personas, que quizás, vienen a la iglesia, hay personas, que, vienen a la escuela bíblica, hay personas, que están parados, predicando la palabra, y no son salvas, hay personas, que están dando enseñanza, en la iglesia, y no son salvas, y esto, mis hermanos, como, se estuvo enseñando, se ha estado enseñando, en la escuela, en la escuela bíblica, hay una iglesia, visible, y hay una iglesia, invisible, esta iglesia visible, nosotros, una iglesia visible, pero el corazón, de cada uno de nosotros, solamente lo conoce Dios,
[35:29] Dios, conoce nuestro corazón, Dios, escudriña, nuestro, nuestro corazón, y esto, esto nos pone a pensar, a nosotros, mis hermanos, esto nos pone, a pensar seriamente, a nosotros, mira como, quizás, a todos ustedes, le han cambiado el rostro, o están pensando, en esto, que yo le estoy diciendo, o no, que yo no se lo estoy diciendo, es Dios quien lo está diciendo, porque yo estoy, leyendo de la palabra, de Dios, y es que hay algo, mis hermanos, hay algo, importante, que nosotros, nosotros tenemos, que, que saber, muchas personas, se consideran, que son cristianos, porque creyeron, en una, crecieron, en una familia cristiana, o mi papá, y mi mamá, son cristianos, entonces yo soy cristiano, muchas personas, creen que son cristianos, por eso, muchas personas, lo llaman al frente, a que hagan una confesión, de fe, que lo hacen, de una forma apresurada, lo hacen, y llegan al frente, y hacen una confesión, de fe, y creen que son cristianos, mis hermanos, creen que son salvos, y no son cristianos, pero lo más importante, de todo, lo más importante, de todo, mis hermanos, y amigos, es, si nosotros vamos, a Jeremías 17, del 9 al 10, miren lo que dice Jeremías, miren como dice Jeremías, engañoso, es el corazón, más que todas las cosas, y perverso, quien lo conocerá, por eso, en Proverbio, en Proverbio 4, versículo 23, dice, sobre todas las cosas, guarda tu corazón, porque de él, mana la vida, engañoso, es el corazón, más que todas las cosas, y perverso, quien lo conocerá, quien traicionó, quien traicionó, a Simón el Mago, su corazón, de la abundancia del corazón, abra la boca, que le dijo él, cuando él vio eso, ahí nosotros, ahí nosotros vemos, donde realmente, estaba su corazón, que le dijo, inmediatamente, cuando vio, que ellos estaban expulsando, demonios, que estaban sacando, demonios, que estaban haciendo, que cuando le imponían las manos, el Espíritu Santo, descendía sobre, los creyentes, él dijo, yo quiero de eso, él lo que estaba haciendo, él estaba, junto con Felipe, pero él estaba buscando, esos conocimientos, para su propia gloria, él estaba, lo que él estaba haciendo, no lo estaba haciendo, por amor a Cristo, no le estaba haciendo, un corazón, verdaderamente arrepentido, sino le estaba buscando, buscando su propia gloria, mis hermanos, y lamentablemente, así hay, muchas personas, y, vuelvo y le digo, tengo que decirlo, tengo que decírselo, pero, así hay muchas personas, y que nos lleva a nosotros, a pensar en esto, que nos pone a pensar, a nosotros en esto, que nosotros tenemos, que evaluar nuestros corazones, nosotros tenemos, que evaluarnos, pero como nos vamos a evaluar, por medio, de la palabra de Dios, nosotros tenemos, que aplicar la palabra de Dios, a nuestras vidas, porque, porque, nosotros no podemos, confiar en nosotros mismos, nuestro peor enemigo, somos nosotros mismos, créanmelo mis hermanos, en quien nosotros, tenemos que confiar, tenemos que confiar, en la palabra de Dios, tenemos que aplicar, la palabra de Dios, en nuestras vidas, nosotros tenemos, que aplicar los diez mandamientos, sentarnos, y aplicarlo, a nuestras vidas, nosotros tenemos, que aplicar el sermón, del monte, a nuestras vidas, nosotros tenemos, que ver los ejemplos, que Dios nos da, en su palabra, nosotros tenemos, que hacer esto, mis hermanos, porque si, nos llevamos, de nuestro propio corazón, de nuestro propio juicio, que sea la palabra, de Dios, en todo lo que nosotros, vamos a hacer, en todo lo que nosotros, hagamos, miren, la parábola del sembrador,
[39:31] es una parábola preciosa, que podemos, podemos conectarla, con esto, que estamos viendo aquí, un sembrador, salió a sembrar, y regó la semilla, una parte de la semilla, que vino en el camino, y vinieron las, las aves, y se la comieron, otra cayó en pedregales, tenía poca raíz, creció, pero después, como tenía poca raíz, entonces, se murió, y otra cayó, entre espinas, entre espinas, cuando las, cuando las espinas crecieron, no, no pudieron crecer, cuando, las semillas, no pudieron crecer, no pudieron dar fruto, y una, una cayó en buen terreno, y esa dio fruto, entonces, nuestro señor Jesucristo, explica la parábola, la que cayó en el camino, oigan esto, mis hermanos, porque podemos hacer, una conexión perfecta, con esto, que nosotros estamos viendo, la semilla, que cayó en el camino, que vinieron las aves, y se la comieron, significa, cuando, la persona, viene a la iglesia, y escucha la palabra de Dios, y sale quizá, con cierto, sale, con cierto gozo, pero viene,
[40:38] Satanás, oigan esto, quita esa palabra, que Dios sembró, en el corazón, quita esa palabra, que, que se sembró, en el corazón, de la persona, esto sucede, durante la predicación, eso sucede, cuando estamos predicando, la que cayó, en pedregales, dice que la reciben, con gozo, pero como no tienen raíz, cuando viene la tribulación, y la persecución, se olvidó la palabra de Dios, ustedes estamos viendo, pero, yo sé que ustedes están inquietos, y que seguro están pensando, pero, ¿dónde cae, Simón el Mago, en esta, en esta parábola, del buen sembrador, Simón el Mago, cae en el siguiente, la que se, la que se, la semilla que cayó, entre, entre los espinos, dice, son aquellos, que oyeron la palabra, pero los afanes, de este siglo, oigan esto, los afanes, de este siglo, y el engaño, de las riquezas, aquí está Simón, y el engaño, de las riquezas, y la codicia, de otras cosas, entran, y ahogan la palabra, wow, bendito sea, el nombre de Dios,
[41:45] Dios es bueno, mis hermanos, que Dios, nos revela estas cosas, y nos dice, estas cosas, entonces, los afanes, de este mundo, Satanás, quita la palabra, que ha sido sembrada, en el corazón, las persecuciones, y solamente, un porcentaje, cae en terreno bueno, y crece, la palabra, da fruto, la palabra, la palabra, de Dios, el corazón, cuidemos, nuestro corazón, con cuáles, intenciones, nosotros estamos, haciendo las cosas, y eso es lo que, medita en eso, cuando te vayas hoy, cuando termine el culto, cuando terminemos de compartir, en el primer piso, cuando, y sobre todo, que vamos a celebrar, la Santa Cena, medita, con cuáles, intenciones, estás haciendo las cosas, escudriña tu corazón, medita, porque yo estoy, yendo a la iglesia, estoy verdaderamente, yo, agradando a Dios, porque yo estoy, haciendo las, porque estoy haciendo, lo que estoy haciendo, medita, eh,
[42:55] Martin Lloyd-Jones, que estuve, estuve, revisando, este, este, eh, uno de mis autores favoritos, Martin Lloyd-Jones, dice, y esto me llamó mucho la atención, dice, que el falso creyente, en algún momento, de su vida, se traicionará, a sí mismo, wow, y, y, estuve meditando, toda, toda la noche, estuve meditando, sobre esto, vuelvo y le leo, lo que él dice, o lo que él dijo, porque él ya murió, dice, que el falso creyente, en algún momento, de su vida, se traicionará, a sí mismo, en algún momento, de su vida, se traicionará, a sí mismo, y, me llamó mucho, mucho, la atención, y eso fue lo que pasó, con, con Simón el Mago, Simón el Mago, su corazón, lo traicionó, que era lo que él tenía, en su corazón, lo que él tenía, en su corazón, era que él quería, tener esos poderes, que vio, que los apóstoles hacían, para él entonces, poder seguir, sometiendo, a la población, de Samaria, para él seguir, presentándose, como una persona, oigan como él se autodefinía, el gran poder de Dios, él quería, hacer, quería tener, estos poderes, pero mis hermanos, más que sobre todas las cosas, viendo esto, de Simón, de Simón el Mago, hay unos versículos, que me vinieron a la mente, inmediatamente, y es,
[44:25] Mateo, capítulo 7, del 21 al 23, y nosotros lo hemos dicho, lo hemos mencionado, en otras predicaciones, Mateo 7, del 21 al 23, miren como dice, nuestro Señor Jesucristo, hablando, no todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino, de los cielos, sino el que hace, la voluntad de mi Padre, y le voy a volver, a repetir esa parte, y préstenle atención, mis hermanos, porque Dios, nos está dando, esta palabra, es para que nosotros, meditemos, si verdaderamente, nosotros somos salvos, para que nosotros, meditemos, si nosotros estamos, haciendo la voluntad de Dios, no todo, el que me dice, Señor, Señor, no todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino, de los cielos, sino, el que hace, la voluntad de mi Padre, y miren como continúa, diciendo, en aquel día, muchos me dirán, oigan esto, y piensen en Felipe, y piensen en Simón, en Simón el Mago, en aquel día, muchos me dirán,
[45:27] Señor, en tu nombre, profetizamos, lo que hacía, lo que hacía Felipe, y no, bueno, la Biblia no lo dice, pero él estaba al lado de Felipe, viendo eso, pero Señor, nosotros, en tu nombre, nosotros, profetizamos, en tu nombre, nosotros, hicimos milagros, y en tu nombre, nosotros, echamos fuera demonios, y miren, esto, nuestro Señor Jesucristo, diciendo, que, cuando Él dice, no todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino, del cielo, sino el que hace, la voluntad de mi Padre, y cuando las personas, se acerquen a Cristo, eso va a ser en el día del juicio, cuando estemos delante del Señor, y, cuando las personas, se acerquen a Cristo, oigan como Él le va a responder, apartados de mí, nunca os conocí, hacedores de maldad, wow, mis hermanos, eso es para nosotros, pensar y meditar, pensar, y meditar, estoy yo haciendo, la voluntad de, estoy yo haciendo, la voluntad de Dios, estoy yo haciendo, la voluntad del Padre, soy verdaderamente, yo un cristiano, verdaderamente, yo he nacido de nuevo, nosotros podríamos, quizá todo el tiempo, engañar, a todo el mundo, pero nunca vamos a engañar a Dios, con qué intenciones, nosotros estamos haciendo, las cosas, estamos haciendo, las cosas, buscando mi propia gloria, buscando la gloria de Dios, examinemos nuestro corazón, y examinémonos, a la luz de la palabra de Dios, apliquemos la palabra de Dios, en nuestras vidas, y, porque es importante, lo que nuestro Señor Jesucristo, nos está diciendo, lo que Dios nos está diciendo, aquí a través de su palabra, y miren como, como dice, como continuó diciendo,
[47:10] Pedro, y aquí nosotros vamos a ver, otra señal, de que Simón el Mago, no tenía, no tenía una fe salvadora, una fe que salva, miren como, cuando él le dijo, cuando Pedro le dijo, en el versículo 20, entonces, Pedro le dijo, tu dinero perezca contigo, porque has pensado, que el don de Dios, se obtiene con dinero, miren como él le dice, y, no, él le sigue diciendo, Pedro, pero no tienes tú, ni parte, ni suerte, en este asunto, porque tu corazón, oiganlo aquí, aquí está el problema, el problema, es el corazón, el corazón del hombre, un corazón endurecido, por el pecado, miren como le dice, porque tu corazón, no es recto, delante de Dios, arrepiéntete pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás, te sea perdonado, el pensamiento, de tu corazón, porque en el de amalgura, y en prisión de maldad, veo que está, y como lo respondió, como le respondió, Simón el Mago, esto era para él, arrodillarse delante del Dios, mis hermanos, oren por mí, que yo he pecado, delante de Dios, te pido perdón Señor, y miren como él respondió, miren como le respondió, entonces Simón dijo, rogad vosotros por mí, rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto, que habéis dicho, venga sobre mí, oigan esto, rueguen por mí, para eso que ustedes dijeron, no venga sobre mí, él no tenía un arrepentimiento verdadero, en lugar de él arrepentirse, lo mismo que pasó con Judas,
[48:38] Judas tuvo un remordimiento, pero no tuvo un arrepentimiento, y Simón el Mago, no tuvo un arrepentimiento, él se lo está diciendo, tú tienes que arrepentirte, tienes que arrepentirte, porque tu corazón, no está de acuerdo, a la voluntad de Dios, y sigue entonces, el último versículo, el 25, y ellos habiendo testificado, y hablado la palabra de Dios, donde quiera que iban, donde quiera que iban los apóstoles, predicando la palabra de Dios, y eso es lo que nosotros, tenemos que hacer, miren como dice, predicando y testificando, hablando la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones, de los samaritanos, anunciaron el Evangelio, el Evangelio, nada detiene el avance del Evangelio, nada detiene el avance del reino, como se estuvo enseñando, nada va a detener, el avance de la iglesia de Cristo, nadie va a detener, el avance del reino de Cristo, el Evangelio se estaba haciendo, predicado en Jerusalén, ya en Samaria, estaba siendo predicado, y que nosotros hemos visto, mis hermanos, en el día de hoy, hemos visto dos puntos, el poder del Evangelio, como el Evangelio, transforma los corazones, como el Evangelio, nos transformó a nosotros, como el Evangelio, transformó la ciudad, de Samaria, una ciudad en oscuridad, y ahora había gran luz, había gran gozo, y nosotros vemos, una falsa, una falsa conversión, entonces, cuáles aplicaciones, nosotros nos llevamos, cuando nosotros nos vayamos, de que predicó el hermano, el hermano Pedro, cuáles cosas el Señor, nos deja para nuestros corazones, mis hermanos, la Biblia nos advierte, de guardar nuestro corazón, dice, nosotros vimos en Jeremia, que engañoso es el corazón, más que todas las cosas, nos engaña nosotros mismos, nosotros somos nuestro peor enemigo, nosotros tenemos que filtrar, todas las cosas, con la palabra de Dios, filtremos todo, con la palabra de Dios, nosotros tenemos, que aplicar, los mandamientos, a nuestras vidas, nosotros tenemos, que aplicar, el sermón del monte, y busquen el sermón del monte, y leanlo, nosotros tenemos, que aplicar, el sermón del monte, a nuestras vidas, un árbol bueno, debe de dar buenos frutos, un árbol malo, no va a dar malos frutos, entonces, nosotros tenemos, que evaluarnos, estoy yo dando frutos, de arrepentimiento, estoy yo, verdaderamente, soy yo, un cristiano, nosotros tenemos, que meditar, en todo esto, mis hermanos, y el señor, nosotros, esos versículos, que vimos en Mateo 7, que dice, no todo el que me dice, señor, el señor, entrará en el reino, de los cielos, sino el que hace, la voluntad del padre, entonces, busquemos, cuál es la voluntad, de Dios, en nuestras vidas, que Dios quiere, que nosotros hagamos, es el, el es el rey, y el universo, del universo, el es el rey, del universo, el creador, del universo, y mis hermanos, pidámosle a Dios, que todas las cosas, que hagamos, lo hagamos por amor a él, que lo hagamos por amor, en nuestras oraciones, señor, yo quiero, yo quiero agradarte, yo quiero, predicar tu palabra, pero, hacerlo por amor, porque Dios, nos amó primero, imagínense, nuestro señor Jesucristo, el rey del universo,
[51:53] Dios padre, Dios hijo, Dios espíritu santo, nuestro señor Jesucristo, creador de todo lo que existe, y se hizo hombre, y vino y murió, en una cruz, escupido, triturado, eh, eh, maltratado, por, para que nosotros, tengamos salvación, eh, y sería bueno, quizás, dentro de las aplicaciones, que nosotros pensáramos, en primera de este, salonicense, capítulo 5, 16 y 18, esta es la voluntad de Dios, ustedes me preguntan, si alguien le preguntaba, acá, que es lo que Dios, quiere que nosotros hagamos, Dios quiere que nosotros, estemos gozosos siempre, gozosos, Dios quiere que nosotros, le demos gracia a él, en todo, Dios quiere que oremos, en todo momento, esa es la voluntad de Dios, Dios quiere que nosotros, oremos en todo momento, que estemos gozosos, que le demos gracia, por todo, Dios quiere que no, no apaguemos el espíritu, como nosotros apagamos el espíritu, pecando, nosotros, constrictamos el espíritu, cuando hacemos las cosas, que a Dios le desagradan, Dios quiere que, que no hagamos, que hagamos el bien, en todo momento,
[52:59] Dios quiere, que crezcamos, en santidad, en santificación, que nos apartemos, de la fornicación, que nos amemos, el uno al otro, yo le estoy dando, esta es la voluntad de Dios, lo pueden ver, en primera de Tesalonicense, en primera y segunda, de Tesalonicense, lo pueden ver, Dios quiere la santificación, que nos apartemos, de fornicación, que nos amemos, el uno al otro, y que nos engañemos, a nuestros hermanos, miren un resumen, pero este es un resumen, que si no, que podemos, no lo podemos aprender, gozoso, orar siempre, hacer el bien siempre, la santificación, que nos apartemos, de fornicación, amarnos, el uno al otro, amarnos, el uno al otro, que a veces, eso no lo vemos, en las iglesias, tenemos que amarnos, el uno al otro, y sigo insistiendo, amar al hermano, amar al hermano, y no engañar, a nuestros hermanos, si tú estás aquí, sin Cristo, tú necesitas arrepentirte, tú necesitas arrepentirte, definitivamente, tú tienes que venir, en arrepentimiento, y fe a nuestro Señor,
[54:02] Jesucristo, para que tenga salvación, Dios, es un Dios bueno, es un Dios misericordioso, pero Dios, aborrece el pecado, y todos nosotros, somos pecadores, nosotros necesitamos, un Redentor, necesitamos un Salvador, y ese Redentor, y Salvador, es nuestro Señor, Jesucristo, vamos a orar, mis hermanos, Señor, grandes son tus palabras, son grandiosas, tus palabras, tus palabras, nos transforman, y nos ayudan, te damos gracias, Padre, por nuestro Señor, Jesucristo, Él pagó en la cruz, por nuestros pecados, no merecíamos, no lo merecíamos, Señor, somos malos, somos pecadores, ayúdanos, Señor, a crecer en santidad, ayúdanos, a hacer tu voluntad, hacer tu voluntad, por amor, más que por temor, hacerla por amor, porque tú nos amaste, primero, oh Señor, perdónanos, perdónanos, Padre, perdónanos,
[55:03] Señor, en el nombre de Jesús, Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén.
[55:13] Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén.