[0:00] Buenas tardes hermanos, vamos a seguir en el día de hoy con la predicación del libro de los hechos de los apóstoles.
[0:16] Y el día de hoy comenzamos el capítulo número 7 del libro de los hechos. Y el tema de la predicación de hoy es defensa de Esteban.
[0:30] Este capítulo es bastante largo, habla acerca de la defensa y muerte de Esteban. Vamos a dividirlo entre defensa en el sermón de hoy y muerte en otro sermón.
[0:47] Usualmente no leemos tantos versículos, pero hoy vamos a tener que leer toda la parte que implica defensa. Y vamos a ir recordando mientras leemos cómo Dios es un Dios de maravillas.
[1:04] Y las cosas que Dios ha hecho en el pueblo de Israel, que básicamente se fue la defensa que usó Esteban en contra de los cargos que vinieron contra él.
[1:24] O sea que vamos a leer una porción extensa hoy. Concéntrese en la palabra.
[1:35] Siete hechos capítulo siete del verso uno en adelante. Dice la santa palabra de Dios.
[1:46] El sumo sacerdote dijo entonces. Es esto así.
[2:19] Y no le dio herencia en ella. Ni aún para sentar un pie. Pero le prometió que se la daría en posesión y a su descendencia después de él, cuando él aún no tenía hijo.
[2:32] Él le dijo Dios, y le dijo Dios así, que su descendencia será extranjera en tierras ajenas, y que los reducirían a servidumbre y los maltratarían por cuatrocientos años.
[2:45] Mas yo juzgaré, dijo Dios, a la nación de la cual serán siervos, y después de esto saldrán y me servirán en este lugar. Y le dio el pacto de la circuncisión.
[3:01] Y así Abraham engendró a Isaac, y le circuncidó al octavo día. E Isaac a Jacob, y Jacob a los once patriarcas. Los patriarcas movidos por envidia vendieron a José para Egipto, pero Dios estaba con él.
[3:18] Y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, el cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.
[3:29] Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto, y de Canaán, y grande tribulación. Y nuestros padres no hallaban alimentos. Cuando yo Jacob, que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez.
[3:46] Y en la segunda, José dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a Faraón el linaje de José. Y enviando a José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas.
[4:01] Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él, y también nuestros padres, los cuales fueron trasladados a Siquem. Y puestos en el sepulcro, que a precio de dinero compró Abraham de los hijos de Amor en Siquem.
[4:16] Pero cuando se acercaba en tiempo de la promesa que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto. Hasta que se levantó en Egipto otro rey que no conocía a José.
[4:29] Este rey, usando la astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusiesen a muerte a sus niños, para que no se propagasen.
[4:40] En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios, y fue criado tres meses en casa de su padre. Pero siendo expuesto a la muerte, la hija de Faraón le recogió y le crió como a hijos suyos.
[4:55] Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderosa en sus palabras y obras. Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón a visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.
[5:09] Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios le daría libertad por mano suya.
[5:22] Mas ellos no lo habían entendido así. Al día siguiente se presentó a uno de ellos que venían, y los ponía en paz, diciendo, Varones, hermanos, sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro?
[5:35] Entonces el que trataba a su prójimo le rechazó, diciendo, ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez entre nosotros? ¿Quieres tú matarme como mataste ayer al egipcio?
[5:47] Al oír esta palabra, Moisés huyó y vivió como extranjero en tierra de Madian, donde engendró dos hijas. Pasando cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.
[6:01] Entonces Moisés, mirando, se maravilló de la visión, y acercándose para observar, vino la voz del Señor. Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob.
[6:18] Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar. Y le dijo el Señor, quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa. Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído a su gemido y he descendido para librarlos.
[6:38] Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto. A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo, ¿quién te ha puesto por gobernante y juez? A este lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza.
[6:54] Este lo sacó, habiendo hecho prodigios y señales en tierra de Egipto y en el Mar Rojo, y en el desierto por cuarenta años. Vamos a volar ahora al verso número cuarenta y nueve, el cuarenta y ocho.
[7:11] Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta, el cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies.
[7:23] ¿Qué casa me edificaréis, dice el Señor, o cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? El verso cincuenta y uno.
[7:34] Duro de servicio e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo, como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres, y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores?
[7:57] Vosotros que recibisteis la ley por disposición de los ángeles y no la guardasteis. Vamos a orar. Padre, gracias por tu palabra que es viva y eficaz, Señor.
[8:10] En el nombre de Jesús permite que sea explicada con claridad. Permite, Señor, que tu palabra edifique nuestras vidas, edifique los corazones, Señor, y que tu Espíritu Santo use tu palabra para hacernos más y más como Cristo.
[8:28] En el nombre de Jesús. Amén. Uno de los sermones más largos registrados en las Escrituras.
[8:40] Este de Esteban. Y quiero hablar del contexto rápido en el cual se hizo este sermón.
[8:51] Sabemos que Esteban fue uno de los siete hombres que fueron elegidos para ayudar a los apóstoles. ¿Verdad? Y hablamos en detalle de esto. Y una de las cosas que nosotros vimos que Esteban era un hombre que era lleno de qué?
[9:08] De gracia. Y detallamos qué significa ser lleno de gracia. Lleno de el Espíritu Santo de Dios. Lleno también de qué? De sabiduría. Una sabiduría que no es mundana ni terrenal, sino una sabiduría de Dios.
[9:24] Amén. Y también era un hombre de qué? Buen testimonio. Todo eso era Esteban. Estaba imitando a Cristo. Estaba siendo usado por el Espíritu Santo, por Dios, para llevar el mensaje de Cristo con prodigios y señales y maravillas.
[9:43] Y como así odiaron a Cristo, también odiaron a Esteban. Como así aborrecían a Cristo, van a aborrecer a todos los que siguen a Cristo e imitan a Cristo.
[9:55] En el caso de Esteban, por eso fue aborrecido. Y acuérdense que luego que, gloria al Señor, Dios se manifestó de esta manera en Esteban, vinieron los fariseos, los escribas, los saduceos, los miembros del Sanedrín, a hacer la oposición a Esteban.
[10:17] Y lo apresaron y le hicieron dos cargos. En el versículo 12 del capítulo 6. Ok, vamos a leerlo rápido. Versículo 12. Capítulo 6, versículo 12.
[10:29] Y se aliviantaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y arremetiendo, le arrebataron y le trajeron al concilio. Y pusieron testigos falsos que decían, este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra tu ley.
[10:48] Pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará la costumbre que Dios nos dio de Moisés. Entonces, ¿cuáles fueron tres cargos hacia Esteban?
[11:01] Que Esteban estaba blasfemando, primero en contra de el lugar santo. Segundo, ¿en contra de qué? De la ley.
[11:13] Gloria al Señor. Y también, en contra del templo. Y en el versículo 1 del capítulo 7, el sumo sacerdote Caifás, le pregunta, ¿es esto así?
[11:30] ¿Es esto así? A Esteban. O sea, ¿es cierto que tú has blasfemado en contra del lugar santo de Jerusalén? En contra del templo de Jerusalén y en contra de la ley de Moisés.
[11:44] Bueno, Esteban da una respuesta larga en 53 capítulos.
[11:57] En 53 versículos del capítulo 7. Gloria al Señor. Cuando vemos, a primera instancia, vemos que la sabiduría que Dios había puesto en Esteban realmente es demostrada en esta sesión.
[12:15] Esteban era un hombre que sabía la Escritura. Que sabía la Biblia. No fue que él estaba con un libro refutando ante los afariseos estas cosas.
[12:28] No, todo eso venía del conocimiento que Dios había puesto en la mente de Esteban. Era un hombre que escudriñaba las Sagradas Escrituras. Amén. Y entonces él relata, da un resumen, podríamos decir, de la historia de Israel.
[12:46] Un resumen magistral, hermanos. De la historia de Israel. Y el trabajo que nosotros debemos hacer es tratar de identificar cómo esto fue una defensa para Esteban de los cargos que se le habían puesto.
[13:03] Cómo este resumen de la historia de Israel era una defensa de Esteban en contra el cargo de haber blasfemado contra el lugar santo.
[13:13] En contra el cargo de haber blasfemado contra el templo de Jerusalén. Y en contra el cargo de haber blasfemado contra la ley. Eso está ahí. Y precisamente, gloria al Señor, vamos a darnos cuenta de tres argumentos que podemos notar en este segmento.
[13:38] Amén. Quiero que ustedes sepan que la tierra santa, el templo y la ley eran tres pilares para los judíos. Tres pilares.
[13:50] Veneraban eso más que Dios.
[14:02] Y en el texto que vemos hoy, vemos a Esteban demostrando, ¿verdad? Con gran sabiduría y refutando a estos líderes religiosos del Sanedrín que odiaban a Jesucristo y a todos sus seguidores.
[14:19] Oiga lo que dice este comentarista, Kent. Esteban conocía su Biblia y su historia bíblica.
[14:30] Y mientras permanecía erguido ante el concilio, derivó la teología de los fariseos con Cristo.
[14:40] Demostrando que Cristo era mayor, ¿verdad? Que esos tres grandes pilares de ellos. La tierra, la ley y el templo.
[14:52] La tierra, la ley y el templo. Y, gloria al Señor, el primer argumento que vemos de Esteban en este gran y largo, larga defensa, fue que él demostró que la actividad de Dios no estaba confinada al área geográfica de la tierra santa solamente.
[15:25] Demostró que la actividad de Dios no estaba confinada a la área geográfica de la tierra santa solamente. También demostró que la adoración aceptable a Dios no estaba confinada solo en el templo de Jerusalén.
[15:43] O sea, que atacó el lugar santo. También atacó el templo. Y tercero, Esteban también les recordó a los judíos que eran ellos que habían rechazado a los representantes de Dios y eran desobedientes a la ley.
[16:00] Atacó, o mejor dicho, usó un argumento en contra de su veneración al lugar santo, su veneración al templo y su veneración a la ley.
[16:14] ¿Me siguen hasta ahora, verdad? Gloria al Señor. Entonces, el primer argumento de Esteban. La actividad de Dios no está confinada al área geográfica de la tierra santa solamente.
[16:27] El capítulo 7, versículos 2 y 3, vemos que Dios le habló a Abraham, no en esa tierra santa donde ellos estaban, sino en Mesopotamia.
[16:46] Le había hablado en la tierra de Ur, en la tierra de Arán. Oiga lo que dice el versículo 2. Dios no estaba nada más en Jerusalén, en la tierra santa.
[17:17] Ellos veneraban la tierra santa. Veneraban el templo. Veneraban la ley. Confiaban en eso más que en Dios mismo.
[17:30] Esteban comienza identificando el hecho de que Dios habla y tiene actividad aún fuera de esos lugares.
[17:42] ¿Me están entendiendo? Gloria al Señor. También, Esteban nota cómo Dios actuó en la vida de José en Egipto.
[17:58] El versículo 9 al 16. Deja su Biblia abierta porque vamos a analizar algunos versos de este largo segmento. Oiga del 9 al 16.
[18:09] Los patriarcas movidos por envidia vendieron a José para Egipto, pero Dios estaba con él. Dios estaba con Moisés.
[18:21] Y no solamente Dios estaba con Moisés, sino que Dios bendijo a Moisés en Egipto. Número 3. Número 3. Dios también le había hablado a Abraham fuera de la tierra santa.
[18:38] Le había hablado a José fuera de la tierra santa. También le habló a Moisés fuera de la tierra santa. En el monte Sinaí.
[18:48] Vamos ahora al versículo 30 al 34. Estamos en el capítulo 7. 30 al 34. Ahí está Dios teniendo un contacto con Moisés.
[19:00] Pasados 40 años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí en la llama de fuego de una zarza. Entonces Moisés mirando, se maravilló de la visión y acercándose para observar, vino a él la voz del Señor.
[19:14] Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Y Moisés temblando, no se atrevía a mirar. Y le dijo al Señor, quitad el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa.
[19:28] Ciertamente he visto la ficción de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos ahora. Pues ven, te enviaré a Egipto.
[19:40] Dios habla y tiene actividad conforme a su soberanía y a su deseo, fuera de la tierra santa.
[19:54] No es necesario venerar la tierra santa, como estaban haciendo los miembros del Sanedrín, por encima de la persona de Dios. Amén. Y por supuesto, gloria al Señor, todas esas señales que Dios hizo al sacar a los israelitas de Egipto, abrir el mar rojo, en el desierto alimentarlo con maná.
[20:22] Todos los días ver una columna de nube y columna de fuego. Todas esas actividades eran fuera de la tierra santa. Y en el monte Sinaí, ¿qué pasó?
[20:35] Dios le dio la ley al pueblo de Israel, en el verso 38 del capítulo 7. Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí y con nuestros padres y que recibió palabras de vida para darnos.
[20:57] Entonces, con todo esto, Esteban demuestra en su defensa que la actividad de Dios con los patriarcas de Israel no solamente estaba confinada a la tierra santa de Israel.
[21:18] No era para venerarse. No era para ponerla por encima de Dios, de la actividad de Dios. El segundo argumento que utilizó Esteban y que vemos en este largo segmento de la defensa de Esteban es que la adoración aceptable a Dios no estaba confinada solamente al templo de Jerusalén.
[21:40] La adoración aceptable a Dios no estaba confinada solamente al templo de Jerusalén. O sea que vemos a Esteban aclarándole a ellos que estaban erróneos en cuanto a la veneración a, ¿cómo podríamos decir en español?
[21:58] Tener vacas sagradas. Gloria al Señor. El verso 33. Ya lo vimos. Fuera de la ciudad santa, Dios se manifestó en una zarza ardiente.
[22:17] Y eso no era parte de la tierra santa, ni era el templo tampoco. Pero Dios le dijo a Moisés que se quite la sandalia porque ese lugar era santo.
[22:31] Dios es que santifica el lugar. Lo importante no es el templo, sino Dios. Y Dios está en todos lados.
[22:41] Ellos veneraban la tierra santa. Veneraban el templo y veneraban la ley. Pero no al Dios de la ley. Ni que hacía santo el templo.
[22:54] Ni que hacía tierra, ni que hacía santa la tierra. ¿Me están siguiendo, Gloria al Señor? El versículo 44 y 46.
[23:06] Esto es fuera del templo también. Pero dice, Para el Dios de Jacob.
[23:41] Antes de haber templo, ¿qué había? El tabernáculo. Por lo tanto, hubo adoración aceptable a Dios fuera de ese templo que ellos veneraban en ese momento.
[23:57] También, muy claro, lo dice el verso 48. Vaya conmigo. 48.
[24:08] 48. 48. Si bien, el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta, el cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies.
[24:23] ¿Qué casa me edificaréis? Dice el Señor. ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas? ¿Por qué? ¿Por qué Esteban le está citando esto a estos escribas y fariseos y saduceos que lo acusan de blasfemar el templo?
[24:44] ¿Por qué? ¿Por qué? Por qué? Precisamente para darle a entender, no hay razón para venerar el templo como ustedes los están venerando.
[24:55] El Señor realmente no habita en templo hecho con manos de hombres.
[25:06] Y dice que el cielo es el trono de Dios y la tierra el estrado de sus pies. ¿Qué está hablando acá? acerca de la omnipresencia de Dios.
[25:19] Dios no es un Dios de estar confinado a un templo, a un lugar solamente, sino que Dios está en todos lados, porque Dios es omnipresente.
[25:32] Al mismo tiempo, Él está en todo lugar del universo, porque Él creó todo. Amén, mis hermanos. Amén, mis hermanos.
[26:09] Esteban también, escuchen esto, les recordó a ellos que eran los judíos quienes habían rechazado a los representantes de Dios y eran desobedientes a la ley.
[26:27] Oigan eso. Ellos acusan a Esteban de haber blasfemado contra la ley. Pero Esteban les recuerda a ellos que precisamente eran los judíos, sus padres y ellos mismos de hecho, quienes eran desobedientes a la ley.
[26:52] Santos es el Señor. Ellos habían rechazado los patriarcas y habían rechazado la ley de Dios.
[27:06] El versículo 9 del 7. ¿Qué dice? Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto, pero Dios estaba con él.
[27:22] ¿Qué hubo ahí? Un rechazo al escogido de Dios. José fue escogido por Dios. Y hubo un rechazo al escogido por Dios para el propósito.
[27:40] Gloria al Señor de Dios. El versículo 26 al 29. También ellos rechazaron a Moisés del 26 al 29. Esteban les recuerda a ellos que ellos habían rechazado a Moisés también.
[27:58] Rechazaron a José. Rechazaron a Moisés. Gloria al Señor. Ellos también rechazaron el mensaje de Moisés.
[28:11] El versículo 39. Este lo voy a leer. Versículo 39. Al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon.
[28:23] ¿Qué hicieron? Le desecharon. Y en sus corazones se volvieron a Egipto. Cuando dijeron a Aarón, haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos que le haya acontecido.
[28:43] Entonces hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo. En las obras de sus manos se regocijaron. Y Dios se apartó y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas.
[29:02] ¿Acaso me ofreciste víctimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años, casa de Israel? Antes bien, llevasteis el tabernáculo de Moloc y la estrella de vuestro Dios Rentán, figuras que os hicisteis para adorarlas, os transportaré, pues, más allá de Babilonia.
[29:22] Rechazaron a José, rechazaron a Moisés, pero también rechazaron el mensaje de Moisés, que venía de parte de Dios.
[29:33] Y eso es algo que me llena de, wow, este pueblo de Israel había pasado en seco por un mar.
[29:45] Este pueblo de Israel vio como Dios destruyó el ejército de Egipto, los ahogó a todos. Este pueblo de Israel veía como Dios ponía nubes de día columna de nube y de noche columna de fuego.
[30:01] Y cuando Moisés tiene unos cuantos días en el monte Sinaí, comienzan a hacerse un Dios de oro, un becerro de oro.
[30:12] Rechazando entonces también el mensaje de Dios por medio de Moisés. También Esteban les recuerda en el versículo 51 al 53 esto mismo.
[30:27] Oiga lo que le dice Esteban a ellos en el versículo 51. Una palabra dura. Le dice, duros de cerviz.
[30:39] ¿Ustedes saben lo que significa duros de cerviz? En buen dominicano. Cabeza dura. Tenía el cabeza dura. Duros de cerviz.
[30:51] En circuncisos de corazón y de oídos. Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo como vuestros padres, así también vosotros.
[31:04] Wow. Como vuestros padres, así también vosotros. O sea, después de darle la historia de cómo los patriarcas de Israel habían rechazado el mensaje de Dios.
[31:18] También le dice, ustedes también han rechazado a Dios. ¿Y cómo ellos rechazaron a Dios? Al haber rechazado a Cristo, a Jesús.
[31:31] Al haber rechazado al Hijo de Dios, al Mesías. Y haberlo crucificado. Crucificado al autor de la vida, Jesús.
[31:41] Jesús. Ellos. Los que estaban acusando a Esteban. De. Blasfemar el templo. La tierra santa y la ley.
[31:53] Era precisamente los que estaban desobedeciendo la ley. Porque la ley hablaba del Mesías. Hablaba de Jesús. Hablaba de Cristo, claro. Pero a ellos, al ellos rechazar a Cristo.
[32:07] Estaban también rechazando la ley. Por lo tanto, Esteban les recuerda, no solamente vuestros padres rechazaron eso. Sino que ustedes también lo han rechazado.
[32:19] Ustedes ven cómo Esteban convierte esa acusación a él en un indigno. En un. ¿Cómo se dice?
[32:30] Gloria al Señor. Los que ellos estaban acusando a Esteban, ellos eran culpables de eso. Amén. Gloria al Señor.
[32:44] O sea. Que. Hasta ahora. El versículo 52, perdón. El versículo 52.
[32:55] ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del justo. De quien vosotros ahora habéis sido entregadores.
[33:09] ¿Y qué? Y matadores. Vosotros. El verso 53. Que recibisteis la ley por disposición de los ángeles. ¿Qué dijiste? No la guardasteis.
[33:20] O sea. Ustedes me dicen a mí. Que yo estoy blasfemando la tierra santa. Estoy blasfemando el templo. Y estoy blasfemando la ley. Dice Esteban.
[33:31] Pero son ustedes. Los que no han guardado. La ley. El versículo 53. Lo acabamos de leer. Vosotros. Que recibisteis la ley.
[33:43] Por disposición de ángeles. No. La guardasteis. Entonces. Mis amados hermanos. Yo traté de resumirlo lo más que pude.
[33:58] Amén. Para que ustedes entendieran. El extracto de la defensa de Esteban. En contra de los cargos que le habían hecho. En el versículo 12 y 13.
[34:09] Y vemos como Esteban. Claramente. Y fíjese. Hay que tener sabiduría para. Hablar de toda la escritura de esa manera.
[34:22] Y conectar la escritura. Con los cargos que le estaban poniendo. Pero muy sabiamente. ¿Qué tenía Esteban? Sabiduría de Dios. ¿Verdad que sí?
[34:34] Y muy sabiamente. Él refutó todos esos cargos. Con el primer argumento de que. La actividad de Dios. No estaba confinada. Nada más al área geográfica.
[34:44] De la tierra santa. También con el segundo argumento. De que la adoración aceptable a Dios. No estaba confinada. Solo. Al templo de Jerusalén. Y ahora con el tercer argumento.
[34:57] De Esteban. Que eran los judíos. Quienes habían rechazado. A los representantes. Verdad de Dios. Y habían desobedecido a la ley.
[35:09] Y habían rechazado a Cristo mismo. O sea que. Ellos eran realmente los culpables. No Esteban.
[35:21] ¿Sí o no? Ellos. Eran. Los culpables ante Dios. Y no Esteban. Gloria al Señor.
[35:34] Y. Fíjese. Lo que dice.
[35:47] Esta parte. Verdad. Cuando él. Cuando él le dice. El verso 53. No. La guardaste. Acuérdese también. De lo que. Prediqué. La semana pasada.
[35:57] Ustedes ven. Hermanos. Cuanta. Pudredumbre. Habían. Esos líderes religiosos. Esos que mataron a Jesús.
[36:09] Y querían ahora matar a Esteban. Cuando. Esteban. En el versículo 51. Le dice. Duros de servicio. E incircuncisos de corazón.
[36:22] Esa es una palabra fuerte. Incircuncisos de corazón. Gloria al Señor. Y nuestro Señor Jesucristo. En Mateo. Fue aún más fuerte con ellos.
[36:34] En el versículo. En el capítulo 23. De Mateo. Fue aún más fuerte con esos. Líderes religiosos. Que lo que eran. Era. Unos legalistas.
[36:46] Pero que no tenían. Un corazón. Un corazón. Transformado. Del verso. 13 al 23. Hay. Muchísimos. Hayas. Vemos ahí. De Cristo. Hablándoles a ellos.
[36:58] En el verso. 13. De Mateo 23. Más. Hay de vosotros. Escribas y fariseos. Hipócritas. Qué palabra más fuerte. Hipócritas. Porque.
[37:09] Cerráis el reino de los cielos. Delante de los hombres. Pues no entráis vosotros. Ni dejáis entrar. A los que están entrando. Hay de vosotros. Escribas y fariseos. Hipócritas.
[37:21] Y hay. Todo un segmento. De Jesús. Desde el verso. Desde aquí. Desde el 13. Hasta el. Verso 36.
[37:31] Diciéndole. A. Los escribas y fariseos. Lo hipócrita. Que eran. Ellos. Incluso.
[37:41] Un verso que yo siempre menciono. El verso 27. Se acordará. Cuando lo lea. Donde le dice. Hay de vosotros. Mateo 23. 27. Hay de vosotros.
[37:52] Escribas y fariseos. Hipócritas. Porque sois semejantes. A sepulcros blanqueados. Que por fuera. La verdad. Se muestran hermosos. Mas por dentro.
[38:04] Están llenos de huesos. De muertos. Y de toda inmundicia. Esa palabra. Le dijo Dios. El hijo. Nuestro señor Jesucristo.
[38:16] A. Los escribas y fariseos. Y aquí Esteban. Usa. Palabras similares. Contra ellos. Esteban. Era que un imitador de Cristo.
[38:26] Le dice. Dura. Serviz. En circuncisos de corazón. Amén. Entonces. Mis hermanos. Como le dije.
[38:37] Este es un. Segmento. Largo. De la defensa de Esteban. Pero yo traté de resumírselo. Para decirle más o menos. Cómo.
[38:47] Dentro de ese. Discurso. Él refutó los tres cargos. Que le habían dado. Y podemos. Podimos demostrarlo. Verdad. Por las escrituras. Ahora bien.
[38:59] Gloria al Señor. Cómo podemos aplicar esto. A nuestras vidas. Ahora. Cómo lo podemos aplicar.
[39:11] Hay muchas cosas. Que decir. Y. Gloria al Señor. Yo quiero que notemos.
[39:23] Tres puntos importantes. De aplicación. Ok. Número uno. Verdad. Como. Como. Como. Como habíamos. Dicho. Esteban estaba lleno.
[39:34] De sabiduría. Esteban. Era un hombre. Estudioso. De la palabra de Dios. Número uno. Era un hombre. Estudioso.
[39:45] De la palabra de Dios. Dios. Y lo demostró. Porque fue capaz. De resumir. El antiguo testamento. La historia. De Israel. Casi entera. De su mente.
[40:00] O sea que. Esteban. Se memorizaba. Las escrituras. Estudiaba. Y se memorizaba. Las escrituras. Y así también.
[40:10] Dios quiere. Que nosotros. Debemos. De procurar. Conocer. Cada vez. Más. Y más. Las escrituras. Usted. Y yo.
[40:21] Y todo el que escucha. Debemos. Orar. Para que el Señor. Nos llene. Cada vez más. De amor. Por la palabra de Dios. Repito. Que el Señor.
[40:32] Nos llene. De amor. Por la palabra de Dios. Porque. Usted sabe. Eso es lo que produce. Sabiduría de Dios. La palabra de Dios.
[40:44] Es la que produce. Sabiduría. De Dios. Las santas escrituras. Y. Gloria al Señor. Se nos puede presentar.
[40:55] La oportunidad. De que tengamos. Que defender. La verdad. Así como Esteban. Repito. Se nos puede presentar. La oportunidad. De que tengamos.
[41:05] Que defender. La verdad. Así como Esteban. Y si se nos presenta. Esa oportunidad. Debemos. De estar preparados. Usted sabe. Lo que dice. El libro.
[41:15] De primera. De Pedro. Capítulo 3. Versículo 15. Primera. De Pedro. 3. 15. Dice. Si no.
[41:27] Santificar. A Dios. El Señor. En vuestros corazones. Y. Estad. Siempre. Preparados. Para presentar. Defensa. Con mansedumbre.
[41:37] Y reverencia. Ante todo. El que os demanda. Es razón. De la esperanza. Que hay en vosotros. Esto es un mandamiento. Debemos.
[41:48] Estar preparados. Para presentar. Defensa. Con mansedumbre. Es una palabra clave. Defensa. Con mansedumbre. Y reverencia. Ante todo.
[41:58] Aquel. Que os demanda. Es razón. De la esperanza. Que hay en vosotros. Que triste sería hermanos. Amados hermanos. Y hermanas. Que uno tenga. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Diez. Veinte años.
[42:09] En el evangelio. Y uno no sepa explicar. Por qué usted cree. Lo que usted cree. Debemos de estar. Preparados.
[42:20] Para explicar. Por qué usted cree. Lo que usted cree. Dios quiere. Que tengamos. Sabiduría. De Dios. Y esa sabiduría. Nada más se obtiene. Por escudriñar. La palabra de Dios.
[42:32] Así como Esteban. Dios quiere. Que nuestra sabiduría. Crezca. Número dos. Y voy a mencionar aquí. Una. Lo que el comentarista.
[42:45] Y Fernando. Dice. Dice. La acusación. De Esteban. De los judíos. Por oponerse. A aquellos. A quienes Dios.
[42:55] Envió. Con su mensaje. Debería causarnos. Una reflexión seria. Dice él. Porque fíjese de algo. Estos escribas.
[43:05] Y fariseos. Y saduceos. Creían. Que ellos. Estaban. En lo correcto. Pero.
[43:17] Estaban. En lo incorrecto. Cuál fue. Un error. De ellos. No tener. La humildad. De dejarse. Enseñar. Por Cristo.
[43:30] Y por. Hombres. Como Esteban. Y los apóstoles. Siguieron. En su error. Y. Y por eso. Es que. Nosotros. Deberíamos. Casar. Una reflexión seria. Debemos.
[43:40] Estar abiertos. A la autocrítica. Y recordar. Que esta autocrítica. Menudo. Vendrá. A través de personas. Que han descubierto. Algo de la palabra. Que el resto de nosotros.
[43:51] Habíamos descuidado. Amén. Una pregunta. Esteban les demostro. Con la palabra. Si o no. Que ellos estaban. Erróneos.
[44:03] Si se lo demostro. Pero a un Esteban. Demostrándole eso. Con la palabra. Ellos siguieron. Rechazando la palabra. Rechazaron.
[44:14] La palabra. ¿Por qué? Por orgullo, podríamos decir, por falta de humildad, por falta de sometimiento a la palabra de Dios.
[44:30] Tercero, debemos, a través de la oración, asegurarnos de estar en sintonía espiritual con el Espíritu Santo y con la palabra de Dios en las Sagradas Escrituras.
[44:45] ¿Amén? Estar en sintonía con el Espíritu Santo y con las Sagradas Escrituras. Pero, ¿cómo nosotros podemos estar en sintonía, en nuestro actuar con las Sagradas Escrituras?
[45:02] Para poder estar en sintonía con las Sagradas Escrituras, en armonía con las Sagradas Escrituras, debemos conocer de las Sagradas Escrituras. Y, por lo tanto, viene otra vez el punto de que la palabra de Dios es aquella que nos hace sabios del conocimiento de Dios.
[45:27] Y necesitamos, gloria al nombre del Señor, saturarnos de la palabra de Dios. Repito esta palabra.
[45:39] Necesitamos saturarnos de la palabra de Dios. Para poder, entonces, hablar a otros de la palabra de Dios.
[45:50] Incluso, poder presentar defensa de lo que nosotros creemos. De la verdad que nosotros creemos.
[46:01] Que es la verdad, de hecho. La única verdad. Solo Jesucristo salva. Solo la palabra de Dios es viva, eficaz y es verdad.
[46:12] Así que, mis hermanos, gloria al Señor, espero hayan entendido este resumen. Traté de hacerlo lo más entendible posible, porque es un segmento largo, ¿verdad?
[46:27] Gloria al Señor. Pero entendimos cómo en esa defensa de Esteban, él refutó esos cargos de blasfemia al templo, blasfemia al lugar santo y blasfemia a la ley.
[46:41] Vamos a orar. Padre, gracias por tu palabra. Tu palabra es viva, eficaz, Señor. Gracias por lo que hemos aprendido con relación a este discurso de defensa de Esteban.
[46:54] Señor, así como Esteban, llénanos de gracia. Así como Esteban, llénanos de tu Espíritu Santo. Así como Esteban, que seamos, Señor, hijos e hijas tuyos de buen testimonio a ti.
[47:12] Y así como Esteban, que tú también nos llenes de sabiduría. Te pedimos, Señor, que tú nos llenes de amor por tu palabra. Amor por tu palabra. Que escudriñemos, Señor, tu escritura.
[47:25] Para que la podamos recitar. Así como Esteban, si es necesario. Y para que también nosotros podamos, Señor, dar razón a aquellos que nos pidas razón de la esperanza que hay en nosotros.
[47:38] Y de tu verdad. Señor, y que tu Espíritu Santo nos use para llevar tu palabra a aquellos que no la conocen, Señor. Y que tu palabra y tu Espíritu sean el medio para traer almas a ti.
[47:53] En el nombre poderoso de tu Hijo amado Jesucristo. Amén y Amén.