Nada es dificil para Dios

Genesis - Part 34

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Preacher / Predicador

Pedro Guzman

Date
July 30, 2023
Time
13:00
Series / Serie
Genesis

Transcription

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[0:00] ... ... ... ...

[0:12] ... ... ... Vamos a orar, hermanos.

[0:39] Señor, no hay nada imposible para ti. Y es precisamente lo que vamos a ver hoy durante la predicación. Tú eres el Dios Todopoderoso.

[0:54] Y gracias a ti somos salvos. Por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo, por gracias somos salvos. Voy hoy a predicar tu palabra, como siempre dependiendo de ti.

[1:14] Sin tu ayuda no puedo hacerlo, Señor. Señor, yo necesito de ti, necesito de tu Espíritu Santo obrando en mí para predicar tu palabra.

[1:26] Me declaro incompetente, Señor, sin tu ayuda. Yo necesito enteramente y completamente de ti. Yo te pido, Señor, que tú quite las distracciones de todos nosotros, de mis hermanos y las distracciones en mí.

[1:43] Las preocupaciones, los afanes de este mundo. Señor, que estemos concentrados en tu palabra, porque tu palabra es fuente de vida, es fuente de salvación, es fuente de esperanza, es fuente de sabiduría, es fuente de paz.

[1:58] Señor, que tu Espíritu Santo obre en esta congregación, que tu palabra transforme los corazones de los que no te conocen y de los que te conocemos, que nos ayude a crecer en santidad, que la apliquemos día a día en nuestras vidas.

[2:15] Gracias, Señor, en el nombre de tu Hijo, nuestro amado Señor Jesucristo. Amén. Bueno, mis hermanos, vamos, seguimos en Génesis y vamos a ir al capítulo 18, Génesis 18 y vamos a estar leyendo del versículo 1 al versículo número 15.

[2:40] Génesis 18, del 1 al 15. Después le apareció Jehová en el encinal de Manre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.

[3:10] Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él. Y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra.

[3:24] Y dijo, Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu sielvo.

[3:38] Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies, y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis.

[3:54] Pues por eso habéis pasado cerca de vuestro sielvo. Y ellos dijeron, haz así como has dicho. Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo, Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.

[4:20] Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.

[4:30] Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos, y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.

[4:42] Y le dijeron, ¿dónde está Sara tu mujer? Y él respondió, aquí en la tienda. Entonces dijo, de cierto volveré a ti, y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo.

[5:00] Y Sara escuchaba la puerta de la tienda que estaba detrás de él. Y Abraham y Sara eran viejos de edad avanzada.

[5:12] Y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues Sara entre sí, diciendo, Después que he envejecido, tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo.

[5:31] Entonces Jehová dijo a Abraham, ¿Por qué se ha reído Sara, diciendo, ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?

[5:44] Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo, No me reí porque tuve miedo.

[6:01] Y él dijo, no es así, sino que te has reído. Yo pienso que ese sería un precioso título para este sermón, esta predicación.

[6:13] No hay nada difícil para Dios. Yo quiero que tengamos eso en mente durante la predicación de la palabra. Yo quiero que tengan su Biblia abierta también.

[6:24] Recuerden, no hay nada difícil para Dios. Nosotros hemos estado predicando del libro de Génesis. Y en las últimas prédicas nosotros hemos visto el pacto que hizo Dios con Abraham.

[6:43] Dios hizo un pacto con Abraham. Y precisamente en Génesis 12, dice, Que haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y serán benditas en ti todas las naciones, toda la familia de la tierra.

[6:59] Esto iba a ser por medio de nuestro Señor Jesucristo. Si nosotros creemos en Cristo Jesús, somos de la simiente de Abraham. Abraham es nuestro padre.

[7:09] Y mire cómo lo dice bien claro en Gálatas 3.29. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente el linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

[7:23] Dios hizo un pacto con Abraham, que iba a ser padre de multitudes. Que iba a tener una descendencia numerosa. La esposa de Abraham era Sarai, o Sara.

[7:37] Y había un problema. Sara era estéril. Todos sabemos que Sara era estéril. Ya ellos estaban en una edad avanzada, y ella no había salido embarazada.

[7:50] Inclusive, Sara reconoce la soberanía de Dios. Sara en Génesis 16.2 dice, El Señor no me ha permitido tener hijos.

[8:02] El Señor no le había permitido tener hijos a Sara. Ella ahí está reconociendo la soberanía de Dios. Y Abraham, una de sus quejas con Dios, era, ¿Cómo yo voy a ser padre de multitudes?

[8:19] Mi esposa no sale embarazada. Inclusive, en una ocasión le dijo a Dios, Quien va a ser mi heredero, va a ser un esclavo que nació en mis propiedades.

[8:30] El nombre de ese esclavo era Eliezel. Y Dios le dijo, no, tu heredero no va a ser él, va a ser un hijo tuyo. Y Abraham le creó a Dios.

[8:43] Y le fue contado por justicia, dice la Biblia. Pero, ¿qué pasó? Ellos quisieron ayudar a Dios. Vamos a decir así, quisieron ayudar a Dios. Y Sara tuvo la idea de decirle a Abraham Que se acercara a Agar, que tuviera relaciones íntimas con Agar, su sielva, su esclava.

[9:11] Y precisamente esto sucedió. Agar salió embarazada. Dio a luz un hijo. Su nombre es Ismael. Pero este no iba a ser el hijo de la promesa.

[9:25] Este no iba a ser el hijo de la promesa. Y nuestro hermano Edgar ha estado predicando en los últimos dos domingos. Y podemos recordar que hace dos domingos que él predicó del capítulo 17, del versículo 15 al 22.

[9:44] Y nos recordó que las promesas de Dios son infalibles. Las promesas de Dios siempre se van a cumplir.

[9:56] Dios le dijo a Abraham que tú vas a ser padre de multitudes. Padre de naciones. Y que en él iban a ser bendecidas las naciones. Y eso se iba a cumplir, mis hermanos.

[10:07] Eso se cumplió, eso se va a cumplir. Y el domingo pasado, nuestro hermano Edgar continuó con la predicación del capítulo 17 y lo finalizó. Predicó del versículo 23 al 27.

[10:20] Nos habló de la circuncisión. Que era un signo o una señal externa de algo que ha sucedido internamente en el corazón.

[10:31] Era una señal externa. Dios le dijo a Abraham que le hiciera la circuncisión a todos los varones en su casa, a los recién nacidos, ocho días después de haber nacido, al extranjero, al esclavo, a todos.

[10:46] Y Dios, y Abraham le creyó a Dios y le fue contado por justicia. Abraham obedeció a Dios y practicó la circuncisión. Y nos explicó durante su predicación nuestro hermano Edgar que la circuncisión del cristiano en estos momentos es la circuncisión del corazón.

[11:08] Y que debe de haber una evidencia de esa circuncisión del corazón, de esa transformación del corazón, de eso que ha hecho Dios en nuestros corazones.

[11:20] Al transformar nuestro corazón endurecido por el pecado, por un corazón que ve la grandeza de Dios, que obedece la palabra de Dios. Y nosotros hoy vamos a ver tres puntos, mis hermanos, en el día de hoy, en este capítulo dieciocho, en estos versículos del uno al quince.

[11:37] El primer punto que vamos a ver, Dios visita a Abraham. El segundo punto que vamos a ver, la hospitalidad de Abraham. Y el tercer punto, nada es difícil para Dios.

[11:53] Nada es difícil para Dios. Y precisamente, en el punto uno, Dios visita a Abraham.

[12:06] Yo quiero que tengan su Biblia abierta, mis hermanos. Si vamos en el versículo número uno, miren cómo dice. Después le apareció Jehová en el encinal de Manre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.

[12:23] Nosotros tenemos que imaginarnos esa escena que nos está diciendo aquí la palabra de Dios. Él estaba sentado cerca de su tienda, el lugar donde vivía.

[12:35] Era un día caluroso. Estas tiendas tenían la particularidad que durante el día podían ser levantadas las partes laterales.

[12:47] Y eso permitía que el aire circulara. Y era muy, ayudaba mucho en los tiempos de calor. ¿Y qué sucede? En las noches, ellas eran cerradas.

[12:58] Entonces, esto ayudaba también porque mantenía el calor, sobre todo en las noches cuando las temperaturas descendían. Y dice en el versículo número dos, y alzó sus ojos, se está refiriendo a Abraham, y miró, y aquí tres varones que estaban junto a él.

[13:19] Y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlo, y se postró en tierra. Vio tres varones, tres varones.

[13:30] Imagínense, Abraham era de edad avanzada, y nos dice que salió corriendo en pos de estos varones. Y se postró cuando los vio.

[13:40] Yo podría pensar que todavía en estos momentos, Abraham no sabía que uno que estaba hablando, que en esos tres varones había uno que era Dios, y habían dos que eran mensajeros de Dios.

[14:05] Yo puedo decirle, yo podría pensar, mis hermanos, que todavía él no sabía que estaba hablando con Dios. Y precisamente aquí, en esto, nosotros vamos a ver lo que hemos definido en otras ocasiones.

[14:20] Una teofanía, ese es el nombre. Teofanía, y lo voy a decir, que es una aparición visible de Dios casi siempre en forma humana.

[14:30] Una aparición visible de Dios casi siempre en forma humana. El autor del libro de Génesis, el autor de Génesis, sí sabe, cuando está haciendo la descripción, cuando está narrando lo que está sucediendo bajo la inspiración del Espíritu Santo, sí sabe que dentro de estos tres hombres, uno era Dios, y los otros dos eran mensajeros de Dios.

[15:00] Y nosotros vemos, vemos cómo, con qué respeto, sí creo que lo pronuncié bien, respeto, o con qué, estoy buscando una palabra, con qué reverencia, gracias mi hermano, con qué reverencia él trató a estos tres hombres.

[15:23] Dice que él se postró, él se encó, cuando vio a estos tres hombres. Y precisamente este es el punto número uno, Dios visita a Abraham.

[15:35] Nosotros sí sabemos que era Dios. En este momento, hasta ese momento, Abraham no sabía que dentro de esos tres hombres estaba Dios. Pero vamos a ver el punto número dos, la hospitalidad de Abraham.

[15:48] Y esto lo vamos a ver del tres al ocho. Y dijo Abraham, estoy en el versículo tres, Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de su sielvo, que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies, y recostad debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaré, pues, por eso, y después pasaré, pues, por eso habéis pasado cerca de vuestro sielvo.

[16:18] Y ellos dijeron, haz como has dicho. Era costumbre en la antigüedad de que, de la hospitalidad, ser hospitalario con el extranjero, con el viajero.

[16:31] Y precisamente le ofrecían alimentos, le ofrecían agua, le ofrecían agua para los animales, y comida también para los animales, inclusive estadía en las casas.

[16:43] Y esto fue precisamente lo que hizo Abraham. Le mostró hospitalidad a estos tres hombres.

[16:53] Abraham todavía, creo que todavía no sabía que él estaba en presencia de Dios, que él estaba hablando a Dios.

[17:05] Y miren en el versículo 6, como dice, Entonces Abraham fue de prisa a la tienda, a Sara, y le dijo, Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.

[17:19] Y corrió Abraham a las vacas y tomó un becerro tierno y bueno, y le dio al criado, y este se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos, y él se estuvo con ellos debajo del árbol y comieron.

[17:37] Y Abraham no comió, él estuvo frente a ellos, delante de ellos, observándolo, pero él no comió, no recibió alimento.

[17:47] Fue un banquete que le preparó, pan, mantequilla, leche, un ternero tierno. Fue tremendo banquete que Abraham le preparó a estos tres hombres que se acercaron.

[18:02] Pero nosotros estamos viendo esto como iglesia, y nosotros decimos, pero ¿por qué el Espíritu Santo pone esto en su palabra?

[18:14] ¿Por qué esta información, estos detalles tan precisos que el Espíritu Santo nos está dando en su palabra? Que Dios nos está dando en su palabra.

[18:25] Que él corrió, se acercó a los tres hombres, lo invitó a que fueran a su casa, lo invitó a que comieran en su casa. Y si nosotros vemos esto, algo nos está diciendo, mis hermanos, que nosotros como iglesia tenemos que aprender.

[18:44] Y precisamente lo que estamos viendo aquí es la hospitalidad de Abraham. La hospitalidad de Abraham. Y yo busqué una definición de hospitalidad.

[18:57] Miren la definición que encontré en un diccionario bíblico. Dice que hospitalidad es recibir o alojar al extranjero, al viajero, en el hogar como un huésped de honor, y proveerle alimento, techo y protección.

[19:18] Seguí leyendo en ese diccionario bíblico y dice que era algo sagrado que todos estaban obligados a cumplir. Oigan esto.

[19:29] Solo los malvados violaban esta obligación. Y eso lo vamos a ver el domingo que viene. En la predicación del capítulo de los próximos versículos.

[19:40] Cuando Abraham intercede por Sodoma. Oigan esto. Solo los malvados violaban esto de la hospitalidad. Pero, ¿qué dice la Biblia?

[19:51] ¿Qué dice el Nuevo Testamento de la hospitalidad? Miren en Romanos 15, 7. Quise traer algunos versículos para que meditemos en eso. Y pregúntate, mientras tú estás sentado, ¿estoy yo siendo hospitalario?

[20:09] ¿Ofrezco yo hospitalidad a los hermanos? Medita en eso, mis hermanos. Y piensa en esto. Miren cómo dice Romanos 15, 7. Prestenle atención.

[20:21] Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió. Oigan, ¿para qué? Para gloria de Dios.

[20:35] Yo lo voy a leer de nuevo. Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.

[20:48] Entonces, así como Abraham, así como Dios nos lo está diciendo en su palabra, nosotros tenemos que practicar la hospitalidad con los hermanos.

[21:01] nosotros tenemos que practicar la hospitalidad con cualquier persona que lo necesite, mis hermanos. Y piensa, ¿cuándo fue la última vez que tú practicaste la hospitalidad?

[21:14] ¿Cuándo fue esa última vez? ¿Te cuesta trabajo hacerlo? ¿Te es difícil hacerlo? Por muchísimas razones, te es difícil hacerlo.

[21:27] Pero mira lo que la Biblia nos está diciendo. Miren lo que nos dice en primera de Timoteo, capítulo 3, del versículo al 1 al 2. Se lo voy a leer. Palabra fiel.

[21:37] Palabra fiel. Si alguno anhela obispado, si alguien quiere ser anciano de una iglesia, si alguien quiere ser pastor de una iglesia, si alguien quiere ser obispo de una iglesia, dice que buena obra desea, desea una buena obra.

[21:49] Pero dice aquí algunas condiciones que debe de tener esa persona que desea ser anciano, pastor o obispo. Dice, pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso.

[22:10] Y aquí viene la palabra que estaba buscando, hospedador. Oigan, la importancia de esto. Los pastores, los obispos, los ancianos que están llamados a pastorear las ovejas de Cristo, las ovejas de Dios, tienen que ser hospedador.

[22:30] Tienen que practicar la hospitalidad. O sea, esto que está haciendo Abraham, y nosotros vamos a ver cuál fue la reacción en Sodoma.

[22:42] Lo vamos a ver el domingo que viene. Tito 1.8 nos dice de nuevo que el obispo debe ser hospedador. El obispo debe ser hospedador.

[22:53] Debe de practicar la hospitalidad. Cuando hablo de obispo, es lo mismo anciano, es lo mismo pastor. Y miren cómo dice, le traje unos cuantos versículos porque esto es importante, muy importante.

[23:05] Romanos 12, capítulo 12, versículo 13. Compartiendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad.

[23:21] Sigue de nuevo. El Nuevo Testamento está lleno de practicar la hospitalidad. ¿Cómo tú te sientes? ¿Cómo tú te sentirías si tienes que hospedar a un hermano?

[23:32] Tú puedes analizar tu corazón. Si no te sientes con esa, vamos a decirlo, con esa capacidad de hacerlo, pídele a Dios que te ayude.

[23:45] Porque Dios nos manda a practicar la hospitalidad. Dios nos manda en su palabra. Dice en Hebreos 13, 1, 2.

[23:56] Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad. Oigan esto. No os olvidéis de la hospitalidad.

[24:09] Porque por ella, algunos sin saberlo, hospedaron ángeles. Algunos sin saberlo, hospedaron ángeles. Y primera de Pedro 4, 9.

[24:22] Este me gustó bastante. Primera de Pedro 4, 9. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.

[24:35] Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Vuelvo y te digo, mis hermanos. Piensa en esto que nos está diciendo Dios en su palabra.

[24:50] Piensa cuándo fue la última vez que tú practicaste la hospitalidad. ¿Cómo tú reaccionaste cuando un hermano necesitaba de ti?

[25:04] ¿Cuál fue tu reacción? ¿Cómo tú reaccionaste? Estas palabras, mis hermanos, están ahí con un propósito. Están ahí con un propósito, mis hermanos.

[25:18] Y tenemos que reflexionar y meditar en ella. Y tenemos que aplicarla en nuestras vidas. Entonces, vamos a ir al punto número 3. El punto número 3, nada es difícil para Dios.

[25:32] Punto número 3, nada es difícil para Dios. Y en el versículo número 9, le dijeron, los tres hombres, le dijeron, ¿dónde está Sara, tu mujer?

[25:46] Ya esto debe de haberle llamado la atención a Abraham. Cuando él le dijo, cuando le dijeron, ¿dónde está Sara, tu mujer? Él no le había presentado a Sara. Él no le había hablado de Sara.

[25:57] Y ya ellos le están preguntando por ella. Ya en este momento, Abraham empieza a sospechar de que hay algo especial en estos tres hombres. Porque su esposa no estaba presente.

[26:10] Su esposa no estaba con ellos. Él en ningún momento nos dice aquí que le habló de Sara. Y le preguntaron, ¿dónde está Sara, tu mujer? Y él respondió, aquí en la tienda.

[26:23] Entonces, dijo, de cierto volveré a ti. Y según el tiempo de vida, he aquí que Sara, tu mujer, tendrá un hijo.

[26:33] Ya él sabía que era Dios. En este versículo número 10, cuando él escuchó que él le dijo, entonces dijo, de cierto volveré a ti.

[26:45] Y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara, tu mujer, tendrá un hijo. Ya no había duda que Abraham sabía que estaba en presencia de Dios.

[26:59] Y miren cómo sigue. He aquí que, y Sara, sigue diciendo en el versículo número 10. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda que estaba detrás de él.

[27:11] O sea, Sara estaba escuchando lo que estos hombres, lo que este hombre estaba diciendo. Porque precisamente Abraham tuvo una conversación.

[27:24] Prácticamente hablaba más tiempo con una sola persona. De los tres hombres, con una sola. Duró más tiempo hablando con Dios, con el que era Dios.

[27:36] Y Sara estaba escuchando. Ella estaba detrás, detrás, escuchando en la tienda. Y Abraham y Sara eran viejos.

[27:47] Antes de nosotros llegar, en el versículo donde dice que no hay nada imposible para Dios. Nos va preparando.

[27:59] Va preparando el escenario. Miren lo que dice. Y Abraham y Sara eran viejos. De edad avanzada. Y es majestuoso lo que sigue.

[28:15] Y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. La costumbre de las mujeres. O sea, era imposible, imposible que Sara saliera embarazada.

[28:30] Pero lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios. No había ninguna probabilidad de que Sara saliera embarazada.

[28:42] Abraham tenía alrededor de 99 años. Creo, me parece, 99 años. Sara tenía muchísima edad. Ya no veía su ciclo menstrual.

[28:53] No veía su menstruación. Eran muy viejos. Y miren cómo Dios va preparando el escenario. Nosotros estamos viendo que era imposible que ella saliera embarazada.

[29:07] Y miren cómo, y miren cómo en el versículo 12. Se rió pues Sara entre sí. Sara se rió cuando escuchó eso. Acuérdense que ella estaba escuchando la conversación.

[29:19] Y ella se rió diciendo, después que he envejecido, tendré deleite. Posiblemente las relaciones íntimas entre ellos dos habían disminuido bastante.

[29:35] Bastante habían disminuido. Miren cómo ella dice. Después que he envejecido, tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo. Mis hermanos, la Biblia es la palabra de Dios.

[29:47] No cabe la menor duda. Todo lleva una secuencia, un orden, algo increíble. Dice, ella estaba diciendo, ¿cómo yo voy a salir embarazada? Si yo soy una anciana, si yo tengo bastante edad.

[29:59] Y mi esposo también es de edad avanzada. Entonces, en el 13, entonces Jehová dijo a Abraham.

[30:12] Mírenlo aquí. El autor de estos versículos, el autor del libro de Génesis, sabía que era Dios. Miren cómo lo dice aquí. Entonces Jehová dijo a Abraham.

[30:24] Pero ya en este momento, Abraham sabía que estaba hablando con Dios. Porque le mencionó de Sara, le dijo que iba a salir embarazada cuando él volviera.

[30:35] Ya él sabía, sin lugar a dudas, y lo vamos a ver el domingo que viene con más claridad. Perdón, que ya él sabía que estaba hablando con Dios. Entonces Jehová dijo a Abraham.

[30:46] ¿Por qué se ha reído Sara? Diciendo. ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? Ella no estaba presente.

[30:59] Ella estaba, ellos no podían verla. Y Dios le dice, ¿por qué se ha reído Sara? Él no la estaba viendo. Supuestamente no la estaba viendo.

[31:12] Pero Dios está en todos los lugares. Dios es omnisciente. Dios es omnipresente. Dios lo ve todo. Dios lo escucha todo.

[31:23] Sara no estaba visible para ellos. Y miren cómo le dijo a Abraham. ¿Y por qué Sara se está riendo? Como quien dice, ¿por qué ella se está riendo de lo que yo estoy diciendo?

[31:34] Mis hermanos, y este sencillo detalle que nos está diciendo aquí en la Biblia, nos da a nosotros una paz y una tranquilidad y una confianza en Dios.

[31:48] Porque nosotros podemos ver y podemos comprobar que Dios lo ve todo. Dios lo escucha todo. Dios escudriña los corazones.

[32:00] Nuestra salvación descansa en un Dios todopoderoso en el cual no hay nada es difícil para Dios. Y por eso le dijo esto.

[32:12] Dios le dijo, ¿por qué se ha reído Sara diciendo? ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?

[32:22] Y en el 14, que es el versículo más importante, todos son importantes, pero pienso que este es uno de los más importantes. Dice, ¿hay para Dios alguna cosa difícil?

[32:37] ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Y yo te digo a ti, iglesia, hoy.

[32:50] No te lo digo yo, porque yo soy un pecador. Si yo te lo digo, Dios te está diciendo hoy. ¿Hay alguna cosa difícil para Dios?

[33:07] Es Dios que nos lo está diciendo a todos nosotros. ¿Hay alguna cosa difícil para Dios? Este es el más importante de los versículos.

[33:23] Dios es todopoderoso. Dios es el creador del universo. Y él le dijo a Abraham que iba a ser padre de multitudes, que en él iban a ser benditas todas las naciones.

[33:38] Porque el Mesías era descendiente de Abraham. Por medio de Jesucristo iban a ser benditas todas las naciones. Y vuelvo y te pregunto, ¿hay alguna cosa difícil para Dios?

[33:51] Y fíjense que Abraham trató de ayudar a Dios. Digo ayudar entre comillas. Trató de ayudar a Dios.

[34:03] Cuando Sara, su esposa, le dijo que tuviera relaciones con Agar, la esclava. Porque como Dios le había dicho, tú vas a ser padre de multitudes.

[34:13] Entonces ellos trataron una idea que no vino de Dios. Agar salió embarazada, tuvo un hijo, Ismael, pero la promesa no iba a ser con este hijo, sino iba a ser con el hijo que iba a venir dentro de poco.

[34:29] Porque ya Dios le dijo que iba a salir embarazada. No es por nuestras obras, no es por el esfuerzo humano. Es por la obra y el poder de Dios.

[34:44] Entonces, yo te pregunto de nuevo. Yo te pregunto. ¿Crees tú que Dios es todopoderoso? ¿Crees tú que nada es imposible para Dios?

[34:56] Si nosotros vamos al libro de Lucas, Lucas capítulo 1. Lucas capítulo 1.

[35:11] Vamos a ir al libro de Lucas. Nosotros vemos varias historias aquí en Lucas capítulo 1. Estoy buscándolo. En Lucas capítulo 1 nosotros vemos varias historias.

[35:26] Lo voy a resumir porque son bastantes versículos. Nosotros vemos la historia de los padres de Juan el Bautista. Se llamaba Zacarías y ella se llamaba Elizabeth.

[35:40] Ellos también eran de edad avanzada. Y se le apareció el ángel a Zacarías. Y le dijo que su esposa iba a salir embarazada. Y él lo puso en duda.

[35:51] El ángel Gabriel se le apareció. Él lo puso en duda. Y de hecho, por eso quedó enmudecido hasta que su esposa dio a luz. Y en ese mismo capítulo 1 está la historia de que el mismo ángel Gabriel se le aparece a María.

[36:07] Y le dice que va a salir embarazada sin ella haber tenido contacto íntimo con José. Y precisamente aquí está el versículo que yo quiero mostrarle.

[36:24] En Lucas capítulo 1 versículo 37. Él dice, porque nada hay imposible para Dios.

[36:35] Nada es imposible para Dios. Y esta es la pregunta. Esta pregunta que le hace Dios a Abraham en este capítulo 18.

[36:48] Si hay algo imposible. ¿Hay para Dios alguna cosa difícil o alguna cosa imposible? No la responde él mismo aquí en el versículo 37.

[36:58] Cuando dice que no hay nada imposible para Dios. Pero hay una explicación que el pastor John Piper da de estos versículos.

[37:11] De este versículo, de este capítulo 18. Que me pareció bastante interesante. Vuelvo y le digo. Esta es una explicación que el pastor John Piper da de estos versículos.

[37:25] Y él dice. Dios, oigan, préstenle mucha atención. Dios le prometió a Abraham que sería padre de multitudes. Pero esto no con esfuerzo humano.

[37:40] Recuerden que Abraham trató de ayudar a Dios al acercarse a Adán. Pero esto no funcionó. No era de esta forma.

[37:53] No era a través de esfuerzo humano. Es a través del poder de Dios. ¿Por qué Dios esperó tanto tiempo?

[38:04] Porque Dios quería mostrar. Cuando ya era humanamente imposible que el hijo de la promesa viniera.

[38:16] Ellos estaban ancianos. No veía su menstruación. Dios está mostrando con esto que era una obra de Dios. No, el pueblo de Dios, los descendientes de Abraham, no iba a ser una creación humana.

[38:34] La formación del pueblo de Dios iba a ser una obra de Dios. Tremendo. Iba a ser una obra de Dios. Por esto es que Ismael no iba a ser el hijo de la promesa.

[38:48] Porque era un producto de algo que creyeron Sara y Abraham. Que él acercándose a la esclava, los hijos iban a ser hijos de la promesa.

[39:04] Hay algo imposible para Dios. Definitivamente nada es imposible para Dios. Y pensando nosotros en nuestra salvación.

[39:18] Pensemos en nuestra salvación. Nosotros somos salvos por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Somos salvos por gracia, por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

[39:33] Pero la salvación no es una obra del hombre. Para nosotros, salvarnos nosotros mismos con nuestro propio esfuerzo es algo imposible.

[39:48] Pero para Dios no es imposible, no es difícil. Porque Dios es todopoderoso. Y nuestra salvación descansa en Dios.

[40:00] Yo no puedo salvarme yo mismo. Ustedes no pueden salvarse ustedes mismos. Nosotros somos salvos porque el poder de Dios obró en nosotros y transformó nuestros corazones endurecidos por el pecado en corazones que pueden ver la grandeza y la majestuosidad de nuestro Señor Jesucristo.

[40:20] Somos salvos por gracia, por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Efe, Efesio dice que somos salvos por gracia, por medio de la fe.

[40:31] Dice, no por obras. No por obras para que nadie se gloríe. Por gracia soy salvos por medio de la fe.

[40:45] Y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras para que nadie se gloríe. Porque, oigan esto, porque somos hechuras suyas, creados en Cristo Jesús para buenas obras.

[41:00] Las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Nosotros fuimos llamados para ser santos.

[41:11] Nosotros fuimos predestinados para ser hijos de Dios. Pero así como Abraham fue el padre de multitudes por el poder de Dios.

[41:21] No por las obras de él, sino por la fe que él tuvo en nuestro Señor Jesucristo. Así mismo descansa nuestra salvación. Mis hermanos, la salvación de nosotros no descansa en nada que nosotros hayamos hecho.

[41:35] No descansa en ninguna obra que nosotros hayamos hecho. Sino que descansa en el poder de Dios que obró en nuestros corazones, transformó nuestros corazones. Nos libró de la esclavitud del pecado.

[41:50] Nos libró de la esclavitud del pecado. Y por eso nosotros creemos y estamos seguros que la salvación no se pierde, mis hermanos. Porque es una obra de Dios.

[42:02] Es una obra que descansa en el poder de Dios. Es una obra que descansa en Dios. Y por eso estamos 100% seguros que la salvación no se pierde.

[42:14] Y por eso nosotros vemos que Dios siempre cumple su palabra. Dios cumplió su palabra. Dios le dijo a Abraham que iba a ser padre de multitudes y que en él iban a ser benditas todas las naciones.

[42:27] Y precisamente nosotros somos parte de esa simiente, de esa descendencia de Abraham, todos los que creemos en Cristo Jesús. Y me acuerdo ahora de, me estoy recordando de Marcos capítulo 10, versículo del 17 al 27 del joven rico.

[42:46] Acuérdense del joven rico que salió por el camino y vio a nuestro Señor Jesucristo. Lo voy a resumir rápidamente. Y le preguntó qué él tenía que hacer para ganar la vida, la vida eterna.

[42:59] Le preguntó qué tengo que hacer para ganar la vida eterna. Él se le acercó. Y nuestro Señor Jesucristo le preguntó, le dijo, no adulteres, no mates, no ulte, no digas falso testimonio, no defraude, honra a tu padre y a tu madre.

[43:13] Él entonces respondió, le dijo, maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús le dijo, te falta una cosa, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, dalo a los pobres, perdón.

[43:29] Y dice que él se fue afligido, se fue triste porque tenía muchas posesiones. Y aquí viene lo que quiero hacer el énfasis. En el 23 dice, entonces Jesús mirando alrededor dijo a sus discípulos, cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas.

[43:47] Los discípulos se asombraron de su palabra, pero Jesús respondiendo volvió a decirle, Hijos, cuán difícil es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas.

[44:01] Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraron aún más diciendo entre sí, ¿quién pues podrá ser salvo?

[44:12] Y eso es lo que nosotros nos preguntamos. ¿Quién pues podrá ser salvo? ¿Quién puede ser salvo?

[44:25] Entonces Jesús mirándolo dijo, para los hombres imposible. Ustedes están oyendo esto, mis hermanos. Para los hombres es imposible.

[44:36] Más para Dios no, porque todas las cosas son posibles para Dios. Y aquí vuelve y me responde lo que vimos en Génesis capítulo 18, versículo 14.

[44:52] Hay algo difícil o imposible para Dios. Y Cristo, quien es Dios, nos está respondiendo esa pregunta. Vuelvo y se la leo. Entonces Jesús mirándolo dijo, para los hombres es imposible, más para Dios no.

[45:09] Porque todas las cosas son posibles para Dios. Todas las cosas son posibles para Dios.

[45:20] Todas las cosas, mis hermanos. Eso es lo que yo quiero que vayamos. Que no hay nada imposible para Dios. Nada es imposible para Dios.

[45:31] Entonces, yo sé que quizás tú estás en estos momentos con situaciones difíciles. Porque vivimos en un mundo caído.

[45:43] Vivimos en un mundo contaminado por el pecado. Yo sé que quizás a lo mejor tú estás teniendo un hijo rebelde. Un hijo que tú quieres que venga postrado a los pies de Cristo. Quizás tú estás teniendo un esposo, una esposa rebelde.

[45:57] Que tú quieres que vengan postrados a los pies de Cristo. Quizás tú estás teniendo una enfermedad difícil de manejar. Quizás tú estás teniendo una enfermedad que te quita el sueño.

[46:08] Te quita la paz. Yo sé que quizás puede ser esa tu situación. Quizás tú tienes una dificultad en el trabajo. Quizás tú tienes problemas con familia.

[46:20] Quizás tú tienes otras cosas que ni siquiera me llegan a la mente. Pero yo te digo lo que dice la palabra de Dios.

[46:31] No lo que yo digo porque soy un pecador. Dios te dice que nada es difícil para Él. Nada es imposible para Dios. No hay nada, absolutamente nada, imposible para Dios.

[46:45] Dice, hay para Dios alguna cosa difícil. Entonces, lo que Dios nos está diciendo en estos momentos es que descansemos en Él.

[46:56] Que pongamos, mis hermanos, y hemos insistido en esto, que pongamos nuestra confianza en Dios. Mis hermanos, no hay absolutamente nada, nada difícil para Dios.

[47:09] Esas cosas que te están atormentando, que te están quitando el sueño, que te están quitando la paz. Descansa en Dios. Dios lo ve todo. Pero nosotros vimos cómo Sara estaba detrás de la tienda y Dios la vio.

[47:24] Dios la escuchó. Asimismo, como Él vio a Sara, que estaba hablando, que se estaba riendo, quizás en el silencio de su voz. Dios ve cuáles son nuestras necesidades.

[47:36] Dios ve cuáles son nuestras preocupaciones. Dios ve cuáles son las cosas que nos están quitando el sueño. Descansemos en Dios. Cuando Dios me dice que no hay nada difícil para Él, entonces yo descanso en Dios.

[47:51] Descansemos, mis hermanos, en Dios. A veces las cosas de este mundo nos van a quitar el sueño. A veces las cosas de este mundo nos van a quitar la paz. Nos van a quitar la esperanza. Pero nosotros le servimos a un Dios todopoderoso.

[48:07] Dios es todopoderoso, mis hermanos. Dios es todopoderoso porque no hay nada absolutamente difícil para Él. Ya sea un hijo rebelde que tú tengas.

[48:18] Ya sea un esposo que te está poniendo las cosas difíciles. Ya sea una relación familiar que se está deteriorando. Quizás sea una deuda que tenga. Puede ser cualquier cosa.

[48:30] Nada es difícil para Dios. Nosotros lo que tenemos que tener presente son varias cosas. Número uno, que cualquier petición que nosotros le estemos haciendo a Dios, vamos a hacerlo de acuerdo a su voluntad.

[48:47] Vamos a hacerlo de acuerdo a su voluntad. Número dos, cualquier problema que tengamos. Cualquier, pueden ser problemas con los hijos, problemas con los familiares, problemas con el esposo, la esposa.

[49:01] Nosotros lo que tenemos, mis hermanos, es que orar y descansar en Dios. Orar y descansar en Dios. Y que nosotros salgamos de aquí con la seguridad de que no hay absolutamente nada difícil para Dios.

[49:18] Miren, miren, como dice en Marcos 4, del 26 al 27. Dice, decía además, este es nuestro Señor Jesucristo.

[49:29] Así es el reino de Dios. Como cuando un hombre echa semilla en la tierra y duerme y se levanta de noche y de día. Y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.

[49:44] Sembró la semilla y dijo, pero va acá. Y creció y él no sabe cómo. Y quiero unir eso, Marcos 4, 26, 27, con primera de Corintios. 3, del 6 al 9.

[49:56] Dice, yo planté, Apolo regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios. Nosotros, nuestra misión, lo que nosotros Dios nos está llamando es a tener una vida de oración.

[50:12] A orar junto con los hermanos en la iglesia. A orar en todo momento, en todo tiempo. Y descansar en Dios. Porque nosotros sabemos que no hay absolutamente nada imposible para Dios.

[50:27] Nada es imposible para Dios. Salgamos con esto, mis hermanos. Entonces, hemos visto tres puntos. Hemos visto que Dios visitó a Abraham.

[50:37] Hemos visto la hospitalidad. Y hemos visto que nada es imposible para Dios. Las aplicaciones, pienso que las he dado. Pero vuelvo y hago un pequeño resumen.

[50:48] Como iglesia, lo que nos queda a nosotros, de estos versículos que hemos visto, es entender que Dios es todopoderoso. Y que no hay nada imposible para Él.

[50:59] Y que nosotros debemos descansar en Él. Eso es número uno. Eso es para la iglesia. Si tú estás aquí sin Cristo. Si tú necesitas salvación.

[51:11] Tú necesitas venir a Cristo en arrepentimiento y fe. Para que puedas ser salvo. Vamos a orar, mis hermanos. Señor, nosotros hemos visto y sabemos que no hay nada imposible para ti.

[51:30] Por eso te pedimos que si hay alguien aquí que no te conoce. Que tu Espíritu Santo obre en sus corazones. Y pueda venir a Cristo en arrepentimiento y fe. Permite que nosotros salgamos con estas palabras grabadas en nuestros corazones.

[51:45] De que tú eres un Dios todopoderoso. Y que nada es imposible para ti. Nada es difícil para ti. Gracias, Padre, por tu palabra. En el nombre de Jesús.

[51:56] Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén.

[52:06] Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén.

[52:17] Amén. Amén. Amén. Amén. Amén. Amén.