Es El Evangelio de Jesucristo Relevante Para Mi?

Hechos - Part 5

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Preacher / Predicador

Charls Gomez

Date
Aug. 18, 2024
Time
13:00
Series / Serie
Hechos

Passage

Description

Nuestro pastor Charls Gomez predica sobre el sermon de Pedro durante el Pentecostes en Hechos 2:22-42. El tiene una pregunta muy importante: Es el evangelio de Jesucristo relevante para ti?

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Transcription

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[0:00] Hechos de los Apóstoles en el capítulo 2. Vamos a comenzar a leer en el versículo 22. Hechos 2, comenzando en el versículo 22.

[0:30] Dice así la palabra de Dios. Varones israelitas, oíd estas palabras. Jesús Nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él.

[0:53] Como vosotros mismos sabéis, a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de iniquos crucificables, al cual Dios levantó sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fueses retenido por ella.

[1:21] Porque David dice de él. Veía al Señor siempre delante de mí, porque está mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, se gozó mi lengua, y aún mi carne descansará en esperanza.

[1:39] Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la vida, me llenarás de gozo con tu presencia.

[1:51] Verones, hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.

[2:03] Pero siendo profeta y sabiendo que con juramento Dios le había jurado, que de su descendencia, en cuanto a la carne, se levantaría el Cristo, para que se sentase en su trono.

[2:17] Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual nosotros somos testigos.

[2:34] Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis.

[2:45] Porque David no subió a los cielos, pero él mismo dice, dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

[2:56] Sepa pues, ciertísimamente, toda la casa de Israel, que a este Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

[3:14] Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro, y a los otros apóstoles, varones, hermanos, ¿qué haremos?

[3:27] Pedro les dijo, arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

[3:40] Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor Dios llamare, nuestro llamare, y con otras muchas palabras, testificaba y les exhortaba diciendo, sed salvos de esta perversa generación.

[3:58] Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados, y se añadieron aquel día, como tres mil personas, y perseveraban, en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, unos con otros, en el partimiento del pan, y en las oraciones.

[4:20] Antes de orar brevemente, quiero introducirles, a ver lo que vamos a hacer hoy, vamos a hacer una breve introducción, en el contexto, en el que estamos hablando, este es el sermón de Pedro, en Hechos de los Apóstoles, después del día de Pentecostés, Pedro da un discurso.

[4:34] Una breve introducción, veremos después, que esto es un sermón. Yo voy a dar el sermón, que Pedro dio básicamente, y es una bendición, porque, bueno, la primera parte del sermón, lo voy a dividir, de manera natural.

[4:49] Lo primero, que él va a tratar, es, aquel varón, a quien crucificasteis, Dios le ha hecho, Señor y Cristo. La segunda porción, es que, compunción, convicción de pecado, y arrepentimiento.

[5:05] Esto produjo, compunción, constricción, y produjo arrepentimiento. Y al final, vamos a ver algunas aplicaciones. Vamos a orar.

[5:16] Señor, gracias te damos, por esta oportunidad, que nos concedes, de estar delante de ti. Nos postramos humillados, ante tu grandeza. Señor, cuántas maravillas y prodigios, tú has hecho en medio nuestro, en el pasado, y aún en el presente, y aún en este día de hoy.

[5:35] Tu santo espíritu, fue dado a tu iglesia, y tu santo espíritu, fue derramado en nuestros corazones, y tu amor, fue derramado ahí, y tú vives en nosotros, estás con nosotros, y ese sello, es hasta el fin, mi Dios.

[5:49] Algún día estaremos, cara a cara contigo, siendo transformados, a tu imagen, para adorarte, por los siglos de los siglos, Señor. Guíanos, te suplicamos, aplica esta cosa, a nuestros corazones, que tu nombre, sea grandemente exaltado, lo pedimos en Cristo Jesús.

[6:07] Amén. Como les dije, una breve introducción, el segundo capítulo de Hechos, la vez pasada vimos, cuando el Espíritu Santo, que había sido prometido, desciende en día de Pentecostés.

[6:20] Hubieron señales, hubo un gran estruendo, un viento recio que soplaba, que llenó toda la casa, hubo lenguas repartidas, como de fuego, que se colocaban, en cada uno de los que estaban ahí, reunidos, habían como unas 300 personas, que estaban orando, a unísono, en un solo sentir, esperando en Jerusalén, como Cristo le había dicho, quédense en Jerusalén, hasta que reciban, poder de lo alto, y se han investido, con el Espíritu Santo.

[6:47] El Espíritu Santo, llega en ese día, y el estruendo es tan grande, que multitudes, que habían ido a adorar, a Jerusalén, y que estaban ahí, tuvieron que ir a la casa, al lugar, a ver qué había pasado.

[6:58] Fue un estruendo, como si fuera un viento, un huracán. Las lenguas, se presentaban, como con llamas de fuego, y ellos, les oían hablar, a cada uno, en su propio idioma, en el cual habían nacido.

[7:13] Dios les repartió, a todos los que estaban ahí, la capacidad, de hablar otros idiomas, sin haber tenido que estudiarlo. Eso lo vimos la vez pasada. En Jerusalén, en ese entonces, como lo dice, en el versículo 5, del capítulo 2, habían judíos, de todas las naciones, dice, habían judíos, piadosos, de todas las naciones, debajo del cielo, personas que practicaban, la fe, de Abraham, de Isaac, y de Jacob, que vivían en Jerusalén, o que habían ido, a la fiesta, de la celebración, de Pentecostés, que era una fiesta importante, donde los hombres, tenían que reunirse, a ofrecer, y a dar gracias a Dios, y ese era el día, de esa fiesta.

[7:55] El cincuentao día, después del último día, de reposo, se celebraba, esa fiesta. O sea, este estruendo, sucede en ese día. Eso lo vimos la vez pasada. Si alguien interesa, puede escuchar el mensaje, de la vez anterior.

[8:07] Y déjeme aclarar, que esas lenguas de fuego, glosa, en griego, es idiomas. Ellos tuvieron la habilidad, de hablar distintos idiomas, y todos esos judíos, que hablaban distintos idiomas, los entendían predicar el evangelio, en su propia lengua, en la cual habían nacido.

[8:26] Y había un espanto. Estaban espantados, estaban confusos, estaban atónitos, ¿se acuerdan?

[8:36] Estaban maravillados, y perplejos. Entonces, ¿qué es esto? ¿Qué ha pasado aquí? Entonces, se levanta Pedro, y comienza a dar un discurso, comienza a dar su sermón.

[8:49] Algunos se preguntaban, ¿y qué quiere decir esto? Más, otros burlándose, decían, están llenos de mosto, parece que tomaron vino, tomaron vino dulce, y están, están, fuera de sí.

[9:03] Entonces, Pedro se levanta, la primera porción del mensaje de Pedro, yo la leí la vez pasada, simplemente, brevemente, voy a hacer un recuento. Dice que Pedro, los primeros versículos, antes del 22, hay una porción donde Pedro, en realidad, comienza su discurso.

[9:19] No voy a, no voy a dilatarme mucho en eso, porque quiero comenzar, en la segunda porción del versículo 22 en adelante, pero, para hacer un recuento de lo que sucedió, es que, Pedro se pone en pie, junto con los once, alza su voz, y les habla diciendo, varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto sea notorio, oíd mis palabras, porque esto no es tan ebrio, esto no es tan borracho, es la hora tercera, ¿cómo es posible que en la mañana estén borrachos?

[9:54] No, como ustedes suponen, si no, que esto fue lo que dijo el profeta Joel, y entonces, cita una profecía de Joel, donde Dios, y la voy a, voy a hacer un resumen breve, de esa porción, primero, que dice, en los postreros días, él cita, habrán acontecimientos que sucederán, y esos postreros días, comenzaron ya, en ese momento, dice, en los postreros días, derramaré mi espíritu sobre toda carne, mis siervos y sobre mis siervas, en aquellos días, derramaré mi espíritu, y profetizarán, y ustedes pueden leer la profecía, está en Joel, y está citada aquí, en el discurso de Pedro, simplemente voy a hacer algunas anotaciones, dice, Dios iba a derramar su espíritu, sobre toda carne, y ya vemos ahí, que el Espíritu Santo desciende, a vivir en el cristiano, permanentemente, el cristiano es sellado, en el momento que cree, con el Espíritu Santo, esos que estaban ahí reunidos, ya habían creído, ahí estaban los apóstoles,

[11:06] María, y muchos que eran discípulos, que estaban en oración, esperando, que recibir el Espíritu Santo, dice, y todo aquel que invocara, el nombre del Señor, será salvo, en ese pasaje, se habla de eso, la profecía incluía, que todo el que invocara, el nombre del Señor, sería salvo, y, que la palabra de Dios, se cumple, porque esa profecía, la dio el profeta Joel, muchos años atrás, y dicen, esto que ustedes están viendo, ahora es el inicio del fin, en los postreros días, estas cosas van a comenzar a suceder, y ya estaban sucediendo, así empieza el discurso de Pedro, él cita, la profecía completa, que está en Joel, y esa profecía, él la dio completa, esa profecía, incluía otras señales, que aún no se han cumplido, como que el sol, se ocurrecerá, la luz, dejará de dar su brillo, la luna se ocurrecerá, etcétera, etcétera, y el día del Señor vendrá, hay cosas que todavía, están por verse, pero él cita, él cita la profecía completa, pero comenzó el inicio, cuando dice, y en los postreros días, dice el Señor, esta cosa van a estar sucediendo, ya comenzaron los postreros días, estamos en los últimos días, dice, daré prodigio en el cielo, señales en la tierra, sangre y fuego, y vapor de humo, el sol se convertirá en tiniebla, la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto, el día del Señor, aún está al por venir,

[12:33] Jesucristo, ya vino su primera vez, pero vino, como el siervo humillado, el siervo sufriente, el siervo que venía a dar su vida en rescate, eso lo vamos un poquito más adelante, vamos a expandir un poquito sobre eso, pero ya cuando venga el Señor en su gloria, cuando el cielo, cuando el cielo y la tierra serán quemados, dice que como una cortina se enrollarán, todos los elementos en la tierra, ardirán con fuego, y Dios, Jesucristo, desciende del cielo, a crear cielos nuevos y tierra nueva, y esa es nuestra esperanza, los que hemos creído en el Evangelio, tenemos esa esperanza, esto va a pasar y ya comenzó, la palabra de Dios se cumple, allí estaba esa multitud, de hombres, reunidos, llenos de confusión, y siendo incapaces de descifrar, o explicar qué es lo que está sucediendo aquí, pero entonces cuando es que se levanta Pedro, en medio de esa confusión, fíjense qué hace el Señor, él estaba cumpliendo lo prometido, verdad, el Espíritu Santo, los cristianos recibieron la promesa del Espíritu Santo, con el bono de que todos los que estaban ahí, aprendieron un idioma instantáneo, porque Dios se los dio instantáneo, y la otra vez se me olvidó hacer la pregunta, y lo voy a mencionar porque es relacionado con este texto, ¿qué tiempo le toma a Dios aprender un idioma?

[13:57] ¿cuántos días le toma a Dios aprender un idioma? ¿eh? Zero, omnisciente, Dios lo sabe todo, no toma tiempo para Dios, entonces Dios hace lo que Él quiere, y le concedió a esos hombres, aprendan ese idioma para que prediquen mi palabra, el Evangelio, a todos los que están ahí, ¡wow!

[14:18] ¡qué bendición tan grande! entonces, leyendo el, el discurso de Pedro, vamos al versículo 22, dice, varones israelitas, oíd estas palabras, la segunda, continuando con el discurso de Pedro, dice, varones israelitas, oíd estas palabras, Jesús Nazareno, varón aprobado por Dios, entre vosotros, con las maravillas, con los prodigios, y los milagros, y señales, que Dios hizo entre vosotros, por medio de Él, como vosotros mismos sabéis, oigan esto, ¿a quién le está dirigiendo Pedro este sermón?

[15:12] Primero, voy a enfatizar de nuevo, algo que mencioné, pero no le di suficiente énfasis, Dios creó, una situación de confusión, sí o no, para lo que estaba ahí, no para los cristianos, los cristianos están maravillados, de que Dios lo ha bendecido, y ya tienen, el Espíritu Santo, y el mismo Pedro, este inculto, se para ahí a defender, y a citar la Biblia, como si fuera un erudito, porque el Espíritu Santo lo invistió, estaban llenos de gozo, pero la multitud estaba confusa, entonces, estaba todo el mundo confundido, es que están borrachos, ¿qué es lo que está pasando aquí?

[15:50] Y eran judíos, y estaban en Jerusalén, donde Cristo había vivido, donde todo el que estaba ahí, tenía que saber quién era Jesucristo, y todo lo que había hecho, pero resulta, que ellos estaban indiferentes, todo el que estaba ahí, ni hiji ni hija, y escúseme, ni hiji ni hija, no le afectó el hecho, de que el Hijo de Dios, estuvo en medio de ellos, y no hicieron nada con él, pero, nada bueno, por eso es que Pedro está diciendo, escúchenme esto, ese que vino ahí, escuchen quién era este, a este, dice, Jesús Nazareno, varón aprobado por Dios, con todos los milagros, los prodigios, las señales, todo lo que hizo, las señales, que Dios hizo entre vosotros, por medio de él, como ustedes lo saben, a este, por el determinado consejo, y anticipado conocimiento de Dios, ustedes, lo metieron preso, ustedes decidieron, que no le interesaba, que no lo querían, y se la ingeniaron, para acusarlo falsamente, y ustedes, que están ahí, son culpables, de que él fuera apresado, y acuérdense, que había una opción, incluso de librar, a un homicida, y prefirieron, no, a Cristo, que queremos que metan preso, y que lo quiten, de la tierra, él está hablando, a todas esas personas, que estaban ahí, y ya su conciencia, estaba, ya yo estaba hablando, de su conciencia, el discurso de Pedro, ustedes lo prendisteis, y lo matasteis, por manos iniquos, crucificándole, pero a este, ¿saben qué?

[17:30] a ese Dios, lo levantó, sueltos los dolores, de la muerte, por cuanto era imposible, que él fuese retenido, por ella, porque David, dice de él, veía el Señor, siempre delante de mí, porque está a mi diestra, no seré conmovido, por lo cual, mi corazón se alegró, se gozó mi lengua, y mi carne, descansará en esperanza, porque no dejarás, mi alma en el hadel, él está citando, a un salmo, wow, Pedro, le cita a Joel, y ahora se va a un salmo, y le dice, ¿saben qué?

[18:05] el salmista habló de Jesucristo, y dijo, que el alma de él, no iba a ser dejada en el hadel, en el seolo, en el lugar de los muertos, la muerte, no podía retener al Hijo de Dios, ustedes lo mataron, pensaban que lo iban a quitar, de la faz de la tierra, pero resulta que no, porque ese fue un varón aprobado, por Dios, y la muerte no lo retuvo, y Dios lo levantó, al tercer día, y esos que estaban ahí, son todos los culpables, de haber consentido, este discurso es para ellos, Pedro le está hablando, de una manera directa, y le está citando las escrituras, dice, el salmo, el salmo 16, dice, a Jehová he puesto siempre delante de mí, este es el salmo 16, citándolo ahora, que es prácticamente un paralelo, a Jehová he puesto siempre delante de mí, porque está a mi diestra, no seré conmovido, se alegró por tanto mi corazón, se gozó mi alma, mi carne reposará confiadamente, porque no dejarás mi alma en el seol, seole la palabra hades en hebreo, y en griego es, hades, no permitirá que tu santo vea corrupción,

[19:11] Jesucristo no podía ser retenido por la muerte, pero resulta, que a eso fue que ustedes mataron, y crucificaron, varones hermanos, y escuchen, él le sigue el discurso, varones hermanos, eran judíos, él le podía llamar hermanos, fíjense que hay una familiaridad, yo soy judío, ustedes que están ahí escuchándome, somos de la misma nacionalidad, creemos en la misma cosa, supuestamente, escuchenme esto, varones hermanos míos, se os puede decir libremente, del patriarca David, que él murió, fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros, hasta el día de hoy, David vivió y murió, y la tumba todavía está ahí, con él adentro, fíjense que para que vayan pensando ellos, pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento, Dios le había jurado, que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo, David había dicho, y Dios había prometido, cuando estudiamos el Génesis, había una promesa, que el reinado de David, iba a ser para siempre, ¿se acuerdan?

[20:18] que hemos oído esas cosas, Dios le había prometido, que se iba a levantar uno, de Jacob, de Israel, de David, cuyo trono no tendría fin, y él está citando ese, y le dice, Dios habiendo jurado, que de su descendencia, de la descendencia, en cuanto a la carne, se levantaría el Cristo, para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción, entonces este supuesto Jesucristo, que ya había sido crucificado, ya había sido enterrado, ya había resucitado, y ya había ascendido a los cielos, porque este discurso fue después, todos estos hombres israelitas, ¿qué ustedes creen que estaba sucediendo en sus mentes?

[21:12] Si esto es así, hay problemas, que ese es el Cristo, que ese es el Mesías, que de ese fue que habló David, que ese fue el que no pudo ser dejado en el Hades, y que se levantó, y la mente de ellos, yo me imagino en sus corazones, como ya estaban la conciencia, acusándoles, dice, a este Jesús, resucitó Dios, a ese Dios los resucitó, de lo cual, todos nosotros somos testigos, así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido la promesa del Padre, la promesa del Espíritu Santo, ha derramado, esto que vosotros ves y oís, óiganme, esto que ustedes están viendo aquí, es porque Dios le prometió, que les iba a enviar el Espíritu Santo, y aquí llegó, no es que están borrachos, es que Dios cumple su palabra, le está hablando de lo que sucedió en Pentecostés, pero que le está haciendo, le está predicando el Evangelio, y le está diciendo, ¿ustedes saben qué?

[22:24] Mis varones hermanos judíos israelitas, hay sangre en sus manos, hay sangre inocente, y el problema es que, no fue a un cualquiera que ustedes, consintieron en quitarle la vida, fue aquel varón a quien Dios aprobó, mediante el cual Dios hizo milagros, prodigios y señales, aquel que cuando lo enterraron, no pudo retenerlo, la tumba, y Dios los resucitó, y dijo que el Espíritu Santo vendría, Cristo dijo, yo me voy, pero no los dejo solos, yo le envío un consolador, y ahora el consolador está llegando, a vivir con nosotros, Dios, el Espíritu de Cristo, ahora en cada cristiano, para siempre, hasta que él regrese, ya viviendo en el cristiano, dice, porque David, no subió, a los cielos, pero él mismo dice, dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos, por estrado de tus pies,

[23:29] Dios en su trono, glorioso en el cielo, dice, el hijo mío, se sienta aquí, a mi mano derecha, se sienta junto a mí, en mi trono, porque él es Dios, nadie puede sentarse junto a Dios, a gobernar nada, a menos que no sea Dios, entonces, ahí es que está ahora Jesucristo, y todo el que está ahí escuchando, estaba oyendo este sermón de Pedro, sepa pues ciertísimamente, ustedes todos, varones que están ahí oyéndome, la casa de Israel, y por si acaso, todo el que está ahí oyendo, en el discurso, que a este Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho, Señor, y Cristo, ahora, ese es el curios, el Señor, un atributo, que se le atribuye solo a Dios, en alguna, en la Biblia en inglés, en algunas traducciones, no ponen, cada vez que ponen a Jehová, ponen Señor, y dijo el Señor, a mi Señor, no ponen Jehová, en la traducción de nosotros, usa Jehová, pero el Señor es el curio, el que gobierna, el que controla, el que reina, y dice él, y a ese, que ustedes mataron, ese ahora es el Señor, y ese es el Cristo, ese es el que había sido prometido, ¿qué ustedes creen, que estaba sucediendo, en todas esas mentes?

[24:50] ¿qué ustedes creen, cuando a uno le, le agarran, yo no me voy a un refrán, que no me viene a la mente ahora, con la mano en la masa, ¿eh? cuando a uno lo descubren, con las manos en la masa, ¿qué hace uno?

[25:07] díganme, ¿qué puede uno hacer? ¿cómo, qué excusas iban a tener a ellos, a decirle, pues nosotros no enteramos de nada de eso, porque él no dice así, Pedro dice, ustedes son todos testigos, ustedes son testigos, de que Dios hizo, todos esos milagros, y todas esas señales, en medio de ustedes, ¿sí o no?

[25:27] nadie dijo, nadie podía, nadie pudo argumentar, nadie pudo argumentar una palabra, ¿y qué sucede entonces, cuando él le da este discurso?

[25:41] ¿qué ustedes creen que sucedió? eso trajo compunción, convicción de pecado, y arrepentimiento, wow, Pedro es lleno del Espíritu Santo, y Pedro les dice, arrepentíos, y bautízase cada uno, en el nombre de Jesucristo, para perdón de pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo, porque para vosotros es la promesa, y para nuestros, vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para, cuanto el Señor nuestro Dios llamare, y con otras muchas palabras, testificaba, y les exhortaba diciendo, sed salvos, de esta perversa generación, básicamente, a nosotros se nos predica el Evangelio, de todas esas cosas, que nosotros conocemos, que Cristo, el Hijo de Dios, tuvo que encarnarse, que tuvo que hacerse un hombre, la segunda persona de la Trinidad, se encarnó, se humilló,

[26:51] Dios eligió, que iban a ser de una, de una doncella simple, pobrecita, una virgen de Israel, una doncella llamada María, que cuando el ángel se le aparece, ella dice, ¿y cómo va a ser esto?

[27:03] Yo no conozco varón, ¿cómo va a ser que Dios me haya mirado? Que haya mirado la bajeza de esta sierva. María era una mujer humilde, María no era diosa que, que Satanás ha inventado, para que la gente se olvide de Dios, y adoren a un ídolo.

[27:16] María era una mujer que adoraba a Dios, que temía a Dios. Podemos aprender de su humildad, y de su ejemplo. Aquel que Dios decidió, que viniese humillado, fue el que vino a estar en medio de nuestro, y Dios le dice, ese fue un varón aprobado por Dios, y él obró en medio de vosotros, con maravillas, prodigios, milagros, señales.

[27:44] La segunda persona de la Trinidad. ¿A quién enviaremos, a redimir, esta, raza humana caída? La Trinidad de Dios, en la eternidad pasada, Padre, Hijo, Espíritu Santo.

[28:01] El Hijo de Dios existió siempre, porque es Dios. Dios no tiene principio, ni tiene fin. Jesucristo no tiene principio, ni tiene fin. Él como Dios, como el Hijo de Dios, siempre ha existido.

[28:15] Ahora, encarnado, con cuerpo humano, él, se encarna, en el vientre de María, para hacerse como nosotros, para hacerse accesible a nosotros, para vivir como nosotros, para comer como nosotros, para que lo toquemos.

[28:33] El Dios creador del universo, decide que él se va a hacer uno de nosotros. Wow. Es muy difícil usar un ejemplo humano, de una persona, que sea, que tenga un grado de autoridad tan alto, la reina de Inglaterra, que ya falleció, imagínense que un día, se quita su corona de oro, la joya, la ropa de lujo, y se vaya a la cocina, a fregar, y a quitarle la grasa, a los sartenes, que están, con tisnes, y que la encuentren ahí, con un delantacito, ahí sudando, así, usted se imagina, y diga, no, no, yo quiero hacer esto, eso es lo que yo, eso es lo que yo quiero hacer.

[29:18] Wow, no diría, pero cómo, cómo es posible, yo me imagino, que está ahí, está temblando, y cómo es posible, no podemos permitir la cosa así, no, eso no tiene comparación, el que Dios decidiese, humillarse, para acercarse a nosotros, y hacerse conocido, para que lo tocásemos, para que pudiéramos, wow, abrazarle como Juan, que se recotaba en su seno, el Dios del universo, y por eso es que aquí dice, que Dios, es un varón aprobado por Dios, por medio de las señales, que Dios hizo entre vosotros, por medio de él, prodigios, señales, y maravillas, Jesucristo hizo, resucitó muertos, Jesucristo, son indescriptibles, como dice Juan, las cosas que él hizo, no se pueden, no cabrían en todos los libros del mundo, vamos a ver, qué aplicaciones nosotros aprendemos, de este discurso, primero podemos ver a Pedro,

[30:25] Pedro, resulta que ahora es un hombre transformado, ese pescador, resulta que ahora está citando la Biblia, como si fuera un teólogo, un profesor de teología, de un seminario, coge a Joel, porque es un salmo, lo aplica, los acusa, y qué hizo la diferencia en Pedro, lo vamos a ver un momentico, el Espíritu de Dios, Dios hace lo que quiere con nosotros, no somos nada, no valemos nada, no servimos para nada, y el que cree que sirva para algo, es un orgulloso, y lo orgulloso ni siquiera entra en el reino de los cielos, porque Dios no compite con nadie, o sea que nadie es digno de estar en la presencia de Dios, Pedro ahora, con poder de lo alto, se levanta a predicar el Evangelio, y déjenme leer la última porción que me la salté, donde, como resultado del discurso de Pedro, dice, déjenme leerlo aquí en la misma escritura, cuando termina su discurso Pedro, en Hechos, dice, de los que creyeron, creyeron como tres mil personas, y los que creyeron, perseveraban, en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, y en el partimiento del pan, ya esas personas, pertenecían a la iglesia de Jesucristo, ya tenían a Dios como padre, ya el Espíritu Santo moraba en ellos, tienen un mismo padre, y un mismo hermano, que es el Señor Jesucristo, entonces, por eso los cristianos podemos amarnos, y podemos entendernos los unos a los otros, porque tenemos el mismo padre,

[32:22] Jesucristo es un hermano de nosotros, de todos nosotros, y ahora, como Dios nos transforma, con su Espíritu Santo, ellos perseveraban, en la doctrina de los apóstoles, ¿qué hacen ustedes aquí sentados hoy, en este día?

[32:34] Ustedes me podrían responder, yo vine a adorar a Dios, Dios me ha dado todo, y Él merece ser adorado, y es cierto, Dios merece ser adorado, ser reverenciado, ser honrado, y estamos aquí para adorarle, pero Dios ha hecho una obra en nuestros corazones, estamos aquí también para adorar a nuestro Señor Jesucristo, porque por medio de Él, y su sacrificio cruento, estamos aquí, pero ellos perseveraban, en la doctrina apostólica, o sea, estamos aquí tratando, de serle fiel a la palabra de Dios, estamos enseñándoles, la doctrina de los apóstoles, la doctrina de la palabra de Dios, y en eso perseveraban los cristianos, después que se convirtieron, ustedes están en un buen lugar aquí, perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan, en las oraciones, entonces vemos a este Pedro transformado, en Hechos 4, también vemos a Pedro, después que hubo una sanidad, ellos sanaron a un paralítico en el templo, resulta que hubo una convulsión, ¿cómo es posible que este hombre, que los apóstoles ahora están haciendo, porque Dios le invirtió con poderes extraordinarios, también había algo que se llama señales apostólicas, los apóstoles podían decirle, levantar muertos, hasta con la sombra de ellos, a veces se sanaban los enfermos, ellos tenían esas capacidades que Dios les dio, ellos habían sanado a alguien, y la gente están tirando chispas, candelas, estos hombres están turbando todo el pueblo, hay que poner un freno a todos estos hombres, que están predicando ahora y haciendo milagros, y dice que Pedro, levantado en Hechos 4, lleno del Espíritu Santo, les dijo, gobernantes del pueblo y ancianos de Israel, en Hechos 4, 7 al 13, dice, lleno del Espíritu Santo,

[34:21] Pedro dijo, gobernantes del pueblo y ancianos de Israel, puesto que hoy, se nos interroga, acerca del beneficio hecho a este hombre enfermo, de qué manera este haya sido sanado, sea notorio, a vosotros y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, nosotros hicimos ese milagro, otra vez Pedro, vestido, con el Espíritu Santo, dando testimonio, del Evangelio a los perdidos, dice, a este a quien ustedes crucificaron, Dios los resucitó, prácticamente, otro discurso más adelante que Pedro da, que tiene, muy parecido al que está ahora, después lo vamos a ver más adelante, con más detalle, dice, por causa de Jesucristo, este hombre está sano, Jesucristo en la piedra, reprobada por vosotros los edificadores, que ahora ha venido a ser la cabeza del ángulo, de ángulo, en un edificio, o en un arco, un arco que se hace con piedrecitas, para poner un ejemplo sencillo, si ustedes ponen piedrecitas, una a otra, mientras vas inclinando, ya las últimas se empiezan a caer, porque ya no tienen gravedad, ¿verdad que no?

[35:25] Si usted empieza a poner piedra, pretensa ser un arco, entonces la piedra angular, vamos a decir la del centro, es la única que amarra la doy, se queda, que no se caiga, ¿verdad? La piedra angular, o sea que Jesucristo es la piedra clave, y a eso ustedes mataron, y a eso ustedes crucificaron, sabemos a Pedro, entonces, lo que quiero enfatizar es esto de Pedro, entonces, viendo el denuedo de Pedro y de Juan, todas las autoridades estaban ahí, todos los religiosos, toda la calaña de supuesto, no habían arzobispos ni obispos, pero vamos a suponer que fueran en el día de hoy, toda esa calaña de supuesto eruditos religiosos, pero bueno, se preguntan, entonces, viendo el denuedo de Pedro y de Juan, que eran unos pescadorcitos sin educación, dice, viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras, y del vulgo, oigan, eran hombres sin letras, y del vulgo, les reconocían que habían estado con Jesús, ¿qué hizo la diferencia?

[36:35] Jesús, el Espíritu Santo de Dios, ¿qué ha hecho la diferencia en usted? ¿Usted cree que vale para nada? ¿Usted que está aquí sentado? No, Dios no escoge nada que sirva, si usted cree que sirva, usted necesita el Evangelio de Cristo, para que le revele quién usted realmente es, cuán pecador usted, cuán perdido usted está, si usted se cree algo, le hago, le anticipo que está engañado, entonces, ahí está Pedro, estamos también nosotros, nosotros sabemos que todas estas cosas fueron reales, ¿ustedes saben qué año estamos?

[37:08] En el año 2024, ¿y cuál fue el año cero? ¿Por qué estamos en el año 2024? ¿Usted sabe por qué estamos en el año 2024? Porque la era cero fue cuando Jesucristo nació, y se empezó la era cristiana, y todavía se cuenta, casi en todo el mundo, el calendario, porque Jesucristo, el Hijo de Dios, nació en el año cero, entonces, usted dice, usted me va a decir que tiene excusa, de que usted no ha oído hablar de Jesucristo, ustedes creen que se puede, los judíos varones que estaban ahí, no podían excusarse, porque era imposible, ellos vieron eso, pero usted no lo ha visto, pero lo ha oído, y sabe que es real, usted sabe que todo eso que le mencionamos es real, que Jesucristo fue real, ¿qué vamos a hacer nosotros entonces?

[37:55] Este Hijo de Dios, aunque rechazado, aborrecido, fue la fuente de refugio, ¿para quiénes? Para ciegos, para mancos, para leprosos, para despreciados, para mujeres de mala vida, Él sanó, resucitó, usted y yo, ¿sabemos nosotros de esas cosas?

[38:15] Yo creo que nosotros sabemos de esas cosas, aunque no creamos todavía, aunque yo no sea un cristiano, usted tiene que saber todas esas cosas, y no me diga que no, usted tiene que haber oído de Jesucristo, la mujer adúltera, mujer, ¿dónde están los que te condenan?

[38:36] Oh, fue encontrada en adulterio, la ley dice que hay que apedrearla, y Cristo le dice, pónganla ahí, tráiganla, mírala ahí la mujer, el que esté sin pecado, empieza a alargar, a tirar la primera piedra, el que ustedes nunca han hecho nada malo, empieza a tirar la primera piedra, ustedes saben lo que sucedió, que desde el más pequeño, el más grande, empezaron a irse, nadie, y cuando Cristo la mira, estaba sola, ¿y dónde están los que te acusan?

[39:07] Y Cristo le dice, yo tampoco te perdí, te acuso, vete y no peques más, ay, yo perdón, una mujer despreciada, que merecía ser matada, porque la ley mandaba a las adúlteras, tenía que quitarle la vida, es cierto, porque Dios no toleraba eso, pero sin embargo, Cristo la perdona, entonces nosotros sabemos que Cristo, ha hecho grandes cosas, y Cristo, ha perdonado nuestros pecados, si estamos aquí, todo el que está aquí en esta iglesia, si usted no es cristiano, todo el que está aquí en esta iglesia, que es cristiano, ha creído a Jesucristo, y ha sido transformado, ha sido perdonado, ha sido cambiado, el Espíritu de Dios, amora en nuestros corazones, nosotros Dios nos dio una nueva vida, nos dio un nuevo nacimiento, nos dio un nuevo corazón, nos dio su espíritu, nos permite orar, y nosotros hemos visto grandes maravillas, y milagros, Dios obrando a través de nuestra vida, quizá usted dirá, pero yo no estoy predicando, ni estoy haciendo cosas extraordinarias, pero a lo mejor las conversiones, y la bendición de Dios, porque usted está orando en secreto, a ese Dios, que lo invistió, con el Espíritu Santo, pero eso es para la gloria de Dios, si usted no ve la maravilla de Dios, obrando en su vida, yo le voy a recomendar, que evalúe si usted es un creyente, si el Espíritu Santo, no está haciendo maravillas, en su vida, evalúe su conversión, no tenemos excusa nosotros, este Jesús histórico, dice, nadie puede tener excusa, esos somos nosotros, y sabemos, que para él perdonarnos, había que derramar sangre, por eso que cuando él predicó a los judíos, ellos dijeron, ustedes lo crucificaron, ustedes lo clavaron, él tuvo que ser clavado, sangre tuvo que brotar de ahí, la Biblia enseña, que sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecado, no hay perdón de pecado, y Jesucristo vino, como dice Juan, cuando lo ve, que venía a ser bautizado Jesús, al principio del ministerio, de Juan el Bautista, dice, ahí viene el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, esa ovejita,

[41:23] Jesús es la ovejita, que Dios va a tener que sacrificar, y matar, y que esa sangre, va a ser la que sea, va a ser capaz, de lavarle el pecado, a todos los que crean, y se arrepientan, había, era necesario derramamiento de sangre, y yo estoy aquí, porque la sangre de Cristo me lavó, si usted ha venido a Cristo, la sangre de Cristo lo lavó, lo santificó, lo purificó, y es, otra, otro, otro, otro, algo más que podemos sacar de todo esto, necesitamos el Espíritu Santo, el Señor le prometió, en Juan 16 dice, aún tengo muchas cosas que decir, pero ahora no puedo sobrellevar, pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda verdad, el Espíritu Santo nos ha guiado a Cristo, si usted vino a Jesucristo, porque el Espíritu Santo lo llevó, y lo trajo a los pies de Jesucristo, y usted le entregó su vida, Dios obró poderosamente, cuando dice que por el determinado consejo de Dios, cuando Pedro le dice a los varones israelitas, ustedes mataron a Cristo, pero saben que Dios determinó que había que matar a Cristo, porque Él tenía que derramar sangre, pero saben que ustedes son los culpables de matarlo, el misterio de Dios, ¿quién a Cristo había que entregarlo?

[42:43] los doce apóstoles, de los doce apóstoles, ¿quién ustedes creen que iba a entregar a Jesucristo? Tenía que haber un traidor, porque alguien tenía que entregarlo para que lo mataran, y apareció un traidor, ¿ustedes creen?

[42:57] A Cristo había que matarlo, pero ¿qué dice el Señor de Judas? Hay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre se ha entregado, mejor le hubiera sido haber nacido, oh, ¿cómo?

[43:07] mejor le hubiera sido a Judas que no hubiera nacido, por lo que le espera en el infierno, quizás después de Satanás va a estar Judas de segundo ahí, Dios es incomprensible, necesitamos el Espíritu Santo, dice, en Él también cuando creímos fuimos sellados con ese Espíritu Santo, el cristiano tiene el Espíritu Santo, si usted verdaderamente se arrepintió y creyó en el Evangelio, usted fue sellado con el Espíritu Santo de la promesa de Dios, dice que habiendo creído, Efesios 1, 13, dice, en Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el Evangelio de nuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es la garantía de nuestra herencia, y por último pudiéramos ver en ese contexto, que cuando el Evangelio obra en mí, en un corazón, en un perdido, en alguien que aborrece a Dios, que ignora a Dios, hay frutos, y cuál fue el fruto que dieron esos apóstoles, esos hermanos, cuando fueron salvados, aparte de lo que vimos de Pedro, qué dice que hacían ellos, versículo 42, perseveraban en la doctrina de los apóstoles, amaban la Biblia, aman la Biblia, quieren estar en la iglesia, aquí antes del culto, hay una escuela bíblica, el cristiano, si ama la doctrina, debería estar en la escuela bíblica, antes del servicio, ahí abajo, porque estamos enseñando las escrituras, queremos llenarnos, tener comunión con los hermanos, mientras más oportunidad tengamos, de estar juntos, en aquel entonces, ¿saben qué?

[44:48] ellos estaban prácticamente juntos, y empezaron a vender todo, para estar juntos, y el que no tenía, el que le sobraba, le daba al que no tenía, eso fue un resultado de una obra de Cristo, del Espíritu Santo, en la vida de los cristianos, de modo que si alguno está en Cristo, es una nueva criatura, Dios cambia a uno, las cosas viejas pasaron, y ahora son todas hechas nuevas, el que cree en el Señor Jesucristo, el que cree en Jesucristo, no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído, en el nombre del unigénito, de Dios, pregunto, ¿es el Evangelio del Señor Jesucristo, relevante para ti?

[45:40] ¿tú crees que, todas estas cosas, que tú estás oyendo hoy, ¿tú crees que eso tiene relevancia, en tu vida? ¿tú crees que necesitas, hacerle caso, al Evangelio de Jesucristo?

[45:56] ¿O te vas a hacer el ignorante? ¿Te vas a hacer el indiferente? ¿Y cómo vas a poder, enfrentarte en aquel día? ¿Cómo vas a poder, con qué cara te vas a presentar, delante de Dios?

[46:08] A decirle, yo supe todo eso, y vi el poder, de tu Espíritu Santo, mi padre se convirtió, mi madre Dios la transformó, yo he visto, que los cristianos, cuando oran, Dios los escucha, que aunque tengan prueba, Dios los bendice, y que están gozosos, aunque tengan sufrimiento, ¿y cómo es eso?

[46:30] ¿Son ustedes testigos de esa cosa? Si no son creyentes, ¿han visto ustedes eso, en algún cristiano, que esté cerca de ustedes? Probablemente sí, y si no, no se lo voy a creer. Una de las cosas, que en la profecía de Joel dice, y todo el que invocara, el nombre del Señor Jesucristo, será salvo.

[46:49] Dice, a los suyos vino, Jesucristo vino a salvar, ¿a quién? A esos varones israelitas judíos. Él vino a salvarlo a ellos. Dice, a los suyos vino, y los suyos no les recibieron. Vimos que se convirtieron tres mil, pero la mayoría de Israel, no creyó, no creyó.

[47:03] Pero dice, a los suyos vino, y los suyos no les recibieron. Más, a todos los que recibieron, los que les recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad, de ser hechos, hijos de Dios.

[47:19] En el día de hoy, estamos siendo testigos, de que el Espíritu Santo, usa este Evangelio de Jesucristo.

[47:30] Hoy, en el día de hoy, hemos tenido dos, vamos a tener dos bautismos. En el culto de inglés, se bautizó, una de las hijas del pastor Dave, dando testimonio, de que Dios cambió su corazón, y ella es creyente, ella quiere decir, yo he creído en Cristo, y yo quiero pasar por las aguas del bautismo.

[47:47] Ven aquí, aquí vamos a tener un bautismo, después de este culto. Otra persona dice, yo he creído en Cristo, yo, metí la pata, yo pequé, yo tal cosa, yo no merezco ser llamado hijo de Dios, yo me he arrepentido, yo he creído en el Evangelio, y quiero dar testimonio público, de que Dios ha cambiado mi vida.

[48:13] Dice que todo eso que creyeron en ese día, ¿qué dice la Escritura? Dice, así que, los que recibieron su palabra, la palabra del sermón de Pedro, fueron bautizados, y se añadieron aquel día, como tres mil personas, wow, como tres mil de esos que estaban ahí, vinieron a los pies de Cristo, y fueron bautizados, usualmente, cuando nosotros, en el día de hoy, alguien cree, queremos darle una, tres clasesita, para estar seguros, de que le creyeron a Cristo, de que no tienen una emoción, de que no es algo, que no tiene sentido, sino que, quisiéramos, que el que pase por la saga del bautismo, dé testimonio, de que ha nacido de nuevo, por eso, no lo bautizamos inmediatamente, pero, pero en este caso, el día que creyeron, lo bautizaron, el etíope eunuco, oigan el caso del etíope eunuco, ustedes creen que Dios puede salvarlo a ustedes, ustedes dicen,

[49:19] Dios no me va a salvar a mí, porque yo soy un hipócrita, yo he rechazado a Cristo, yo, mis padres son cristianos, pero yo no creía, yo me voy a olvidar de eso, no, el etíope eunuco, primero, era etíope, de una nación, de una nación que la gente no son, tiene una piel un poco más oscura, pero aparte de eso, eran eunuco, saben que los eunuco, estaban incluso excluidos de Israel, porque, un eunuco, una persona que se castraba, para servirle a los reyes, tristemente, no debían haberlo hecho, pero ese eunuco, Dios lo salvó, Felipe le predica, leyendo la Biblia, le predica el evangelio, cree, y es bautizado, dice, aquí hay agua, que impide que sea bautizado, o sea, y fue bautizado, y, si este, si este, discurso es corto, bueno, el discurso de Pedro fue corto, yo no pretendo que el discurso mío, va a ser tan efectivo como el de Pedro, porque antes de Pedro, tres mil almas vendieron a los pies de Cristo, yo no pretendo, yo no soy Pedro, ni, ni estoy en la circunstancia de Pedro, pero fue corto el discurso de Pedro, pero fue efectivo el discurso de Pedro, ustedes creen, creen ustedes, fue ahí, pero, de nuevo, la pregunta, porque yo tengo un versículo aquí, con el cual quiero concluir, pero antes de aquí, déjenme preguntarle de nuevo, ¿es el Evangelio del Señor Jesucristo relevante para ti?

[50:56] ¿Es el Evangelio del Señor Jesucristo relevante para ti? ¿Es el Evangelio del Señor Jesucristo relevante para mí? Amén.

[51:10] Amén. Gracias. Quiero terminar con un versículo que, que tenía temor de incluso, leerlo, pero, cuando llegué a él, yo sé por qué Dios me guió allá.

[51:28] Primero a los Corintios, si ustedes quieren lo pueden buscar, porque, porque yo voy a dar una explicacióncita, es un versículo que ustedes lo conocen, muy sencillo, muy sencillo y es corto. Primero Corintios 1.22, Pablo al final de su epístola a los Corintios, dice, dice, el que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema, maranata.

[51:59] al final de su carta, es un versículo bien corto, casi ya, era creo que el penúltimo versículo, o uno ya al final, dice, el que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema, maranata.

[52:22] Y ustedes dirán, ¿y qué es esto? ¿Qué idioma es este? Bueno, sí, obviamente, está usando un lenguaje que no es español, maranata, creo que era arameo, una combinación de dos palabras, anatema es una palabra que probablemente ustedes no saben lo que significa, pero yo voy a tomarme un minuto para explicarles.

[52:38] Aquí no dice, el que no hizo una profesión de fe, el que no va a la iglesia, el que no es cristiano, va a ser un anatema.

[53:00] La traducción más conocida es maldito, pero yo no la voy a usar esa, porque yo estuve indagando, y creo que hay algo mejor, todavía que nos va a dar un poquito más de luz.

[53:16] El apóstol dice, el que no amare al Señor Jesucristo, vamos a parar ahí. Usualmente la palabra amor, en la Biblia, tiene como seis o siete diferentes palabras que se usan para amor, pero en español solamente se usa amor.

[53:32] Tenemos el amor ágape, el amor filial, el amor ágape, bueno, diferentes tipos de amor, pero resulta que yo pensaba que iba a encontrar la palabra aquí, el que no ama, iba a ser la palabra ágape, pero resulta que no, no es ágape.

[53:49] El que no tiene un amor filial por el Señor Jesucristo, ¿y qué amor es este, el amor filial? ¿El amor de una madre por un hijo?

[54:02] ¿El amor de los hermanos de un padre por un hijo? Ese es el amor de intimidad, de familiaridad. Dice, el que no tiene una amistad y una intimidad afectiva con el Señor Jesucristo, me voy a parar ahí.

[54:23] Estamos hablando de una amistad íntima. Si usted no tiene una amistad íntima, si Jesucristo no es su amigo, si usted no anhela estar con él para abrazarlo cuando llega allá, si usted no se goza cuando piensa en él y su corazón empieza así a llenarse de gozo, de un gozo, porque usted piensa en el Señor Jesucristo.

[54:44] Si usted no tiene esa amistad, ese amor a él, ¿qué consecuencias? Dice Pablo aquí. usted sea un anatema.

[54:57] ¿Y qué es eso? Si usted no ama al Señor Jesús, si usted no es amigo de Jesucristo, si él no es su amigo íntimo, usted está destinado a destrucción.

[55:12] Usted no tiene esperanza de ser redimido. ¿Cómo? Si usted no tiene intimidad con Cristo, la palabra anatema implica todo eso.

[55:23] Cuando usted llevaba un animal para ser ofrendido, este cabrito es para sacrificarlo por mi pecado. Después que usted decía eso, eso era un anatema. Ya nadie podía sacarlo y decirle, ya lo vamos a usar para otra cosa.

[55:36] No. Ya ese cabrito estaba destinado a destrucción y a perdición. ¡Wow! Si usted no es íntimo de Jesucristo, usted está destinado a destrucción.

[55:50] Usted está destinado usted está sin esperanza y ya no puede ser redimido.

[56:01] ¡Wow! ¿Eh? Está cogiendo sentido el versículo. El que no ama al Señor Jesucristo está destinado a perdición.

[56:13] está destinado a destrucción y ya no tiene esperanza de ser redimido porque si la sangre de Cristo no te lava ahora, si tú no confías en esa sangre, no hay nada que se pueda hacer por ti.

[56:29] Antes de venir Cristo, acuérdense del sistema de los sacrificios. Cada vez que usted pecaba, hoy robé, deshonré a mi padre, adulteré, codicié, tenía que ir con el chivito, con la cabrita y con el ovejita.

[56:47] Mira, sacerdote, mira, mátalo porque yo robé. Derrama esa sangre porque yo necesito ser lavado con sangre para ser perdonado, pero si usted no ama a Cristo, ya no tiene esperanza de ser redimido.

[57:05] y cuando dice el que no amara al Señor Jesucristo sea anatema, que quiere decir maranata, el que no amara al Señor Jesucristo sea anatema, maranata, dice Cristo viene, Cristo viene, eso es lo que quiere decir maranata, el Señor viene, eso es una seguridad, que la gracia del Señor Jesucristo esté con todos nosotros.

[57:30] Oremos. Señor, te damos gracias por este tiempo que nos ha concedido, gracias por tu palabra que es luz y lámpara a nuestros pies, ilumbrerá nuestro camino.

[57:47] Señor, vivifica, da vida a los muertos, esto les rompe el alma a uno, saber que el que no te ama está destinado a perdición, que el que no ama a Jesucristo ya no puede ser redimido.

[58:06] ¿Quiénes somos nosotros para que hayamos hallado gracia delante de ti? Trae salvación y vida eterna a los que no te conocen. Gloríficate en el resto de nuestro tiempo de adoración.

[58:21] Encomendamos este tiempo de bautismo, que sigas hablando y obrando en nuestros corazones y lo pedimos en Cristo Jesús. Amén. En lo que se preparan, José Luis, que por favor pase, vamos a retirar esto, yo voy a bajar aquí, vamos a cantar un himno en lo que se preparan para el bautismo.

[58:41] Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén.